• Avengers: Doomsday llegará el 18 de diciembre de 2026 y promete conectar cabos sueltos de Endgame que llevamos años esperando que cobren sentido.
• Como seguidora del MCU desde los cómics, creo que la muerte de Tony creó el vacío perfecto para que Doom emerja como el genio que «puede hacerlo mejor».
• La integración de los Cuatro Fantásticos y los X-Men a través del multiverso podría ser la jugada más brillante de Marvel hasta la fecha.
¿Habéis tenido esa sensación de que Marvel nos lleva preparando para algo épico durante años sin que nos hayamos dado cuenta? Desde que vi Endgame en 2019, he vuelto a ella más veces de las que debería admitir, y cada revisión me convence más de que los Russo y Feige plantaron semillas que apenas estamos empezando a ver germinar.
Con Avengers: Doomsday confirmado para diciembre de 2026, esos detalles que parecían simples guiños empiezan a formar un patrón mucho más inteligente. Y no me refiero solo a los viajes temporales o las gemas del infinito. Hay algo más sutil en cómo Endgame preparó el terreno para Doctor Doom y esta nueva generación de héroes.
El vacío que dejó Tony Stark
Cuando Tony chasqueó los dedos por última vez, todos lloramos. Pero su sacrificio hizo algo más que salvar el universo: creó el espacio perfecto para que alguien como Victor Von Doom pudiera justificar su ascenso.
Tony era el genio, el visionario, el que siempre tenía un plan. Su muerte dejó un hueco enorme no solo emocionalmente, sino estratégicamente. ¿Y quién mejor para llenarlo que otro genio tecnológico con una visión muy particular del orden mundial?
En los cómics, Doom siempre ha sido fascinante porque genuinamente cree que él es la solución. No destruye por destruir; ve el caos y piensa «yo puedo hacerlo mejor». Suena familiar, ¿verdad? Tony tenía esa misma arrogancia, pero canalizada hacia el bien.
La diferencia es que Doom carece del corazón de Tony. Pero tiene su inteligencia, sus recursos, y ahora la justificación perfecta: «Mirad lo que pasa cuando dejáis que los héroes tomen las decisiones importantes.»
Los nuevos Vengadores estaban ahí desde el principio
Una de las jugadas más inteligentes de Endgame fue mostrarnos la transición generacional sin que nos diésemos cuenta. Steve pasó el escudo a Sam, Natasha se sacrificó, Tony se convirtió en leyenda.
Pero fijaos en quién quedó: Sam como nuevo Capitán América, Wanda con poder para reescribir la realidad, Strange como guardián místico, y Carol como conexión cósmica. Un equipo completamente diferente, con habilidades que van mucho más allá de lo que podían hacer los originales.
Este grupo está perfectamente posicionado para amenazas multiversales. No es casualidad que viésemos a Wanda alterando la realidad en WandaVision o a Strange abriendo el multiverso en No Way Home. Nos preparaban para una escala de conflicto completamente nueva.
Y Doom es el antagonista perfecto para ellos. No es otro tipo con un guantelete. Es alguien que opera en todos los niveles: tecnológico, místico, político y multiversal.
Los Cuatro Fantásticos y los X-Men: la pieza que faltaba
Aquí viene lo que más me emociona: la integración de los Cuatro Fantásticos y los X-Men. Durante años esperamos que Marvel recuperase estos personajes, y Endgame nos dio exactamente el marco narrativo necesario.
Los viajes temporales y alteraciones de línea temporal no fueron solo un recurso para traer de vuelta a los del Blip. Fueron la excusa perfecta para explicar por qué de repente tenemos mutantes o por qué aparece una familia de exploradores espaciales justo cuando los necesitamos.
Reed Richards va a ser clave. En los cómics, él y Doom tienen una de las rivalidades más complejas de Marvel. Dos genios que tomaron caminos opuestos, con un conflicto tanto personal como ideológico. Tener a Reed como contrapunto intelectual a Doom añadirá la profundidad que el MCU necesita tras perder a Tony.
Sue Storm no solo es una de las heroínas más poderosas, sino que tiene historia personal con Doom. Johnny aporta energía juvenil. Y Ben será el corazón emocional que siempre han sido Los Cuatro Fantásticos.
El multiverso como tablero de juego
Lo que más me gustó de cómo manejaron el multiverso en Endgame es que no se sintió como truco barato. Fue consecuencia natural de las acciones de los personajes, con reglas claras. Eso es lo que necesitamos para Doomsday.
Doom no será amenaza solo para nuestro universo, sino para todos. Y eso significa que necesitaremos ayuda de todos los universos. ¿Recordáis cuando todos los héroes aparecieron por los portales en la batalla final? Multiplicadlo por infinito.
Pero no puede ser solo un desfile de cameos. Tiene que haber corazón, stakes emocionales reales. Y ahí es donde la muerte de Tony seguirá resonando. Cada decisión de estos nuevos héroes estará influenciada por su sacrificio, por la lección de que hacer lo correcto a veces requiere el mayor precio.
Lo que realmente nos espera
Como seguidora del MCU desde el principio, nunca había estado tan emocionada. Doomsday no será solo otra película de superhéroes; será la culminación de más de una década de storytelling cuidadoso.
Y a diferencia de Endgame, que se sintió como final, Doomsday se siente como nuevo comienzo. Es la oportunidad de Marvel de demostrar que pueden seguir contando historias épicas incluso después de que sus héroes originales hayan pasado el testigo.
Doom usará el legado de Tony contra los héroes. Señalará que Stark, con todas sus buenas intenciones, dejó un mundo más peligroso. Argumentará que los héroes crean sus propios villanos, que el caos es inevitable. Y lo aterrador es que tendrá razón en algunas cosas.
Cada vez que reveo Endgame, sonrío pensando en todas las pistas que estaban ahí. Marvel nos ha preparado para este momento durante años. El 18 de diciembre de 2026 no puede llegar lo suficientemente pronto.
Eso sí, espero que no se repitan algunos errores del pasado. La Fase 4 tuvo momentos brillantes, pero también perdió el rumbo en ocasiones. Con Doomsday tienen la oportunidad de demostrar que han aprendido la lección y que el futuro del MCU está en buenas manos.

