Y2K con Rachel Zegler se la pega en taquilla… Pero arrasa en HBO Max

Y2K se hundió en cines (4,5M) pero arrasó en HBO Max (#4 global). El streaming, el gancho del bug del 2000 y Zegler cambiaron la narrativa.

✍🏻 Por Lucas Ferrer

octubre 9, 2025

Y2K ha pasado de ser un fracaso en taquilla con solo 4,5 millones de dólares recaudados a convertirse en el cuarto filme más visto de HBO Max a nivel mundial.

Este fenómeno demuestra una vez más que las plataformas de streaming pueden rescatar películas que no funcionaron en cines, especialmente cuando tienen un gancho narrativo peculiar.

Rachel Zegler sigue acumulando tropiezos en taquilla, pero su magnetismo parece funcionar mejor en el formato doméstico que en las salas.

¿Cuántas veces hemos visto esta historia? Una película llega a los cines, se estrella contra la realidad de la taquilla como un meteorito, y todos la dan por muerta. Pero entonces, meses después, resurge en streaming como el ave fénix digital que nunca esperábamos.

Es el nuevo ciclo de vida del entretenimiento moderno, y Y2K acaba de convertirse en su ejemplo más reciente y llamativo. Los números no mienten, y en este caso cuentan una historia fascinante de redención digital.

El desastre inicial: cuando los números no cuadran

Vamos a ser claros con las cifras, porque son demoledoras. Y2K llegó a los cines el 6 de diciembre de 2024 con un presupuesto de 15 millones de dólares. Una cantidad modesta para los estándares actuales, pero que se convirtió en una losa cuando la película solo logró recaudar 4,5 millones en su paso por las salas.

Hablamos de un 30% de recuperación de la inversión. En el mundo de la taquilla, eso no es un fracaso: es una catástrofe. Para ponerlo en perspectiva, necesitaba recaudar al menos 30 millones para empezar a considerarse rentable.

La crítica tampoco ayudó. Un 43% en Rotten Tomatoes no es exactamente el sello de calidad que atrae a las masas. En mis años analizando estos datos, he visto cómo las películas con conceptos arriesgados suelen tener este problema: o conectan inmediatamente o se estrellan sin piedad.

El renacer en streaming: HBO Max al rescate

Pero aquí es donde la historia se pone interesante. En abril de 2025, Y2K aterrizó en HBO Max, y algo mágico ocurrió. La película que había sido ignorada en cines comenzó a escalar posiciones hasta situarse en el cuarto puesto del Top 10 global de la plataforma.

¿Qué cambió? El contexto. En streaming, el riesgo es menor. No hay que desplazarse, no hay que pagar entrada adicional, y la curiosidad puede más que las reseñas tibias.

La premisa de la película —tecnología que cobra vida tras el famoso bug del año 2000— resulta mucho más atractiva cuando puedes darle una oportunidad sin compromiso. Es algo que he observado repetidamente: las audiencias son más aventureras desde el sofá de casa.

Rachel Zegler, a pesar de su racha de fracasos comerciales, parece tener un magnetismo especial que funciona mejor en el formato doméstico. Su presencia, junto a Jaeden Martell y Julian Dennison, ha logrado captar la atención de una audiencia global que busca contenido diferente.

Las lecciones del fenómeno Y2K

Este caso ilustra perfectamente cómo ha cambiado el ecosistema del entretenimiento. Las plataformas de streaming se han convertido en el refugio perfecto para películas con conceptos arriesgados que no encuentran su lugar en el mercado cinematográfico tradicional.

La película de Kyle Mooney tenía todos los ingredientes para ser un producto de culto: una premisa absurda pero divertida, un reparto joven con carisma, y esa estética nostálgica que tanto funciona en redes sociales. Pero necesitaba el entorno adecuado para florecer.

Los 15 millones de presupuesto, que parecían una maldición en cines, se convierten en una ventaja en streaming. HBO Max ha conseguido contenido exclusivo que genera conversación por una fracción de lo que cuesta una producción original.

El factor Rachel Zegler y el timing perfecto

No podemos ignorar el patrón. Rachel Zegler acumula una serie de proyectos que no han funcionado comercialmente, pero su capacidad para generar interés sigue intacta. En Y2K, libre de las expectativas de una gran producción, puede brillar de manera más natural.

Recuerdo casos similares donde actores que parecían «malditos» en taquilla encontraron su momento en streaming. La diferencia está en el contexto y las expectativas.

Y2K no va a cambiar la historia del cine, pero sí nos recuerda algo fundamental: en la era del streaming, ninguna película está realmente muerta hasta que agota todas sus oportunidades.

Lo que hoy es un fracaso de taquilla puede ser mañana el fenómeno viral que todos comentan. Kyle Mooney y su equipo han conseguido algo que muchos directores envidiarían: una segunda oportunidad para que su visión encuentre a su público.

Al final, los números siempre cuentan la historia completa. Y la historia de Y2K es que, a veces, el timing lo es todo. En el momento equivocado fue un desastre; en el momento adecuado, se convirtió en un fenómeno global.

Esa es la magia impredecible del entretenimiento moderno: nunca sabes cuándo una película encontrará su verdadero hogar.


Apasionado por los números que cuentan historias, llevo más de 12 años desentrañando qué hay detrás del éxito (o fracaso) en taquilla. Para mí, cada cifra es un reflejo del público y la industria, y me encanta traducir esos datos en análisis claros y sorprendentes.

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