Netflix DESTRUYE las comedias románticas… ¿o las salva para siempre?

Millie Bobby Brown y Gabriel LaBelle reviven el alma del género romántico en ‘Just Picture It’, una historia fresca y única sobre el amor y el destino.

✍🏻 Por Tomas Velarde

julio 19, 2025
Persona en overol con fondo de llamas

En una época donde las comedias románticas parecen haber perdido su alma en favor de fórmulas predecibles, surge una propuesta que promete recuperar cierta frescura en el género. Netflix ha anunciado «Just Picture It», una comedia romántica protagonizada por Millie Bobby Brown y Gabriel LaBelle que utiliza la tecnología como catalizador de una historia que podría recordarnos por qué este género fue el refugio perfecto para explorar los misterios del corazón humano.

• Millie Bobby Brown y Gabriel LaBelle protagonizarán «Just Picture It», donde dos universitarios descubren que sus móviles les muestran imágenes de su futuro matrimonio.

• La película marca la primera incursión de Brown en el género romántico, bajo la dirección de Lee Toland Krieger.

• Esta propuesta podría representar un retorno necesario a las comedias románticas con alma, alejándose de las fórmulas huecas que han dominado el género.

Una premisa que desafía las convenciones

La historia plantea una situación que, en manos menos hábiles, podría convertirse en ciencia ficción barata. Dos estudiantes universitarios descubren que sus teléfonos sufren una misteriosa avería que les muestra fotografías de ellos mismos diez años en el futuro: casados, felices, con hijos. Es una premisa que evoca inevitablemente esas comedias de los años cuarenta donde lo sobrenatural servía como pretexto para explorar las complejidades del destino y el libre albedrío.

Pensemos en «Qué bello es vivir» de Capra, donde el elemento fantástico del ángel guardián revelaba la esencia más pura de George Bailey. O en las comedias sofisticadas de Billy Wilder, donde situaciones extraordinarias iluminaban verdades profundamente humanas. El verdadero desafío residirá en cómo Lee Toland Krieger logre equilibrar este elemento fantástico con la verosimilitud emocional que toda gran comedia romántica requiere.

En el cine clásico, maestros como Frank Capra o George Stevens entendían que lo extraordinario debía servir siempre a lo humano, nunca eclipsarlo. La clave estará en si este proyecto logra utilizar el elemento tecnológico para profundizar en cuestiones universales: ¿Conocer nuestro destino nos libera o nos condiciona? ¿El amor verdadero necesita de certezas o se alimenta de la incertidumbre?

Millie Bobby Brown: más allá de Hawkins

La elección de Millie Bobby Brown resulta particularmente intrigante. Conocida principalmente por «Stranger Things», la actriz se aventura por primera vez en el territorio de la comedia romántica, un género que exige una vulnerabilidad y naturalidad muy diferentes. Su decisión de producir también la película a través de PCMA Productions sugiere un compromiso personal que va más allá de la mera interpretación.

Gabriel LaBelle, por su parte, ha demostrado en trabajos recientes una capacidad notable para encontrar la humanidad en personajes complejos. La química entre ambos será, naturalmente, el elemento crucial que determinará el éxito o fracaso de la propuesta. Recordemos que las grandes parejas del cine clásico —Grant y Bergman, Tracy y Hepburn— funcionaban porque sus personalidades se complementaban tanto en pantalla como fuera de ella.

El guión como piedra angular

Jesse Lasky firma el guión de esta comedia, y aquí reside quizás el mayor interrogante del proyecto. Las comedias románticas viven y mueren por la calidad de sus diálogos, por la capacidad de crear situaciones que resulten a la vez creíbles y sorprendentes. El concepto de los teléfonos que muestran el futuro podría funcionar como una metáfora brillante sobre las expectativas en las relaciones modernas, o convertirse en un truco narrativo vacío.

Billy Wilder solía decir que un buen guión debía tener diálogos que sonaran naturales pero fueran mejores que la vida real. Esa es la vara con la que debemos medir este proyecto. ¿Logrará Lasky crear personajes que hablen como personas reales pero con la elegancia y el ingenio que el género merece?

Netflix y el futuro del género

La apuesta de Netflix llega en un momento crucial para las comedias románticas. Durante años, el género ha sido relegado a producciones de bajo presupuesto o fórmulas repetitivas que han agotado la paciencia del público. Sin embargo, el éxito reciente de algunas propuestas más cuidadas sugiere que existe hambre real por historias de amor bien contadas.

La plataforma tiene la oportunidad de demostrar que entiende la diferencia entre una comedia romántica y un producto manufacturado. La participación de Brown como productora podría ser una señal esperanzadora de que existe una visión artística detrás del proyecto, no solo comercial.

Una oportunidad de redención

«Just Picture It» se presenta como una prueba de fuego tanto para Millie Bobby Brown como para el futuro de las comedias románticas en la era del streaming. Si logra encontrar ese equilibrio delicado entre lo fantástico y lo humano que caracterizó a los grandes clásicos del género, podríamos estar ante una pequeña revelación.

El tiempo dirá si esta apuesta conseguirá devolvernos esa sensación de asombro que experimentábamos cuando Cary Grant y Deborah Kerr se citaban en lo alto del Empire State en «Tú y yo», o cuando Billy Wilder nos enseñaba que el amor verdadero a menudo llega disfrazado de casualidad. Mientras tanto, mantengo una esperanza cautelosa de que el cine popular pueda recuperar, aunque sea por un instante, su capacidad de hacernos creer en los milagros cotidianos.

Si fracasa, será una confirmación más de que Hollywood ha olvidado los secretos que una vez hicieron del amor en pantalla algo verdaderamente mágico. Pero si triunfa, quizás estemos ante el inicio de una nueva era dorada para un género que, en sus mejores momentos, nos recordaba que el amor sigue siendo el misterio más hermoso de la condición humana.


Cinéfilo empedernido, coleccionista de vinilos de bandas sonoras y defensor de la sala de cine como templo cultural. Llevo más de una década escribiendo sobre cine clásico, directores de culto y el arte de la narrativa visual. Creo que no hay nada como un plano secuencia bien ejecutado y que el cine perdió algo cuando dejó de oler a celuloide.

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