El showrunner de X-Men ’97 DESTROZA a Kevin Feige (y tiene razón)

Descubre cómo X-Men ’97 desafía la fórmula del MCU con éxito auténtico y sin dependencia de celebrities.

✍🏻 Por Clara Domenech

agosto 16, 2025

• Beau DeMayo acusa a Kevin Feige de resentir el éxito de X-Men ’97 porque los fans la usaban para criticar el rumbo actual del MCU.

• La serie demostró que se puede hacer contenido Marvel exitoso sin depender de celebrities ni de la fórmula manufacturada actual.

• Esta polémica revela las tensiones internas de Marvel Studios y plantea preguntas importantes sobre si hay espacio para la creatividad real.

¿Recordáis esa sensación de ver X-Men ’97 y pensar «joder, esto es lo que llevaba años esperando del universo Marvel»? Esa conexión emocional auténtica, ese respeto por los personajes que conocemos desde los cómics, esa narrativa que no necesita celebrities para funcionar.

Pues resulta que no fuisteis los únicos en notarlo, y al parecer, eso no le hizo ni pizca de gracia a cierta gente en los despachos de Marvel Studios.

El éxito que nadie esperaba (o quería)

Cuando X-Men ’97 se estrenó, muchos pensamos que sería una apuesta nostálgica más de Disney+. Una serie bonita para los que crecimos con la animación de los 90, pero sin mayor trascendencia. Vaya si nos equivocamos.

La serie no solo funcionó: brilló con luz propia. Y lo hizo precisamente en todo aquello en lo que el MCU actual parece estar fallando. Personajes con arcos emocionales reales, respeto por el material original, y una narrativa que no necesita guiños constantes para mantenerte enganchado.

Beau DeMayo, el showrunner que fue despedido antes del estreno, ha salido ahora a contar su versión. Sus declaraciones son explosivas: «Kevin resentía mi trabajo y la serie porque los FANS la estabais usando como referéndum sobre cómo el MCU de Kevin está fallando».

Cuando el éxito se convierte en problema

Lo que más me llama la atención no son las acusaciones en sí, sino lo que revelan sobre el estado actual de Marvel Studios. Según DeMayo, la cúpula de Marvel deliberadamente minimizó el éxito de X-Men ’97 y no apoyó al equipo creativo.

¿Os suena familiar? Es el mismo patrón que hemos visto con otros proyectos que se han salido del molde establecido. Cuando algo funciona pero no encaja en la fórmula, parece que la reacción es intentar controlarlo o marginalizarlo.

DeMayo también critica la obsesión actual de Feige con los cameos de celebrities: «No se habla de los héroes reales, los personajes o la historia, porque Kevin y su gente están obsesionados con las estrellas esperando que eso genere dinero en taquilla».

Y aquí está el quid de la cuestión. X-Men ’97 demostró que se puede hacer contenido Marvel exitoso sin depender de la fórmula actual del MCU. Sin necesidad de meter a tal o cual actor famoso, sin bromas constantes que rompan la tensión dramática.

El elefante en la habitación

Lo más revelador es que ni Feige ni otros ejecutivos de Marvel asistieron al estreno de X-Men ’97. Para una serie que acabaría siendo uno de los productos mejor valorados de Marvel en años, esa ausencia dice mucho.

Como fan que ha seguido el MCU desde Iron Man, entiendo la frustración. Hemos visto cómo la fórmula que funcionó tan bien en las primeras fases se ha ido diluyendo. Y cuando aparece algo como X-Men ’97 que nos recuerda por qué nos enamoramos de estos personajes, duele pensar que pueda estar siendo saboteado desde dentro.

No es que todo lo que hace Marvel sea malo. Pero sí creo que hemos llegado a un punto donde la maquinaria se ha vuelto más importante que las historias. Y X-Men ’97 fue un recordatorio de que no tiene por qué ser así.

Las consecuencias de hablar claro

DeMayo sabe que estas declaraciones probablemente le cierren puertas en Hollywood. Pero también sabe que los fans hemos conectado con su trabajo de una forma que no habíamos experimentado con Marvel en mucho tiempo.

La serie fue elogiada incluso por gente como Ryan Reynolds y Shawn Levy, que trabajaron en Deadpool & Wolverine. Eso dice mucho sobre la calidad del trabajo y sobre cómo fue recibido dentro de la propia industria.

Al final, esta polémica va más allá de egos personales. Es sobre la dirección que está tomando Marvel, sobre si estamos dispuestos a conformarnos con productos seguros pero mediocres, o si todavía hay espacio para la creatividad y el riesgo.


Esta batalla entre DeMayo y Feige es, en el fondo, nuestra batalla como fans. Es la tensión entre lo que queremos ver y lo que nos están dando, entre la pasión por los personajes y las decisiones corporativas.

X-Men ’97 nos demostró que es posible hacer las cosas de otra manera, y quizás por eso molestó tanto a quien no debería. Los fans hemos hablado alto y claro sobre qué tipo de contenido Marvel queremos. La pregunta es si alguien en los despachos está dispuesto a escuchar.


Crecí con los cómics de Marvel y me enamoré del MCU desde el primer “I am Iron Man”. Me encanta seguir teorías, analizar tramas y perderme en cada nuevo estreno, pero también sé cuándo algo no está a la altura. Disfruto del hype, pero escribo con criterio. Porque si no le exigimos al cine que mejore, ¿entonces para qué estamos aquí?

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