• Las primeras imágenes de Supergirl revelan una Kara más madura y compleja, con Milly Alcock en un papel que promete alejarse de las versiones más luminosas del personaje.
• Esta aproximación de Gunn me parece la correcta para un personaje que siempre ha sido difícil de adaptar, apostando por la profundidad emocional sobre los efectos espectaculares.
• La inclusión de Jason Momoa como Lobo y la estética mostrada sugieren un universo DC que por fin entiende sus propias fortalezas narrativas.
Después de años viendo cómo DC navegaba entre reinvenciones y falsos comienzos, James Gunn ha conseguido algo que parecía imposible: generar expectación genuina sin sobreprometer.
El universo que está construyendo tiene esa sensación de inevitabilidad que solo surge cuando alguien entiende realmente el material fuente. Y ahora, con las primeras imágenes de Supergirl, vemos cómo esa visión se extiende más allá de Superman.
Lo fascinante de este primer vistazo no es solo lo que muestra, sino lo que sugiere. Una Kara sentada en una parada de autobús desolada, con gafas de sol y gabardina, mientras una nave desciende del cielo.
Es una imagen que habla de aislamiento, de secretos, de alguien que no encaja del todo en este mundo. Y eso, viniendo de Gunn, promete una complejidad emocional que va mucho más allá de los típicos fuegos artificiales superheroicos.
Un nuevo enfoque para la Prima de Acero
Milly Alcock como Kara representa una apuesta arriesgada pero inteligente. Conocida por su trabajo en House of the Dragon, la actriz australiana trae una intensidad natural que encaja perfectamente con la visión más madura que Gunn parece tener para Supergirl.
Esta será solo la segunda aparición teatral del personaje desde aquella película de 1984. Y seamos honestos, la película de Helen Slater no ha envejecido precisamente bien.
Slater hizo lo que pudo con un guión que parecía más interesado en repetir fórmulas que en explorar lo que hace única a Kara. Era la época en la que los spin-offs superheroicos se veían como productos derivados, no como historias con entidad propia.
La diferencia fundamental aquí es el contexto. Mientras que en los 80 Supergirl llegaba como un spin-off de una franquicia ya establecida, ahora forma parte integral de un universo que se está construyendo desde cero.
Gunn tiene la libertad de definir quién es Kara sin las limitaciones de continuidades previas. Es algo que ya vimos funcionar brillantemente con su aproximación a Guardians of the Galaxy.
La estética de la supervivencia
Esas primeras imágenes revelan mucho sobre el tono que busca la película. La parada de autobús desolada, la ropa que intenta pasar desapercibida, la nave que desciende amenazante.
Todo apunta a una historia de supervivencia más que de triunfo. Es una aproximación que me recuerda a los mejores momentos de Man of Steel, cuando Snyder exploraba la alienación inherente al ser el último de tu especie.
Pero donde Snyder tendía hacia lo épico y lo mitológico, Gunn parece buscar algo más íntimo y personal. Es la diferencia entre el Clark que destroza Metrópolis y el Peter Quill que busca a su padre entre las estrellas.
La presencia confirmada de Jason Momoa como Lobo añade otra capa de complejidad. Lobo no es precisamente un villano sutil, y su inclusión sugiere que veremos a Kara enfrentarse a amenazas que van más allá de lo que podría manejar con diplomacia.
Para quien no conozca al personaje, Lobo es básicamente lo que pasaría si Wolverine fuese un cazarrecompensas intergaláctico sin límites morales. Su presencia garantiza que esta no será una película para toda la familia.
El factor Gunn en acción
Lo que más me emociona de este proyecto es cómo Gunn está aplicando las lecciones aprendidas en Guardians of the Galaxy al universo DC.
Su habilidad para encontrar el corazón emocional en personajes aparentemente imposibles de adaptar es exactamente lo que necesita Supergirl. Recordemos que consiguió que nos importase un mapache parlante y un árbol que solo dice tres palabras.
Kara siempre ha sido un personaje complejo de manejar en pantalla. Demasiado poderosa para generar tensión fácilmente, pero con un trasfondo emocional lo suficientemente rico como para sostener historias profundas.
Gunn entiende que el verdadero conflicto nunca viene de si puede ganar una pelea, sino de si puede encontrar su lugar en un mundo que no es el suyo. Es la misma filosofía que hizo funcionar a Superman: All-Star de Grant Morrison.
El hecho de que el tráiler completo llegue esta semana demuestra la confianza que tiene Warner en el material. No están escondiendo nada; están orgullosos de mostrar lo que han conseguido.
Expectativas y realidades
Con fecha de estreno fijada para el 26 de junio de 2026, Supergirl llega en un momento crucial para DC.
Después de años de intentos fallidos y reinvenciones a medias, necesitan demostrar que pueden sostener un universo cinematográfico coherente. La era Snyder tuvo sus aciertos, pero también sus limitaciones evidentes.
La ventaja que tiene Gunn es que no está intentando competir directamente con Marvel en su propio terreno. Su DC se siente diferente, más personal, menos preocupado por establecer conexiones forzadas entre películas.
Está más interesado en contar historias que funcionen por sí mismas. Es una aproximación que me recuerda a los mejores momentos de la Justice League Unlimited de Bruce Timm.
Esta versión de Supergirl parece prometernos exactamente eso: una historia que honra el legado del personaje mientras explora nuevos territorios narrativos.
Y si estas primeras imágenes son indicativas del conjunto, estamos ante algo especial. Hay una confianza tranquila en la presentación que contrasta con la desesperación de proyectos anteriores.
Después de décadas viendo adaptaciones que no terminaban de funcionar, hay algo refrescante en la contención que transmite este primer vistazo.
Gunn no está gritando para llamar nuestra atención; simplemente está mostrando una imagen poderosa y dejando que hable por sí misma. En un mundo saturado de tráilers que lo revelan todo, esa contención es casi revolucionaria.
El verdadero test llegará cuando veamos el tráiler completo esta semana. Pero por ahora, estas primeras imágenes han conseguido algo que parecía imposible: hacer que una nueva película de DC se sienta inevitable en el mejor sentido posible.
Como si fuera exactamente la historia que necesitábamos ver, en el momento perfecto para contarla.

