• Andy Muschietti podría haber abandonado oficialmente la dirección de «The Brave and the Bold» según rumores de la industria
• James Gunn confirma que siguen trabajando en el guión pero evita dar detalles concretos sobre el estado real del proyecto
• El nuevo Batman del DCU parece estar en el limbo creativo, lo que no augura nada bueno para los fans que esperamos algo decente
¿Sabéis lo que más me jode del nuevo DC de James Gunn? Que cada vez que parece que van a hacer algo decente, aparece el caos. Y no me refiero al caos épico de Darkseid arrasando mundos, sino al caos de estudio que no sabe ni por dónde le da el aire.
Ahora resulta que Andy Muschietti podría haberse largado de «The Brave and the Bold» sin hacer ruido.
El Batman que se desvanece en la niebla
Mirad, cuando anunciaron que Muschietti iba a dirigir «The Brave and the Bold», no me puse a dar saltos de alegría, pero tampoco me pareció una mala elección. El tío sabe manejar el terror psicológico y tiene un ojo decente para la imagen. Pero después de ver cómo Warner se cargó sistemáticamente la visión de Snyder, cualquier director con dos dedos de frente debería pensárselo dos veces antes de meterse en este berenjenal.
Ahora Jeff Sneider suelta en The Hot Mic que Muschietti ya no está «obviamente» en el proyecto. ¿Obviamente? Si es tan obvio, ¿por qué nadie lo ha confirmado oficialmente? Esto huele a esa política de comunicación de mierda que tanto me revienta de los estudios modernos.
Y luego tenemos a James Gunn con sus respuestas de político: «Estamos trabajando en un guión». Vaya revelación. Lo que más me mosquea es esa frase de que se están tomando su tiempo para «hacerlo bien». ¿Hacerlo bien? Tío, llevamos años esperando un Batman decente después de que Warner se cargase el Snyderverse.
El patrón que se repite otra vez
Ben Affleck tenía una presencia brutal como Bruce Wayne. Esa intensidad que se comía la pantalla, esa fisicalidad imponente que Snyder sabía capturar con esos planos en contrapicado que hacían del Batman una figura mítica. Lo echaron todo por la borda por las presiones del estudio y los lloriqueos de cuatro críticos que no pillaban la épica visual.
Esto me recuerda demasiado a lo que pasó con «The Flash» y todos los proyectos que se fueron al garete durante la era de la indecisión total en Warner. Primero anuncian a bombo y platillo, luego empiezan los rumores, después las evasivas, y al final tenemos otro proyecto en el limbo.
La diferencia es que ahora Gunn está al mando, y se supone que tiene una visión clara del DCU. Pero si ya estamos perdiendo directores antes de que arranque la maquinaria, mal vamos. «The Brave and the Bold» no es una película cualquiera: es la presentación del nuevo Batman en este universo reinventado.
Entre la esperanza y el escepticismo
No voy a ser hipócrita: parte de mí sigue teniendo esperanza en que Gunn pueda sacar algo decente de todo este caos. El tío demostró con «The Suicide Squad» que sabe manejar personajes complejos y crear momentos genuinamente épicos.
Pero otra parte de mí, la que lleva años viendo cómo Warner destroza sistemáticamente todo lo que toca relacionado con DC, no puede evitar ser escéptica. Si Muschietti realmente se ha largado, espero que sea porque tiene diferencias creativas genuinas y no porque el estudio esté intentando meter mano en su visión.
Ya hemos visto esa película demasiadas veces. Snyder tenía una narrativa visual única, esa cámara lenta poética que convertía cada golpe de Batman en una declaración de intenciones. Tenía el grano perfecto, el contraste que hacía de Gotham una ciudad viva y amenazante. Y se lo cargaron por miedo a arriesgar.
Al final del día, lo que tenemos es otro capítulo más en la saga interminable de «¿Qué coño está pasando con Batman?». Lo que necesitamos no son más evasivas ni más «estamos trabajando en ello», sino transparencia y, sobre todo, respeto por la visión creativa.
Porque al final, los que pagamos las entradas somos nosotros, los fans que llevamos décadas esperando ver a nuestros personajes favoritos tratados con la épica y el respeto que se merecen. Y si «The Brave and the Bold» va a ser otra víctima de la indecisión corporativa, mejor que lo digan ya y nos ahorren el drama.