• La segunda temporada de Peacemaker incluye una pulla directa contra Jared Leto y su banda Thirty Seconds to Mars, confirmando que James Gunn está limpiando casa.
• Este movimiento demuestra que el nuevo DCU no tiene sitio para los errores del pasado, especialmente el desastroso Joker de Leto que nunca encajó en la visión de Snyder.
• Warner sigue pagando las consecuencias de haber saboteado el Snyderverso original, y ahora toca borrar los experimentos fallidos de aquella época.
¿Recordáis cuando pensábamos que lo peor que le podía pasar al universo DC era que Warner saboteara la trilogía de Snyder? Pues resulta que James Gunn acaba de demostrar que tiene más cojones que todo el consejo directivo de la compañía junto.
El tío no solo está rehaciendo el DCU desde cero, sino que se está cargando los errores del pasado con la precisión de un francotirador. Y esta vez le ha tocado a Jared Leto.
El Arte de la Venganza Televisiva
La segunda temporada de Peacemaker acaba de lanzar la pulla más elegante y demoledora que he visto en mucho tiempo. Durante una conversación entre Peacemaker y Emilia Harcourt, sueltan una serie de comentarios sobre Thirty Seconds to Mars que no dejan lugar a dudas.
«La última vez que estuve en ese coche sonaba Spin Doctors o Thirty Seconds to Mars o alguna mierda así», dice Cena con esa naturalidad brutal que caracteriza al personaje.
Pero Harcourt remata: «Joder, cualquiera es mejor que Thirty Seconds to Mars. Esa banda de garaje en la que estuve dos segundos es mejor que Thirty Seconds to Mars».
¿Casualidad? Mis cojones. Esto es Gunn mandando un mensaje tan claro como el agua.
El Joker que Nunca Debió Existir
Seamos honestos un momento. El Joker de Leto fue la antítesis de todo lo que Snyder estaba construyendo. Mientras Zack creaba un universo épico con esa fotografía oscura y contrastada que le caracteriza, alguien decidió meter un Joker que parecía salido de un videoclip de reggaeton.
Recuerdo perfectamente la primera vez que vi Suicide Squad en el cine. Venía de flipar con Batman v Superman, con esas composiciones visuales que parecían pinturas renacentistas, y de repente me encuentro con un payaso tatuado que daba más pena que miedo.
David Ayer ya nos avisó de que su versión original era muy diferente. Pero claro, Warner tenía que meter mano y joder la visión del director. ¿Os suena de algo? Es exactamente lo mismo que hicieron con Justice League.
El Joker de Leto era víctima del mismo sistema que destrozó el Snyderverso. Un estudio que confundía «moderno» con «ridículo» y que no entendía la narrativa visual que estaba construyendo Snyder.
La Limpieza Continúa
Esta pulla a Thirty Seconds to Mars no es solo una broma. Es una declaración de intenciones. Gunn está limpiando los errores de la era anterior, esos experimentos fallidos que nacieron del pánico de Warner tras el éxito de Marvel.
Cuando Gunn hizo The Suicide Squad, simplemente ignoró la existencia de Leto. No lo mató, no lo explicó, simplemente lo borró del mapa como si nunca hubiera existido. Exactamente lo que deberían haber hecho con Justice League en lugar de mutilarlo en postproducción.
Lo brillante es cómo lo han hecho. No han montado un drama mediático, simplemente han metido un par de frases en un diálogo natural y han dejado que los fans conectemos los puntos.
Es el tipo de movimiento que demuestra que Gunn entiende lo que los fans de DC hemos sufrido durante años.
El Legado de los Errores de Warner
Mientras escribo esto, no puedo evitar pensar en lo que podría haber sido. Imagináos un universo donde Warner hubiera respetado la visión de Snyder desde el principio, donde el Joker de Leto hubiera encajado en esa narrativa épica que estaba construyendo Zack.
Pero no. Aquí estamos, recogiendo los pedazos de una década de decisiones erróneas y celebrando cada pequeña victoria como si fuera la Copa del Mundo.
La segunda temporada de Peacemaker nos está demostrando que el nuevo régimen de DC tiene las ideas claras. Y si eso significa que Leto tiene que tragarse unas cuantas pullas sobre su banda de mierda, pues que se joda.
El cine de superhéroes es demasiado importante como para andarse con contemplaciones. Snyder lo entendía, Gunn parece entenderlo también. Warner tardó una década en aprenderlo.
Al final, esta pequeña broma representa algo mucho más grande: la madurez de un universo que por fin sabe lo que quiere ser. Gunn no está solo rehaciendo personajes, está redefiniendo lo que significa hacer cine de superhéroes con personalidad.
Los fans de DC llevamos demasiado tiempo esperando a que alguien tome las riendas de verdad. Que siga la limpieza, porque el futuro del DCU nunca había pintado tan bien como ahora.