• Netflix propone adquirir Warner Bros. Discovery por 82.700 millones de dólares manteniendo los estrenos en cines.

• En mis años analizando taquillas, pocas veces he visto una operación que combine streaming y exhibición tradicional de esta magnitud.

• Esta operación podría redefinir completamente el equilibrio de poder entre streaming y exhibición cinematográfica tradicional.

¿Qué ocurre cuando el gigante del streaming que una vez declaró los cines «obsoletos» decide comprar uno de los estudios más tradicionales de Hollywood? La respuesta podría estar a punto de escribirse con cifras que marean: 82.700 millones de dólares. Netflix acaba de poner sobre la mesa una oferta que haría temblar los cimientos de la industria cinematográfica tal y como la conocemos.

Pero aquí viene lo verdaderamente fascinante: en lugar de enterrar definitivamente el modelo teatral, Netflix promete mantenerlo vivo. Es como si David hubiera crecido tanto que ahora quiere proteger a Goliat. Los números detrás de esta operación no solo hablan de dinero, sino de una estrategia que podría cambiar para siempre cómo vemos películas.

La jugada maestra de los 82.700 millones

Cuando Ted Sarandos, co-CEO de Netflix, sale a tranquilizar a los exhibidores diciendo que «no tenemos esta oposición a que las películas lleguen a los cines», uno no puede evitar recordar que hace apenas unos años la misma compañía veía las salas como dinosaurios en extinción.

Recuerdo cuando Netflix empezó a estrenar en cines con ‘Roma’ – las cifras me decían que algo estaba cambiando, pero nunca imaginé que llegaríamos a esto. La cifra de 82.700 millones no sale de la nada. Representa el valor de una máquina de hacer películas que lleva décadas funcionando, con sus propios canales de distribución y, sobre todo, su credibilidad en el mercado teatral.

Para ponerlo en perspectiva: Warner Bros. Discovery generó 1.200 millones en taquilla mundial solo en 2024 con títulos como ‘Dune: Part Two’ y ‘Beetlejuice Beetlejuice’. Netflix no está comprando solo un catálogo; está comprando legitimidad y músculo taquillero.

Los números que cuentan la verdadera historia

Aquí es donde las cifras se vuelven realmente jugosas. Netflix ya ha estrenado 30 películas en cines durante 2025, generando aproximadamente 45 millones de dólares en taquilla – una cifra modesta comparada con los grandes estudios, pero que demuestra su compromiso creciente.

Además, la compañía ha invertido más de 100 millones en comprar y renovar salas emblemáticas como el Paris en Nueva York y el Egyptian en Los Ángeles. Estos movimientos revelan una estrategia calculada: Netflix ha entendido que las películas de gran presupuesto siguen necesitando la legitimidad y los ingresos que proporcionan los estrenos en cines.

Comparemos: Disney generó 4.300 millones en taquilla global en 2024, mientras que Netflix apenas rozó los 50 millones. Con Warner Bros. en su cartera, Netflix podría multiplicar por diez su presencia teatral de la noche a la mañana.

La evolución de las ventanas de distribución

Sarandos ha sido claro: «Con el tiempo, las ventanas evolucionarán para ser mucho más amigables para el consumidor». Esta frase encierra la clave de toda la operación. No se trata de eliminar los cines, sino de redefinir cuánto tiempo pasa entre el estreno teatral y la llegada al streaming.

Tradicionalmente, estas ventanas han sido de 90 días para los grandes estrenos. Netflix podría reducirlas a 45 o incluso 30 días, algo que ya han probado otros estudios con resultados mixtos. Los datos muestran que el 70% de los ingresos teatrales se generan en las primeras tres semanas, lo que da margen para experimentar.

La resistencia de los exhibidores y las cifras que preocupan

Cinema United, que representa a numerosos exhibidores, ha expresado su preocupación por el impacto negativo que podría tener esta adquisición. Y los números les dan la razón para estar nerviosos.

En mis análisis de taquilla, he visto cómo las ventanas reducidas pueden afectar los ingresos teatrales. Cuando Warner Bros. estrenó simultáneamente en cines y HBO Max durante la pandemia, sus películas perdieron entre un 20-40% de ingresos teatrales potenciales.

Netflix tiene un historial de disrupciones que los exhibidores conocen bien. La pregunta es si esta vez jugará con reglas diferentes al tener piel en el juego teatral.

El contexto del mercado global y la competencia

Esta operación no ocurre en el vacío. El mercado de streaming global movió 185.000 millones de dólares en 2024, mientras que la taquilla mundial alcanzó los 34.000 millones. Netflix entiende que para mantener su posición dominante necesita contenido premium que justifique sus 15.000 millones anuales en producción.

Amazon Prime Video invirtió 8.500 millones en contenido en 2024, Disney+ unos 12.000 millones. Tener el control total sobre Warner Bros. le daría a Netflix una ventaja competitiva brutal, especialmente en franquicias como DC Comics, que generó 1.800 millones en taquilla con sus últimas cinco películas.

Las implicaciones para el futuro del negocio

Si esta adquisición se materializa, estaremos ante un precedente histórico. Sería la primera vez que una plataforma de streaming puro compra un estudio tradicional de esta magnitud manteniendo su modelo de distribución teatral.

Los números proyectados son fascinantes: Netflix podría generar entre 800-1.200 millones anuales adicionales en taquilla, mientras mantiene el valor de sus contenidos para streaming. Es una ecuación que, sobre el papel, tiene sentido financiero.

Esto podría abrir la puerta a que otros gigantes tecnológicos sigan el mismo camino. Apple tiene 67.000 millones en efectivo disponible – suficiente para comprar Paramount tres veces. El panorama cinematográfico podría cambiar radicalmente en los próximos años.

El equilibrio entre algoritmos y taquilla

Más allá de las cifras astronómicas, Netflix tendrá que demostrar que puede gestionar no solo algoritmos y datos de visualización, sino también la compleja maquinaria de producción y distribución cinematográfica tradicional.

La promesa de mantener el modelo teatral suena bien sobre el papel, pero la realidad será más compleja. Netflix tendrá que equilibrar sus métricas de engagement con los KPIs tradicionales de taquilla – dos mundos que hasta ahora han funcionado con lógicas diferentes.

Los 82.700 millones de dólares que Netflix está dispuesta a pagar por Warner Bros. Discovery representan la apuesta más arriesgada de la historia del streaming. Si sale bien, Netflix se convertirá en el primer híbrido exitoso entre plataforma digital y estudio tradicional.

Lo que está claro es que estamos ante un momento bisagra para la industria. Las próximas semanas serán cruciales para entender si esta operación se materializa y cómo cambiará para siempre la forma en que las películas llegan hasta nosotros. Una cosa es segura: los números nunca habían contado una historia tan fascinante como esta.