• Warner Bros. ha confirmado oficialmente ‘Gremlins 3’ para noviembre de 2027, con Steven Spielberg y Chris Columbus regresando al proyecto tras más de tres décadas.
• La franquicia vuelve en un momento donde Hollywood busca desesperadamente reconectar con audiencias a través de la nostalgia, pero ¿puede capturar la magia subversiva del original?
• Este regreso plantea preguntas fascinantes sobre cómo las criaturas que una vez satirizaron el consumismo americano funcionarán en nuestra era de capitalismo digital desenfrenado.
Hay algo profundamente inquietante en el timing de este anuncio. Mientras el mundo se tambalea entre crisis climáticas, guerras tecnológicas y una desconexión social cada vez más palpable, Hollywood decide resucitar a unas criaturas que, en 1984, funcionaron como una metáfora perfecta del caos que se desata cuando no respetamos las reglas básicas de convivencia.
Los Gremlins no eran solo monstruos; eran un espejo distorsionado de nosotros mismos. Y la pregunta que me ronda no es si la película será buena o mala, sino si seremos capaces de reconocer el mensaje cuando lo tengamos delante.
El Regreso de los Arquitectos Originales
Warner Bros. ha confirmado que ‘Gremlins 3’ llegará a los cines el 19 de noviembre de 2027. El anuncio trae consigo el regreso de Steven Spielberg como productor ejecutivo y Chris Columbus en la dirección.
Columbus, quien estuvo involucrado en el filme original, entiende el delicado equilibrio entre horror y comedia que hizo funcionar la propuesta inicial. Spielberg siempre ha tenido esa capacidad única para encontrar lo extraordinario en lo cotidiano, algo esencial para una franquicia que convirtió una tienda de mascotas en el epicentro del apocalipsis suburbano.
La ausencia de Joe Dante es notable. Dante logró algo extraordinario: crear una sátira del consumismo americano disfrazada de película familiar. La pregunta es si Columbus podrá capturar esa misma energía subversiva.
Las Reglas en la Era Digital
Las tres reglas fundamentales de los Mogwai —no exponerlos a la luz brillante, no mojarlos y no alimentarlos después de medianoche— funcionaron en 1984 como una metáfora sobre la responsabilidad y las consecuencias.
En nuestra era de algoritmos e inteligencia artificial, esas reglas adquieren una resonancia completamente nueva. ¿No estamos constantemente «alimentando después de medianoche» a nuestros dispositivos con contenido tóxico? ¿No estamos «mojando» nuestras vidas privadas con la exposición digital constante?
La metáfora de los Gremlins como consecuencia de nuestros actos irresponsables nunca ha sido más relevante. Nuestras creaciones digitales se multiplican sin control en la oscuridad de nuestras pantallas, exactamente como aquellas criaturas en el Kingston Falls de 1984.
El Legado Imperfecto
La película original recaudó 212 millones de dólares y contribuyó a la creación de la clasificación PG-13. ‘Gremlins 2: The New Batch’ (1990) fue un fracaso comercial que con el tiempo se convirtió en objeto de culto, una metacrítica aún más salvaje que satirizaba los excesos corporativos.
Esa evolución me recuerda a ‘Blade Runner’: la primera película planteó preguntas incómodas, la secuela las profundizó hasta convertirlas en filosofía pura. ¿Será ‘Gremlins 3’ capaz de encontrar su propia voz en 2027?
La Nostalgia Como Diagnóstico
El anuncio llega cuando Hollywood parece obsesionado con revivir propiedades de los años 80. Pero la nostalgia puede ser traicionera: lo que funcionó hace cuatro décadas podría resultar vacío de significado.
La clave estará en entender que los Gremlins nunca fueron realmente sobre las criaturas. Eran sobre nosotros: sobre nuestra tendencia a ignorar advertencias, a buscar atajos, a priorizar la gratificación inmediata sobre las consecuencias.
En 2027, esos temas no solo siguen siendo relevantes; son urgentes. El verdadero desafío no será crear criaturas más espectaculares, sino hacer que una audiencia saturada se detenga a reflexionar sobre las reglas que rompemos cada día.
Los Gremlins regresan en el momento perfecto. Vivimos en una época donde hemos roto prácticamente todas las reglas de convivencia digital, social y medioambiental. Las criaturas que emerjan de esa oscuridad no serán solo entretenimiento; serán un diagnóstico de nuestro tiempo.
La pregunta no es si estaremos preparados para ver ‘Gremlins 3’, sino si estaremos preparados para reconocernos en ella. Porque los verdaderos monstruos, como siempre ocurre con el mejor cine fantástico, somos nosotros.

