Netflix canceló la serie de ciencia ficción más inteligente que jamás hizo

Descubre cómo ‘Travelers’ desafía el libre albedrío a través de viajes mentales del futuro al presente, explorando el cambio y la redención. ¡No te lo pierdas!

✍🏻 Por Alex Reyna

agosto 14, 2025

• «Travelers» redefine el viaje temporal usando la transferencia de conciencias del futuro al presente, creando un thriller existencial que trasciende los efectos especiales para explorar el libre albedrío.

• La serie representa lo mejor de la ciencia ficción televisiva: una narrativa que confía en la inteligencia del espectador y plantea preguntas profundas sobre nuestra capacidad de cambio y redención.

• Netflix canceló prematuramente una de sus producciones más filosóficamente ambiciosas, perdiendo la oportunidad de explorar más profundamente temas como el determinismo y la esperanza.

¿Qué ocurre cuando el futuro decide reescribir su propio pasado? En un panorama televisivo saturado de viajes temporales que se pierden en paradojas y efectos especiales, existe una serie que se atreve a plantear algo mucho más profundo: ¿somos capaces de cambiar no solo nuestro destino, sino nuestra propia naturaleza?

«Travelers» no es solo ciencia ficción; es un espejo que refleja nuestras decisiones más íntimas y sus consecuencias a escala cósmica. Mientras pausaba un episodio para anotar una reflexión sobre la fragilidad de nuestras elecciones, me di cuenta de que esta serie hace algo que pocas producciones logran: convertir cada momento cotidiano en una meditación sobre el libre albedrío.

Como esas películas que te acompañan días después del visionado, «Travelers» planta semillas de preguntas que germinan lentamente en la mente del espectador.

La Conciencia Como Nave Temporal

Brad Wright, el visionario detrás de las sagas Stargate, nos presenta en «Travelers» un concepto que redefine por completo nuestra comprensión del viaje temporal. No hay máquinas relucientes ni portales interdimensionales. Aquí, la conciencia misma se convierte en el vehículo que atraviesa las décadas.

La premisa es tan elegante como perturbadora: operativos del siglo XXII envían su consciencia al pasado para habitar cuerpos de personas del siglo XXI en el momento exacto de su muerte. Es una forma de resurrección tecnológica que plantea preguntas fundamentales sobre la identidad y la continuidad del ser.

Eric McCormack lidera este equipo de «viajeros» como Grant MacLaren, un agente federal cuya vida se ve completamente transformada cuando una conciencia del futuro toma control de su cuerpo. La interpretación de McCormack es magistral, navegando entre dos personalidades que deben coexistir en un mismo espacio físico.

Los Seis Protocolos: Un Código Moral Para El Futuro

Lo que eleva «Travelers» por encima de otras series de ciencia ficción son sus seis protocolos fundamentales. Estas reglas no son meros dispositivos narrativos; son principios éticos que reflejan los dilemas morales más profundos de nuestra especie.

«La misión es lo primero» establece el protocolo inicial, pero ¿qué ocurre cuando la misión entra en conflicto con la humanidad que estos operativos van redescubriendo? «Deja el futuro en el pasado» suena simple, pero implementarlo significa renunciar a conocimientos que podrían salvar vidas individuales en favor del bien colectivo.

Cada protocolo se convierte en un campo de batalla interno para los personajes. MacKenzie Porter, como Marcy Warton, encarna esta lucha de manera particularmente conmovedora, mostrando cómo una conciencia avanzada debe aprender a navegar las complejidades emocionales de una vida que no es originalmente suya.

Netflix Y La Experimentación Narrativa

A mediados de la década de 2010, Netflix se atrevió a apostar por narrativas complejas y conceptualmente ambiciosas. «Travelers» compartía espacio con «Sense8», otra serie que exploraba la conexión entre conciencias, aunque desde perspectivas radicalmente diferentes.

Mientras «Sense8» celebraba la diversidad y la conexión empática global, «Travelers» se sumergía en territorios más sombríos: la supervivencia de la especie y el precio del sacrificio personal. Ambas series requerían una audiencia dispuesta a invertir tiempo y reflexión, algo que el algoritmo de Netflix eventualmente consideró insostenible.

La cancelación de «Travelers» tras tres temporadas representa más que una decisión comercial; simboliza el triunfo de lo inmediato sobre lo contemplativo, de la gratificación instantánea sobre la construcción narrativa pausada.

El Arte De La Misión Episódica

Una de las fortalezas más subestimadas de «Travelers» radica en su estructura episódica. Cada misión funciona como una parábola independiente que contribuye al arco narrativo mayor. Es una aproximación que recuerda a los mejores momentos de «Star Trek», donde cada episodio planteaba dilemas éticos universales a través de situaciones específicas.

Los viajeros deben prevenir muertes, alterar eventos clave y recopilar información, pero cada intervención genera ondas expansivas impredecibles. Es una representación visual del efecto mariposa que va más allá de la mera especulación científica para convertirse en una meditación sobre la responsabilidad.

La serie nunca cae en la tentación de ofrecer respuestas fáciles. Cada éxito viene acompañado de consecuencias inesperadas, cada salvación implica un sacrificio en otro lugar de la línea temporal.

La Humanidad Como Proyecto Inacabado

Lo que realmente distingue a «Travelers» es su fe inquebrantable en la capacidad humana de evolución. Los operativos del futuro no llegan como conquistadores, sino como jardineros que intentan cultivar las mejores versiones de nosotros mismos.

La serie sugiere que nuestro presente no es un punto fijo en la historia, sino un momento maleable donde cada decisión individual contribuye al destino colectivo. Es una perspectiva esperanzadora envuelta en un thriller de supervivencia que nunca pierde de vista su núcleo humanista.

Los personajes aprenden que cambiar el futuro requiere primero transformarse a sí mismos. Es una lección que trasciende la ciencia ficción para convertirse en una invitación a la introspección personal.

El Final Como Nuevo Comienzo

Aunque Netflix decidió concluir «Travelers» prematuramente, la serie logra cerrar su narrativa de manera satisfactoria. El final no ofrece resoluciones definitivas, sino que plantea nuevas preguntas sobre la naturaleza cíclica del tiempo y la persistencia de la esperanza.

Es un cierre que honra la complejidad temática de toda la serie, sugiriendo que cada final es también un comienzo, cada fracaso una oportunidad de aprendizaje que se extiende más allá de las limitaciones temporales.


«Travelers» permanece como un testimonio de lo que la televisión puede lograr cuando se atreve a confiar en la inteligencia de su audiencia. En un medio obsesionado con la acción y el espectáculo, esta serie eligió el camino más difícil: hacer que nos importaran las ideas tanto como los personajes que las encarnan.

Quizás el verdadero viaje temporal que propone «Travelers» no sea hacia el pasado, sino hacia un futuro donde seamos capaces de tomar las decisiones correctas antes de que sea demasiado tarde. En ese sentido, cada visionado se convierte en una pequeña misión personal: ¿qué haríamos nosotros si tuviéramos una segunda oportunidad para salvar el mundo?

La respuesta, como sugiere la serie, comienza con salvarnos a nosotros mismos.


Sobre Alex Reyna

Mi primer recuerdo de infancia es ver El Imperio Contraataca en VHS. Desde entonces, la ciencia ficción ha sido mi lenguaje. He montado Legos, he visto Interstellar más veces de las que debería, y siempre estoy buscando la próxima historia que me vuele la cabeza. Star Wars, Star Trek, Dune, Nolan… si tiene naves o viajes temporales, cuenta conmigo.

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