• Chloé Zhao admite que el presupuesto ilimitado de «Eternals» fue «peligroso» para la creatividad, una lección brutal sobre las limitaciones en el cine.
• Con 402 millones recaudados mundialmente pero un 47% en Rotten Tomatoes, la película demostró que más dinero no garantiza el éxito en Marvel.
• Este fracaso truncó las carreras de todo un reparto estelar y nos enseña que a veces las restricciones son el mejor aliado de la creatividad.
¿Habéis pensado alguna vez que tener dinero ilimitado para hacer una película podría ser un problema? Suena contradictorio, pero Chloé Zhao acaba de darnos una lección magistral sobre por qué las limitaciones pueden ser, paradójicamente, liberadoras.
Su experiencia con «Eternals» es un caso de estudio fascinante: una directora indie enfrentándose a la maquinaria Marvel con resultados que dividieron tanto a críticos como a fans.
Cuando Más Dinero Significa Más Problemas
«Eternals no tenía muchas limitaciones, y eso es realmente peligroso», confesó Zhao. Esta reflexión va contra todo lo que creemos sobre el proceso creativo, pero tiene mucho sentido cuando analizas los números.
En mis años siguiendo taquillas, he visto cómo algunas de las películas más memorables nacieron de restricciones presupuestarias que obligaron a los cineastas a ser ingeniosos. «Eternals» tuvo el problema contrario: demasiadas opciones, demasiadas posibilidades.
La directora intentó «salir de la caja» y mezclar su estilo contemplativo con el universo Marvel. El resultado fue una película que no satisfizo ni a los fans del MCU ni a los seguidores del cine de autor.
Los Números Cuentan la Verdadera Historia
Vamos a los datos, que es donde me siento como pez en el agua. «Eternals» recaudó 402 millones de dólares mundialmente. Para cualquier otra franquicia, sería un éxito rotundo. Para Marvel, es prácticamente un fracaso.
Contextualicemos: estamos hablando de una marca que había acostumbrado al público a éxitos de mil millones. «Avengers: Endgame» recaudó 2.798 millones. «Spider-Man: No Way Home» alcanzó los 1.921 millones. Con esa vara de medir, los 402 millones de «Eternals» suenan a decepción.
El 47% en Rotten Tomatoes lo dice todo. Para una película del MCU, es prácticamente un suspenso. La audiencia no conectó con la propuesta de Zhao, que intentaba aplicar su naturalismo a un universo de superhéroes.
El Coste Humano del Fracaso
Lo más triste de esta historia es el impacto en el reparto. Kumail Nanjiani había firmado para seis proyectos de Marvel, pero solo completó «Eternals». Imagináos la decepción: te preparas para ser parte del universo más exitoso del cine, y de repente todos esos proyectos se evaporan.
Gemma Chan, Richard Madden, Angelina Jolie… un reparto de lujo que probablemente no volveremos a ver en el MCU. Es el lado más cruel de esta industria: cuando una película no funciona, no solo se cancelan secuelas, sino que se truncan carreras.
Timing Fatal y Expectativas Imposibles
El momento tampoco ayudó. «Eternals» llegó en plena era post-«Endgame», cuando el público estaba saturado y menos dispuesto a experimentos. La gente quería fórmulas conocidas, no reflexiones existenciales sobre inmortales cósmicos.
Además, la pandemia complicó su estreno. Originalmente programada para noviembre de 2020, llegó a los cines en un momento complicado. Aunque otros títulos de Marvel superaron obstáculos similares con mejores resultados.
Lecciones de una Experiencia Agridulce
Zhao no se arrepiente, y eso dice mucho de su carácter. Su próximo proyecto, «Hamnet», será todo lo contrario en términos de recursos. Es como si quisiera demostrar que puede brillar tanto con presupuestos millonarios como con restricciones.
Esta situación me recuerda a otros directores indies que saltaron a grandes producciones con resultados mixtos. No siempre es culpa del cineasta; a veces hay incompatibilidades de ADN creativo que ningún presupuesto puede resolver.
La historia de «Eternals» es un recordatorio perfecto de que en el cine, más no siempre es mejor. Zhao tenía razón: sin restricciones, es fácil perderse en un laberinto de posibilidades infinitas.
Lo que más me fascina es cómo ilustra la tensión entre arte y comercio en Hollywood. Los 402 millones recaudados no son despreciables, pero en el contexto Marvel representan una oportunidad perdida. Al final, los números de taquilla son implacables, pero las lecciones que nos dejan trascienden cualquier cifra.