• El reboot de Arma Desnuda con Liam Neeson ha recaudado 33 millones de dólares en menos de dos semanas, demostrando que las comedias aún tienen su lugar en taquilla.

• En mis años analizando números de taquilla, pocas veces he visto una comedia con un 89% en Rotten Tomatoes generar tanto interés comercial y crítico a la vez.

• Con un presupuesto de 42 millones, la película está cerca del punto de equilibrio y podría marcar el inicio de una nueva era para las comedias teatrales.

¿Quién iba a decir que ver a Liam Neeson interpretando al hijo de Frank Drebin sería exactamente lo que necesitaba la taquilla en 2025? Mientras los superhéroes siguen dominando las salas, esta pequeña comedia ha conseguido algo que parecía imposible: hacer reír al público y, de paso, a los ejecutivos de los estudios.

Los números no mienten, y en este caso cuentan una historia fascinante sobre cómo el público sigue hambriento de risas genuinas. En una época donde las comedias parecían haber perdido su lugar en el cine, Arma Desnuda llega para recordarnos que una buena carcajada vale tanto como cualquier explosión millonaria.

Un debut que rompe moldes (y expectativas)

Cuando Arma Desnuda se estrenó el 1 de agosto, pocos esperaban que una comedia pudiera generar tanto revuelo. Con una apertura de 16,8 millones de dólares, la película demostró desde el primer fin de semana que había conectado con el público.

La caída del 50% en su segundo fin de semana podría parecer preocupante, pero aquí viene lo interesante: en el panorama actual, esa cifra es completamente normal para las comedias. He visto blockbusters de 200 millones sufrir descensos similares.

Lo que realmente llama la atención es cómo ha conseguido mantener el interés del público. Con un presupuesto de 42 millones de dólares, la película está rozando ya su punto de equilibrio solo con la recaudación doméstica.

La fórmula del éxito: nostalgia + humor fresco

El secreto del éxito parece estar en haber encontrado el equilibrio perfecto. Por un lado, respeta el legado de Leslie Nielsen y la esencia de las películas originales. Por otro, aporta suficientes elementos nuevos para no parecer una simple copia.

Liam Neeson, conocido por sus papeles dramáticos y de acción, demuestra aquí su versatilidad cómica. La elección del actor irlandés fue arriesgada, pero los números demuestran que fue acertada.

El 89% en Rotten Tomatoes no es casualidad. La crítica ha valorado positivamente cómo la película logra ser accesible tanto para los fans originales como para las nuevas generaciones. Esa puntuación, combinada con la respuesta del público, sugiere que estamos ante un producto que funciona en múltiples niveles.

El contexto que lo cambia todo

Para entender realmente el impacto de estos 33 millones, hay que ponerlos en perspectiva. Estamos en una época donde las comedias luchan por encontrar su lugar en las salas de cine.

Que una comedia consiga estos números en menos de dos semanas es, literalmente, para quitarse el sombrero. No estamos hablando de cifras de superhéroes, pero sí de un rendimiento sólido que podría marcar un antes y un después.

La duración de 85 minutos también juega a su favor. En una época donde las películas se alargan innecesariamente, Arma Desnuda va al grano, cuenta su historia y se despide dejando al público con ganas de más.

¿El renacer de las comedias teatrales?

Los datos apuntan a que podríamos estar ante el inicio de una nueva era para las comedias en cines. Si Arma Desnuda continúa manteniendo este ritmo, no sería extraño ver más proyectos similares en desarrollo.

La clave está en entender qué ha funcionado aquí: un reparto sólido, un guión que respeta el material original sin ser esclavo de él, y una producción que no se ha vuelto loca con el presupuesto.

Akiva Schaffer ha demostrado que es posible hacer reír sin necesidad de efectos especiales millonarios. A veces, la simplicidad bien ejecutada es la mejor receta.

Los 33 millones de Arma Desnuda representan más que una cifra de taquilla; son la prueba de que el público sigue valorando las buenas comedias cuando se les ofrece calidad. En un mercado saturado de reboots fallidos, esta película ha conseguido algo extraordinario: justificar su existencia tanto artística como comercialmente.

Si estos números se mantienen, no me extrañaría que pronto empecemos a escuchar rumores sobre una secuela. Porque al final, en Hollywood, los números que cuentan historias de éxito siempre encuentran quien quiera escuchar el siguiente capítulo.