“Woman of Tomorrow” sin azúcar: Supergirl oscura, galáctica y emocional

James Gunn apuesta por una Supergirl imperfecta y humana, basada en Woman of Tomorrow: venganza cósmica, trauma real y una Kara con grietas que rompe décadas de heroínas perfectas.

✍🏻 Por Iván Salcedo

diciembre 13, 2025

• James Gunn apuesta por una Supergirl imperfecta y humana para el nuevo DCU, rompiendo con décadas de heroínas de cartón piedra.

• Por fin alguien entiende que las superheroínas pueden ser un desastre emocional como los héroes masculinos, aunque dudo que Warner permita que llegue tan lejos como debería.

• Milly Alcock interpretará a Kara Zor-El en una película basada en el cómic de Tom King que llegará en junio de 2026, si es que Warner no la jode antes.

Joder, por fin. Después de años viendo cómo Warner nos servía superheroínas perfectas hasta el aburrimiento, James Gunn parece haber entendido algo que Snyder ya sabía: los mejores héroes son los que están rotos por dentro.

Y no estoy hablando de darles un trauma superficial para justificar su origen. Estoy hablando de crear personajes de verdad, con grietas, con dudas, con esa humanidad que hace que te importe lo que les pase.

Porque seamos sinceros, ¿cuántas veces hemos visto a una superheroína que sea un auténtico desastre? Mientras que a los tíos les permitimos ser alcohólicos funcionales como Tony Stark, a ellas las tenemos que ver siendo la perfección andante.

Pues parece que Gunn se ha hartado de esa mierda tanto como nosotros.

Una Supergirl que no necesita ser perfecta

La nueva película de Supergirl, protagonizada por Milly Alcock, promete romper con décadas de representación femenina edulcorada en el cine de superhéroes.

Basada en el cómic «Supergirl: Woman of Tomorrow» de Tom King, la cinta llegará a los cines el 26 de junio de 2026 con una premisa que debería haber sido obvia desde el principio.

Las mujeres no necesitan ser perfectas para encontrar su lugar en el mundo.

Alcock lo ha clavado en sus declaraciones: «No tienes que ser perfecta para llegar a algún tipo de resolución interna». Joder, qué concepto tan revolucionario, ¿verdad?

Resulta que las mujeres también pueden ser complejas, contradictorias y estar perdidas. Quién lo hubiera imaginado.

James Gunn ha puesto el dedo en la llaga: «Muchas veces, por alguna razón, nuestras protagonistas superheroínas son mucho más perfectas». Y tiene toda la puta razón.

Mientras que a Batman le permitimos ser un multimillonario con traumas que se disfraza para pegar palizas nocturnas, a Wonder Woman la tenemos que ver siendo la bondad personificada.

El eco del Snyderverso que nunca fue

Esta aproximación me recuerda inevitablemente a lo que Snyder estaba construyendo con su universo DC.

Esa humanidad en medio de lo épico, esa vulnerabilidad que hace que los momentos de triunfo importen de verdad.

Recuerdo analizar frame por frame las escenas de Amy Adams como Lois Lane en Man of Steel. Snyder entendía que los personajes femeninos podían ser el ancla emocional sin ser perfectos.

La Lois de Snyder era valiente pero imprudente, decidida pero vulnerable. Tenía esa complejidad visual que solo él sabía capturar.

Cuando veo las declaraciones de Gunn sobre esta Supergirl, no puedo evitar pensar en cómo habría sido la Kara de Snyder. Probablemente la habríamos visto en cámara lenta, con esa épica visual que convertía cada momento en poesía cinematográfica.

Pero Warner decidió cargarse esa visión. Y ahora intentan reconstruir algo que ya estaba funcionando.

Un viaje reluctante hacia el heroísmo

El director Craig Gillespie describe la narrativa como un viaje reluctante donde Kara es arrastrada al mundo de los superhéroes.

No es la típica historia de «con grandes poderes vienen grandes responsabilidades» que nos han metido con calzador mil veces.

