Disney está a punto de MATAR Alien: Earth (94% en RT) como Warner hizo con Snyder

Alien: Earth logra 94% en RT y 9,2M espectadores, expande el lore con nuevas especies y cliffhanger potente, pero Disney podría cancelarla como hizo Warner con Snyder.

✍🏻 Por Iván Salcedo

noviembre 5, 2025

Alien: Earth arrasa con un 94% en Rotten Tomatoes y 9,2 millones de espectadores, pero su renovación sigue siendo un misterio.

• Los estudios vuelven a demostrar que prefieren matar proyectos con visión de autor antes que apostar por narrativas a largo plazo.

• Noah Hawley ha creado algo que respeta la esencia visual del terror cósmico, pero Disney puede cargárselo como hizo Warner con el Snyderverso.

Joder, aquí estamos otra vez. Tenemos entre las manos una serie que funciona de puta madre, que entiende lo que significa el terror visual de verdad, y los ejecutivos de Disney están ahí, mirándose el ombligo, decidiendo si vale la pena continuar. Es exactamente la misma mierda que vivimos con Warner y el Snyderverso: cuando algo tiene personalidad propia y visión de autor, lo mejor es liquidarlo por si acaso.

Alien: Earth no es una casualidad. Noah Hawley ha entendido algo fundamental que muchos directores pasan por alto: el terror cósmico se construye con atmósfera, no con jumpscares baratos. Es narrativa visual pura, como cuando Snyder usa la cámara lenta para crear tensión épica, pero aplicado al horror claustrofóbico.

El lenguaje visual que funciona de verdad

La primera temporada de Alien: Earth es una masterclass de cómo construir tensión sin insultar al espectador. Un 94% en Rotten Tomatoes no se consigue tirando de fórmulas prefabricadas. Hawley ha conseguido algo que parecía imposible: crear una serie de Alien que respeta la visión original de Ridley Scott.

¿Sabéis lo que me flipa de esta serie? Que confía en su lenguaje visual. No necesita explosiones cada cinco minutos para mantener la atención. Es como esas secuencias de Watchmen donde Snyder deja que la cámara respire, que la tensión se construya orgánicamente.

La serie ha introducido cuatro nuevas especies alienígenas, y no es casualidad. Alguien se ha molestado en expandir el universo de forma inteligente, con diseño de producción que entiende la estética biomecánica de Giger. No como esos remakes sin alma que nos meten por los ojos cada dos por tres.

Los 9,2 millones de espectadores enganchados desde el primer episodio demuestran que la audiencia está hambrienta de contenido que los trate como adultos. Como cuando Man of Steel apostó por una narrativa más madura y compleja, aunque luego Warner se cagara encima y pivotara hacia el humor forzado.

El cliffhanger que promete épica de verdad

El final de la primera temporada nos deja con Wendy y los Lost Boys apoderándose de la isla Neverland, pero con Weyland-Yutani respirándoles en el cogote. Es un cliffhanger que tiene huevos, que respeta la inteligencia del espectador.

No es uno de esos finales de mierda que se inventan sobre la marcha para generar buzz en redes sociales. Es narrativa visual coherente, como cuando Snyder planta semillas narrativas que florecen temporadas después. Hawley entiende que el suspense verdadero viene de la construcción, no del shock barato.

La composición visual de esas secuencias finales es brutal. Cada plano está pensado para generar claustrofobia, para que sientas la amenaza acechando. Es cine de autor aplicado a la televisión, algo que los estudios odian porque no pueden controlarlo con focus groups.

La maldita manía de dejar historias a medias

Aquí viene lo que me revienta de verdad. La franquicia Alien tiene una alergia jodida a las narrativas completas. Prometheus nos prometió respuestas sobre los Ingenieros y se quedó a medias. Alien: Covenant siguió por el mismo camino, dejando a David campando a sus anchas sin resolución.

Es exactamente lo mismo que pasó con el Snyderverso. Tienes una visión de autor coherente, una narrativa que se construye a largo plazo, y los ejecutivos se ponen nerviosos. Prefieren proyectos que puedan controlar, que no requieran compromiso creativo real.

