• Smallville podría regresar tras quince años de su final gracias a los cambios en la propiedad de Warner Bros. y el interés de Netflix.

• Una secuela animada sería la opción más viable para continuar la historia, aprovechando los cómics de la Temporada 11 como base narrativa.

• Tom Welling y Michael Rosenbaum han mostrado interés en retomar sus personajes, lo que abre la puerta a un regreso épico.

Hay algo especial en la nostalgia televisiva que nos hace volver una y otra vez a esas series que marcaron una época. Y si hablamos de superhéroes en televisión, pocos fenómenos han sido tan influyentes como Smallville. La serie que nos mostró los años formativos de Clark Kent no sólo redefinió cómo contar historias de origen, sino que sentó las bases para el boom de series de superhéroes que vivimos hoy.

Como alguien que ha seguido las adaptaciones de Superman desde los seriales de los años 40 hasta las más recientes interpretaciones, puedo afirmar que Smallville ocupó un lugar único en el panorama. Llegó en un momento crucial: después del parón que supuso «Superman IV» y antes de que «Superman Returns» intentase revivir la franquicia cinematográfica.

Ahora, con los vientos de cambio soplando en Hollywood y las grandes corporaciones reorganizando sus fichas en el tablero del entretenimiento, surge una pregunta fascinante: ¿podría ser éste el momento perfecto para que Smallville regrese?

El momento perfecto para un regreso

Quince años después de su emotivo final, Smallville sigue siendo una de esas series que dejó huella profunda en el imaginario colectivo. No es casualidad que cada cierto tiempo resurjan rumores sobre una posible continuación. La diferencia ahora es que las circunstancias parecen más favorables que nunca.

La potencial adquisición de Warner Bros. Discovery por parte de Netflix representa un cambio sísmico en el panorama mediático. Para los fans de Smallville, esto podría significar una oportunidad dorada. Netflix ha demostrado una y otra vez su capacidad para revivir propiedades queridas, y su enfoque menos restrictivo hacia el contenido de superhéroes podría ser exactamente lo que necesita una secuela de Smallville.

Lo que me resulta especialmente interesante es cómo esto encajaría en el actual ecosistema DC. Mientras James Gunn redefine el DCU cinematográfico y series como «Superman & Lois» exploran territorios familiares, una continuación de Smallville podría ofrecer algo diferente: la nostalgia pura, sin las complicaciones de continuidades compartidas.

Tom Welling y Michael Rosenbaum, los pilares fundamentales de la serie original, han expresado en múltiples ocasiones su interés en retomar sus icónicos papeles. Esta disposición del reparto original no es algo que se pueda dar por sentado en proyectos de revival, y representa una ventaja enorme para cualquier proyecto futuro.

La ruta animada: una solución inteligente

Si hay algo que he aprendido viendo cómo evolucionan las franquicias de superhéroes, es que a veces las limitaciones nos llevan a las mejores soluciones creativas. Una secuela animada de Smallville no sólo resolvería los problemas logísticos evidentes, sino que abriría posibilidades narrativas que el formato live-action nunca podría ofrecer.

Recordemos que Smallville siempre tuvo que ser creativa con sus limitaciones. El famoso «no flights, no tights» no era sólo una decisión creativa, sino también práctica. En los cómics, Superman había volado desde «Action Comics #1» en 1938, pero la serie televisiva necesitaba mantener a Clark en tierra firme por razones tanto narrativas como presupuestarias.

La animación permitiría explorar completamente la mitología de Superman sin estas restricciones. Podríamos ver finalmente a Tom Welling luciendo el traje completo, volando por Metrópolis, enfrentándose a villanos que la serie original nunca pudo permitirse mostrar adecuadamente.

Además, existe un material base perfecto para esta continuación: los cómics de Smallville Temporada 11. Estas historias, que continuaron la narrativa donde la serie la dejó, ofrecen un roadmap ya probado para una secuela. Bryan Q. Miller y otros escritores ya hicieron el trabajo pesado de imaginar cómo sería el mundo de Smallville después del final de la serie.

El legado que merece continuación

Smallville no fue sólo una serie de televisión; fue un fenómeno cultural que demostró que las audiencias estaban hambrientas de contenido de superhéroes bien ejecutado. Llegó en un momento en que el género estaba en transición, años antes de que Marvel dominase las pantallas, y ayudó a mantener viva la llama del interés por estos personajes.

Desde mi perspectiva como seguidor de las adaptaciones DC, Smallville hizo algo que pocas versiones han conseguido: humanizar completamente a Superman sin quitarle su esencia heroica. Mientras Tim Burton exploraba los aspectos más oscuros de Batman y Richard Donner había establecido a Superman como figura casi mesiánica, Smallville encontró el equilibrio perfecto entre lo humano y lo extraordinario.

La serie también fue pionera en muchos aspectos técnicos y narrativos. Su uso de la música, su enfoque en el desarrollo de personajes y su habilidad para equilibrar elementos fantásticos con drama adolescente crearon un template que muchas series posteriores han intentado replicar.

Una secuela tendría la oportunidad de explorar territorios narrativos que la serie original apenas pudo tocar. El Clark Kent completamente formado como Superman, su relación con Lois Lane ya establecida, y las consecuencias a largo plazo de las decisiones tomadas en la serie original ofrecen material rico para nuevas historias.

Los desafíos del regreso

Por supuesto, no todo son buenas noticias en el horizonte. Los revivals y secuelas siempre caminan por la cuerda floja entre la nostalgia y la relevancia contemporánea. El riesgo de decepcionar a una base de fans apasionada es real, especialmente cuando la serie original tuvo un final que muchos consideramos satisfactorio.

También está la cuestión de cómo encajaría una nueva Smallville en el actual panorama de contenido de superhéroes. El mercado está saturado, y cualquier nueva entrada necesita justificar su existencia más allá del simple factor nostalgia.

Sin embargo, creo que Smallville tiene algo que muchas otras propiedades no tienen: una identidad única y un enfoque distintivo hacia el material de Superman que sigue siendo relevante hoy en día. En una época donde las adaptaciones de superhéroes tienden hacia lo espectacular o lo deconstruido, el enfoque optimista y centrado en el crecimiento personal de Smallville podría ser exactamente lo que necesitamos.

La posibilidad de que Smallville regrese no es sólo una fantasía de fans nostálgicos; es una oportunidad real de continuar una historia que nunca realmente terminó de contarse. Con los cambios en el panorama mediático y el interés renovado tanto del reparto como de los fans, las estrellas parecen alinearse para un regreso épico.

Si Netflix realmente adquiere Warner Bros. y decide apostar por una secuela animada de Smallville, podríamos estar ante uno de los revivals más emocionantes de los últimos años. Porque al final del día, todos necesitamos un poco más de esperanza en nuestras vidas, y pocas cosas representan la esperanza mejor que la historia de un joven de Kansas que creció para convertirse en el mayor héroe del mundo.