Es la historia de alguien que no quiere ser héroe pero se ve obligada a serlo.

Esta aproximación tiene ecos del Superman de Cavill en Man of Steel. Ese Clark que luchaba con el peso de sus decisiones, que no sabía si el mundo lo aceptaría.

Snyder nos mostró a un Superman que sangraba, que dudaba, que tenía que ganarse su lugar como héroe. No era perfecto desde el minuto uno.

La historia seguirá a Kara en un viaje de venganza a través de la galaxia. Un planteamiento que ya suena más interesante que el típico «salvar el mundo porque es lo correcto».

La venganza es un motor narrativo visceral, personal. Permite explorar la psicología del personaje de una manera que los conflictos abstractos nunca conseguirán.

La influencia de Tom King y la narrativa visual

Que Gunn haya elegido adaptar el trabajo de Tom King no es casualidad.

King es un escritor que entiende que los superhéroes funcionan mejor cuando son profundamente humanos. Cuando sus poderes no pueden solucionar sus problemas internos.

Su «Supergirl: Woman of Tomorrow» presenta a una Kara que ha visto demasiado. Que carga con el peso de la destrucción de Krypton de una manera más visceral que su primo.

Es exactamente el tipo de material que necesita una adaptación cinematográfica seria. Nada de tonterías, nada de querer gustar a todo el mundo.

Solo una historia honesta sobre una mujer joven que tiene que encontrar su lugar en un universo que no le debe nada.

Me pregunto si Gunn tendrá los huevos de llevar esta complejidad hasta sus últimas consecuencias. O si Warner le pondrá límites para que sea «más familiar».

El futuro del DCU bajo la sombra del pasado

Esta aproximación a Supergirl podría marcar la diferencia entre el nuevo DCU y los intentos anteriores de Warner.

Pero seamos realistas: cualquier cosa que venga después del Snyderverso parte con desventaja.

Porque Snyder ya había establecido las bases de un universo donde los héroes eran complejos, donde la mitología tenía peso real.

Warner se cargó esa visión por miedo, por no entender que el público estaba preparado para algo más profundo.

Ahora Gunn intenta reconstruir desde cero lo que ya estaba funcionando. Y aunque respeto su trabajo en Guardianes, no es lo mismo.

Si Gunn consigue que nos importe Kara Zor-El como persona antes que como símbolo, habrá ganado una batalla. Pero la guerra ya la perdió Warner cuando decidió interrumpir la visión original.

La imperfección como fortaleza

Al final, lo que me emociona de este proyecto no son los poderes ni los efectos especiales que seguramente veremos.

Es la promesa de una heroína que no tiene todas las respuestas. Que comete errores, que tiene que luchar consigo misma tanto como con los villanos de turno.

Una Supergirl que sangra, que duda, que se equivoca y que, precisamente por eso, puede inspirar de verdad.

Porque los héroes perfectos son aburridos. Los héroes que se levantan después de caer, que encuentran la fuerza en su vulnerabilidad… esos son los héroes que necesitamos.

Snyder lo entendía. Gunn parece entenderlo también.

La pregunta es si Warner le dejará llegar hasta el final. O si, como siempre, el miedo les hará dar marcha atrás cuando las cosas se pongan interesantes.

Porque una cosa es hablar de imperfección en las entrevistas. Y otra muy distinta es mostrarla en pantalla con toda su crudeza.

Esperemos que esta vez no se acobarden. Que dejen que Kara sea el desastre humano que promete ser. Porque eso, y no la perfección, es lo que la convertirá en una heroína memorable.


Soy un apasionado del cine de autor y creo firmemente en las visiones arriesgadas, no en los productos hechos por comité. Sí, pienso que Zack Snyder fue incomprendido. Sí, Batman v Superman es una obra mayor. Si eso te molesta… probablemente no te guste lo que escribo. Pero si te intriga, quédate. Prometo argumentos, no gritos.

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