Rian Johnson revela por qué RECHAZA hacer Knives Out 4 (y tiene razón)

Johnson frena Knives Out 4 para crear algo original y capturar el “momento” cultural. Explica su método: historias espejo del presente, no atemporales, y por qué eso funciona.

✍🏻 Por Alex Reyna

diciembre 15, 2025

• Rian Johnson tiene ideas conceptuales para una cuarta película de «Knives Out», aunque reconoce que son todavía embrionarias y necesitan tiempo para desarrollarse.

• Su filosofía de capturar el momento cultural presente en lugar de buscar la atemporalidad me parece la clave del éxito de estas películas como espejos sociales.

• La decisión de alternar entre proyectos originales y la franquicia demuestra una madurez creativa que debería ser ejemplo en la industria actual.

Hay algo hipnótico en cómo ciertas historias logran convertirse en radiografías de su época. No me refiero a esas obras que aspiran a la universalidad eterna, sino a aquellas que abrazan deliberadamente el presente, que se sumergen en el pulso emocional de un momento específico. Es lo que hace que «Blade Runner» siga resonando décadas después: no predijo el futuro, sino que capturó perfectamente las ansiedades de los años ochenta.

Rian Johnson parece dominar esta alquimia temporal mejor que muchos de sus contemporáneos. Su aproximación a «Knives Out» no es la de quien construye entretenimiento atemporal, sino la de alguien que utiliza el género detectivesco como un prisma para refractar las tensiones de nuestro presente. Y ahora, con tres películas ya completadas, el director nos ofrece un vistazo a cómo concibe el futuro de Benoit Blanc.

Las semillas de una nueva investigación

Johnson ha confirmado que posee «ideas básicas, elementales, conceptuales» para una cuarta entrega de la saga protagonizada por Daniel Craig. Son apenas gérmenes creativos, como él mismo los describe: «núcleos del tipo ‘sería interesante si fuera este tipo de cosa'». Esta honestidad sobre el proceso creativo resulta refrescante en una industria obsesionada con anunciar proyectos antes de que existan realmente.

La franquicia ha mantenido un ritmo constante desde su debut en 2019. Tras el éxito original distribuido por Lionsgate, Netflix adquirió los derechos de las secuelas, dando vida a «Glass Onion» en 2022 y más recientemente a «Wake Up Dead Man», que se estrenó en la plataforma el 12 de diciembre tras su paso por el Festival Internacional de Cine de Toronto.

Pero Johnson no tiene prisa. Antes de sumergirse en una nueva investigación de Blanc, el director quiere explorar territorio original. Es una decisión que habla de un cineasta consciente de los riesgos de la repetición, alguien que entiende que la creatividad necesita oxígeno fresco para no asfixiarse en sus propias fórmulas exitosas.

El arte de capturar el momento presente

Lo que más me fascina de la aproximación de Johnson es su filosofía sobre la temporalidad en el cine. «Parte de hacer estas películas, para mí, es reaccionar al momento presente», explica. «No necesariamente con eventos actuales, política o cultura específicamente, sino en términos de lo que todos estamos sintiendo en el mundo en ese momento».

Esta perspectiva me recuerda a mis películas de ciencia ficción favoritas, esas que funcionan mejor como radiografías de su época que como profecías. «Her» no nos habló tanto del futuro de la inteligencia artificial como de nuestra soledad contemporánea. «Arrival» utilizó la llegada de alienígenas para explorar cómo nos comunicamos en un mundo fragmentado.

Johnson aplica esta misma lógica al género detectivesco. Cada película de «Knives Out» funciona como una cápsula del tiempo emocional, capturando no solo los misterios de sus tramas sino las ansiedades colectivas del momento en que fueron concebidas. Es una aproximación que requiere valentía: rechazar la supuesta seguridad de lo atemporal para abrazar la vulnerabilidad de lo inmediato.

Como alguien que ha pasado años analizando cómo la ciencia ficción refleja nuestros miedos y esperanzas, reconozco en Johnson a un narrador que entiende que el género es solo el vehículo. Lo importante es el mensaje sobre quiénes somos.

El equilibrio entre lo comercial y lo personal

La decisión de Johnson de alternar entre proyectos originales y entregas de la franquicia revela una comprensión madura del ecosistema cinematográfico actual. En una industria cada vez más dominada por las propiedades intelectuales establecidas, mantener espacios para la creatividad original se ha convertido en un acto casi revolucionario.

Netflix, que apostó fuerte por la saga tras el éxito de la primera película, parece respetar este ritmo creativo. La plataforma ha demostrado paciencia con proyectos que requieren tiempo de gestación, entendiendo que la calidad a largo plazo supera la productividad inmediata.

Esta aproximación me resulta esperanzadora. En un momento donde la presión por generar contenido constante amenaza con diluir la calidad narrativa, Johnson propone un modelo diferente: la pausa reflexiva, el tiempo necesario para que las ideas maduren antes de convertirse en películas.

Es la misma metodología que admiro en directores como Denis Villeneuve, que se toma años entre proyectos para asegurar que cada película tenga algo genuino que aportar.

Más allá del entretenimiento

Lo que hace especiales a las películas de «Knives Out» no es solo su habilidad para entretener, sino su capacidad para funcionar como comentarios sociales disfrazados de misterios. Cada investigación de Blanc se convierte en una excavación de las dinámicas de poder, los privilegios y las tensiones que definen nuestro momento histórico.

Johnson ha encontrado en el género detectivesco el vehículo perfecto para esta exploración. El formato le permite construir microcosmos sociales, pequeños universos donde las contradicciones de la sociedad más amplia se magnifican y se vuelven visibles. Es antropología disfrazada de entretenimiento.

Me recuerda a cómo Philip K. Dick utilizaba escenarios futuristas para examinar dilemas muy presentes, o cómo «Black Mirror» usa la tecnología especulativa para diseccionar nuestros comportamientos actuales. Johnson aplica la misma ingeniería narrativa, pero desde el misterio clásico.

La promesa de una cuarta película, aunque aún sea solo una colección de ideas vagas, sugiere que Johnson aún tiene cosas que decir sobre nosotros como sociedad. Y eso, en sí mismo, es motivo de expectación.

La paciencia de Johnson para desarrollar la próxima aventura de Benoit Blanc refleja una comprensión profunda de lo que hace funcionar a estas historias. No se trata solo de resolver misterios, sino de usar esos misterios para iluminar las complejidades de nuestro momento presente. En una época donde el entretenimiento a menudo busca la escapatoria, Johnson propone algo más arriesgado: el reconocimiento.

Mientras esperamos a ver qué forma tomarán esas «ideas básicas y elementales», podemos confiar en que, cuando llegue el momento, la cuarta película de «Knives Out» tendrá algo relevante que decirnos sobre quiénes somos en ese preciso instante. Porque al final, las mejores historias no son las que nos transportan a otros mundos, sino las que nos ayudan a entender mejor el nuestro.


Sobre Alex Reyna

Mi primer recuerdo de infancia es ver El Imperio Contraataca en VHS. Desde entonces, la ciencia ficción ha sido mi lenguaje. He montado Legos, he visto Interstellar más veces de las que debería, y siempre estoy buscando la próxima historia que me vuele la cabeza. Star Wars, Star Trek, Dune, Nolan… si tiene naves o viajes temporales, cuenta conmigo.

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