• La serie Lanterns ha terminado su rodaje y promete mostrar a los Green Lantern Corps como héroes profundamente humanos que abrazan sus defectos.
• Aaron Pierre defiende que estos personajes son «extremadamente cercanos» porque luchan activamente por redimirse de sus errores, algo que les hace únicos.
• Con Kyle Chandler como Hal Jordan y un enfoque en la mentoría entre veteranos y novatos, DC podría haber encontrado por fin la fórmula correcta para estos personajes.
¿Sabéis qué es lo que más me jode del cine de superhéroes actual? Que todo el mundo quiere hacer al héroe perfecto, inmaculado, sin fisuras. Como si la grandeza viniera de la ausencia de defectos y no de la lucha constante contra ellos. Por eso, cuando leo las declaraciones de Aaron Pierre sobre Lanterns, se me pone la piel de gallina. Por fin alguien que entiende que los mejores héroes no son los que nunca fallan, sino los que se levantan cada vez que la cagan.
Y es que los Green Lantern Corps siempre han tenido ese potencial narrativo brutal que Hollywood se ha empeñado en desperdiciar. Héroes cósmicos con traumas terrestres, guerreros del espacio que luchan contra sus propios demonios internos. Si Snyder hubiera tenido la oportunidad de desarrollar su visión completa del universo DC, seguramente habríamos visto esta complejidad emocional llevada al extremo. Imagino esas secuencias en cámara lenta donde el anillo de poder se convierte en metáfora visual de la lucha interna, esos primeros planos cargados de simbolismo que solo él sabe crear.
Pero bueno, aquí estamos, esperando que esta nueva serie entienda lo que otros no supieron ver. Y después del desastre de 2011 con Ryan Reynolds, cualquier cosa que respete la esencia de estos personajes ya es un milagro.
Aaron Pierre habla claro sobre lo que hace especiales a los Green Lantern
Pierre, que interpreta a John Stewart en la nueva serie de DC, no se anda con rodeos cuando explica por qué estos personajes conectan tanto con el público. «Abrazan sus defectos de una manera que es hermosa», dice el actor, y joder, qué razón tiene.
La serie seguirá a Hal Jordan acercándose a la jubilación mientras entrena a John Stewart como nuevo recluta. Kyle Chandler dará vida al veterano Hal, mientras que Nathan Fillion interpretará a Guy Gardner y Ulrich Thomsen será Sinestro. Un reparto que promete, la verdad.
Pero lo que más me llama la atención es cómo Pierre describe el enfoque de la serie. No estamos hablando de superhéroes de cartón que salvan el día y se van a casa como si nada. Estamos hablando de personajes que «hacen todo lo posible por redimirse activamente, conscientemente».
Esto me recuerda a la forma en que Snyder construía sus héroes: nunca perfectos, siempre luchando contra algo más grande que ellos mismos. La diferencia es que Zack lo habría plasmado con esa fotografía épica suya, esos contraluces dorados que convierten cada momento de duda en pura poesía visual.
La humanidad como superpoder
Y ahí está la clave, ¿no? En una época donde Marvel nos vende héroes que hacen chistes mientras el mundo se acaba, DC tiene la oportunidad de oro de apostar por la profundidad emocional. Los Green Lantern Corps no son perfectos, y esa imperfección es precisamente lo que les hace grandes.
Pierre insiste en que hay «un punto de acceso a estos héroes» que otros personajes no tienen. Y tiene toda la razón del mundo. Cuando ves a un Green Lantern luchando contra sus propios miedos mientras salva el universo, conectas con él de una manera visceral.
El problema es que esto requiere una narrativa visual que esté a la altura. No vale con que los personajes sean complejos si luego los filmas como si fuera una serie de televisión cualquiera. Necesitas esa épica visual, esa composición que haga que cada plano cuente una historia.
El rodaje de Lanterns ya ha terminado, lo que significa que pronto podremos juzgar si realmente han conseguido capturar esa esencia. Porque una cosa es hablar bonito en las entrevistas y otra muy distinta es plasmarlo en pantalla con la intensidad visual y emocional que estos personajes merecen.
DC busca la redención a través de sus héroes
Lo que me parece más interesante de todo esto es cómo DC parece estar apostando por un enfoque más maduro y complejo para sus adaptaciones. Después de años de decisiones cuestionables por parte de Warner – y no me hagáis hablar de cómo destrozaron el Snyderverso – ver que se centran en la construcción de personajes en lugar de en espectáculos vacíos me da esperanza.
Pero también me da miedo. Porque Warner tiene un historial de cagadas épicas cuando se trata de entender qué hace especiales a estos personajes. ¿Cuántas veces hemos visto cómo prometen «respeto por el material original» para luego entregar productos descafeinados?
La relación mentor-alumno entre Hal Jordan y John Stewart tiene un potencial narrativo brutal. Dos generaciones de héroes, dos formas diferentes de enfrentarse al peso del anillo, dos maneras distintas de cargar con la responsabilidad cósmica.
Imagino las posibilidades visuales: el contraste entre la experiencia desgastada de Hal y la energía bruta de John, plasmado a través de la cinematografía. Los primeros planos de las manos temblando antes de crear una construcción de luz verde. Los momentos de silencio donde el peso del cosmos se siente en cada grano de la imagen.
Lanterns tiene todas las cartas para demostrar que DC puede hacer televisión de superhéroes con sustancia real. Pierre y su equipo parecen entender que estos personajes funcionan mejor cuando se les permite ser vulnerables, cuando se les deja sangrar un poco antes de brillar.
Y es que al final, los mejores superhéroes son los que nos recuerdan que la heroicidad no viene de la ausencia de miedo o de defectos, sino de la decisión consciente de seguir luchando a pesar de ellos. Esa es la verdadera épica, no los fuegos artificiales digitales sin alma que nos venden otros estudios.
Si consiguen mantener esa filosofía a lo largo de toda la serie, si realmente abrazan esa belleza de los defectos de la que habla Pierre, podríamos estar ante algo especial. Algo que nos recuerde por qué nos enamoramos de estos personajes en primer lugar: no por su perfección, sino por su humanidad inquebrantable en medio del cosmos infinito.
Solo espero que Warner no meta la pata otra vez. Porque estos personajes se merecen algo mejor que otra oportunidad perdida.