Prometheus tenía una fotografía brutal, un diseño de producción que respetaba la estética original, pero los estudios se cagaron cuando vieron que Ridley Scott quería contar una historia compleja. Prefirieron pivotearlo hacia acción genérica.

La mentalidad de usar y tirar está matando el cine de autor. Es como si hubieran aprendido todas las lecciones equivocadas de los universos cinematográficos exitosos.

Noah Hawley contra la máquina corporativa

Hawley lo tiene claro: «Definitivamente hay mucha preparación creativa en marcha, y nuestra esperanza y expectativa es que escuchemos noticias tangibles en el próximo mes más o menos». El tío ya está trabajando en ideas para futuras temporadas porque sabe que tiene oro entre las manos.

Es la actitud correcta. Como cuando Snyder siguió desarrollando su visión del universo DC incluso cuando Warner le ponía palos en las ruedas. Los creadores de verdad no se rinden ante la primera dificultad corporativa.

Pero aquí está el problema: Disney y FX siguen callados como tumbas. Noviembre es el mes en el que Hawley espera noticias sobre la renovación, y mientras tanto, silencio sepulcral. Como si no tuvieran una serie que funciona entre las manos.

Es la misma mierda de siempre. Los ejecutivos prefieren remakes sin personalidad antes que apostar por proyectos que tienen visión de autor. Como si hubieran desarrollado alergia a cualquier cosa que requiera más de dos neuronas para entender.

El terror cósmico que respeta al espectador

Alien: Earth ha conseguido algo que parecía imposible: equilibrar el terror claustrofóbico original con la expansión del universo. No es fácil mantener esa tensión visual cuando tienes que introducir nuevos elementos, pero Hawley lo ha clavado.

La serie entiende que el verdadero horror viene del suspense, de la construcción atmosférica. Como esas secuencias de 300 donde Snyder usa el contraste y la composición para crear épica visual, pero aplicado al género de terror.

Cada plano está pensado para generar incomodidad. La iluminación, el diseño de sonido, la paleta de colores… Todo contribuye a crear esa sensación de amenaza constante que define a la franquicia Alien.

No necesita jumpscares baratos ni gore gratuito. Es terror inteligente, que confía en su lenguaje visual para generar tensión. Exactamente lo que necesita una franquicia que ha sido maltratada por años de secuelas sin alma.

El limbo corporativo que mata la creatividad

El problema no es creativo, es ejecutivo. Los números están ahí: audiencia, crítica, engagement. Todo lo que un estudio debería querer ver en un proyecto. Pero parece que eso no es suficiente cuando tienes visión de autor de por medio.

Es como el eterno debate sobre el Snyderverso. Tienes una base de fans apasionada, números que funcionan, una visión coherente a largo plazo, pero los estudios prefieren lo predecible. Lo que no les haga pensar demasiado.

Alien: Earth representa todo lo contrario a la mentalidad corporativa actual. Es una serie que trata a su audiencia como adultos, que no necesita explosiones constantes para mantener la atención, que entiende que el terror verdadero viene de la construcción narrativa.

La franquicia Alien se merece algo mejor que este limbo constante de proyectos inacabados. Se merece creadores que entiendan la visión original de Scott y la respeten, no que la usen como excusa para hacer bodrios de acción sin personalidad.

Al final, Alien: Earth puede convertirse en otro ejemplo más de cómo los estudios prefieren matar proyectos con potencial antes que comprometerse con narrativas a largo plazo. Es la misma historia que hemos visto una y otra vez: cuando algo tiene visión de autor y funciona, lo mejor es cargárselo por si acaso.

Pero oye, siempre nos queda la esperanza de que alguien en Disney tenga dos dedos de frente y se dé cuenta de que tiene una joya entre las manos. Aunque conociendo el historial de la casa del ratón con proyectos que requieren algo más que fórmulas prefabricadas, no me haría muchas ilusiones.


Soy un apasionado del cine de autor y creo firmemente en las visiones arriesgadas, no en los productos hechos por comité. Sí, pienso que Zack Snyder fue incomprendido. Sí, Batman v Superman es una obra mayor. Si eso te molesta… probablemente no te guste lo que escribo. Pero si te intriga, quédate. Prometo argumentos, no gritos.

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