• Valentina Allegra de Fontaine logra escapar de las consecuencias de sus actos tras los eventos de Thunderbolts*, incluyendo el Proyecto Sentry y su intento de asesinar al equipo.
• La villana consigue una posición de poder gestionando a los Nuevos Vengadores, usando potencialmente manipulación mediática para proteger su imagen pública.
• Como fan del MCU, me resulta fascinante pero frustrante ver cómo Marvel construye villanos tan complejos que pueden reinventarse sin pagar por sus crímenes.
¿Alguna vez habéis visto a alguien caer de pie después de hacer algo terrible? Esa sensación de injusticia cuando el malo de la película no solo sale impune, sino que además acaba en una posición mejor que antes.
Pues preparaos, porque Valentina Allegra de Fontaine acaba de darnos una masterclass en cómo escapar de las consecuencias en el MCU.
Después de ver Thunderbolts*, no puedo dejar de pensar en lo brillantemente frustrante que es este personaje. Julia Louis-Dreyfus ha creado una villana que no necesita poderes cósmicos ni armaduras tecnológicas para ser aterradora.
Solo necesita su inteligencia, su posición y esa sonrisa que promete problemas. Y ahora, tras orquestar uno de los planes más retorcidos que hemos visto, ha conseguido salir no solo ilesa, sino reforzada.
La Arquitecta del Caos que Siempre Gana
Valentina no es como otros villanos del MCU. Mientras Thanos necesitaba las Gemas del Infinito y Loki dependía de ejércitos alienígenas, ella trabaja desde las sombras del sistema.
Su responsabilidad en el Proyecto Sentry debería haberla enviado directa a una celda de máxima seguridad. Pero aquí estamos, viéndola manejar a los Nuevos Vengadores como si nada hubiera pasado.
¡Ojo! Porque lo que más me llama la atención es cómo Marvel ha construido este personaje. Desde su primera aparición, raramente hay un momento en que Valentina no esté involucrada en algún tipo de plan sin escrúpulos.
Es una villana de libro, pero con la particularidad de que opera dentro del sistema, no contra él.
El intento de asesinato de los Thunderbolts debería haber sido su perdición. Hablamos de un acto que puso en peligro no solo a un grupo de antihéroes intentando redimirse, sino potencialmente al mundo entero.
Sin embargo, aquí está, no solo evitando el impeachment, sino gestionando al equipo de superhéroes más importante después de los Vengadores originales.
El Arte de la Supervivencia Política
¿Cómo lo ha conseguido? La respuesta está en su comprensión del juego político y mediático. Valentina no es solo una estratega militar; es una maestra de la manipulación de la opinión pública.
Su experiencia en medios de comunicación le permite controlar la narrativa de una forma que otros villanos del MCU nunca podrían.
Y aquí viene lo bueno: la presencia de Sentry también juega un papel crucial en su supervivencia. Tener a un ser con el poder de «un millón de soles en explosión» como carta en la manga es un seguro de vida bastante efectivo.
Nadie va a intentar procesar a alguien que potencialmente controla una fuerza tan destructiva.
Pero hay algo más sutil en juego aquí. Bucky Barnes, ahora parte de los Nuevos Vengadores, podría estar jugando un juego más largo.
En lugar de buscar justicia inmediata, quizás ha decidido mantener a Valentina cerca, vigilándola desde dentro. Es una estrategia que me recuerda a las mejores tramas de espionaje de los cómics.
Las Consecuencias Pendientes
Aunque Valentina haya escapado por ahora, el MCU tiene memoria. Los actos tienen consecuencias, aunque a veces tarden en llegar.
La amenaza del Void sigue siendo real, y su conexión con el Proyecto Sentry es una bomba de relojería que podría explotar en cualquier momento.
Lo fascinante es cómo Marvel está construyendo una villana que no necesita un gran enfrentamiento final para ser efectiva. Valentina es peligrosa precisamente porque opera en las zonas grises, donde la línea entre héroe y villano se difumina.
Su capacidad para reinventarse y adaptarse la convierte en una amenaza a largo plazo mucho más interesante que los típicos villanos de «destruir el mundo». Ella no quiere destruir el sistema; quiere controlarlo.
Y eso, francamente, da mucho más miedo.
Valentina Allegra de Fontaine ha demostrado que en el MCU, como en la vida real, a veces los verdaderos villanos no llevan capas ni tienen planes grandilocuentes. A veces llevan trajes elegantes, sonríen en las cámaras y saben exactamente cómo jugar el sistema a su favor.
Como fan que ha seguido el MCU desde sus inicios, tengo que admitir que personajes como Valentina me generan sentimientos encontrados. Por un lado, es frustrante ver cómo escapa de la justicia; por otro, es emocionante tener una villana tan compleja y realista.
Solo espero que Marvel tenga un plan a largo plazo para este personaje, porque una villana tan inteligente merece un final a la altura de su astucia.