¿Por qué My Hero Academia ya no emociona? La dura verdad

La temporada final de My Hero Academia pierde emoción: exceso de tramas, fatiga y poca espera tras el manga la hunden al #24 en Crunchyroll. Duele el adiós.

✍🏻 Por Aiko Tanaka

octubre 19, 2025

¿Os acordáis de cuando My Hero Academia era esa serie que nos tenía completamente enganchados cada semana, contando los días hasta el próximo episodio? Esa sensación de emoción pura cuando Deku desbloqueaba un nuevo quirk o cuando All Might nos hacía llorar a moco tendido con sus discursos épicos. Pues bien, parece que esos días han quedado atrás, y no puedo evitar sentir una mezcla de nostalgia y melancolía al escribir esto.

La temporada final de My Hero Academia está experimentando una caída significativa en audiencia, ocupando actualmente el puesto 24 en Crunchyroll cuando antes dominaba las listas.

Creo firmemente que la serie se ha visto perjudicada por intentar abarcar demasiados personajes y tramas simultáneamente, perdiendo esa intensidad emocional que la caracterizaba.

El escaso tiempo entre el final del manga (agosto 2024) y la conclusión del anime ha reducido considerablemente la anticipación de los fans.

Mirad, no os voy a engañar: cuando empecé a ver My Hero Academia allá por 2016, pensé que había encontrado el sucesor espiritual de series como Naruto o Dragon Ball. La forma en que Horikoshi construyó ese mundo de héroes, con toda su complejidad moral y sus personajes tan humanos, me recordaba a por qué me enamoré del anime en primer lugar. Deku no era solo otro protagonista shounen más; era ese chaval que todos llevamos dentro, el que sueña con ser especial en un mundo que le dice que es del montón.

Pero aquí estamos, en 2024, y la magia parece haberse desvanecido un poco. No es que la calidad de animación haya bajado – Studio Bones sigue haciendo un trabajo espectacular visualmente hablando, al nivel de lo que esperaríamos de estudios como MAPPA o Madhouse. El problema es más profundo y tiene que ver con cómo se está contando esta historia final.

El peso de las expectativas

Una de las cosas que más me duele reconocer es que My Hero Academia se ha convertido en víctima de su propio éxito. Cuando una serie alcanza las alturas que alcanzó MHA, especialmente durante arcos como el de Kamino Ward o la temporada de los internados, las expectativas se disparan por las nubes.

Y seamos honestos, la Guerra Final que estamos viendo ahora mismo no está a la altura de esos momentos épicos que nos hicieron llorar y gritar de emoción. Me pasa como cuando vi el final de Attack on Titan – técnicamente bien ejecutado, pero faltaba esa chispa emocional.

El arco final intenta hacer malabarismos con un reparto enorme de personajes. Y aunque entiendo la intención de Horikoshi de dar cierre a todos los hilos narrativos, el resultado es una narrativa fragmentada que salta de batalla en batalla sin darnos tiempo para conectar emocionalmente. Es como si estuviéramos viendo múltiples peleas al mismo tiempo en lugar de una gran guerra cohesiva.

Cuando tienes personajes como Bakugo, Todoroki, Iida y tantos otros luchando en frentes diferentes, es difícil mantener esa intensidad emocional. Me recuerda a esos momentos en Naruto donde había demasiadas batallas simultáneas y perdías el hilo de lo que realmente importaba.

El factor tiempo: cuando menos es más

Algo que me parece especialmente problemático es lo poco que ha pasado entre el final del manga en agosto de 2024 y esta temporada final del anime. Normalmente, esa distancia temporal genera expectación, teorías, nostalgia… Pero aquí los fans apenas han tenido tiempo de procesar el final de la historia original.

Es una situación curiosa que no recuerdo haber visto antes en series de esta magnitud. Generalmente, cuando un manga tan popular llega a su fin, hay un período de reflexión, de análisis. Pero MHA nos ha dado tan poco tiempo para esa digestión emocional que muchos fans llegan al anime ya sabiendo exactamente qué va a pasar.

Además, seamos sinceros: después de ocho temporadas, es natural que cierta fatiga se instale. No es culpa de nadie en particular, es simplemente el ciclo natural de las series largas. Incluso One Piece, con toda su longevidad, tiene altibajos en términos de engagement.

La competencia feroz del anime actual

No podemos hablar del declive de MHA sin mencionar el contexto actual del anime. Estamos en una época dorada, con estudios como MAPPA, WIT Studio y Madhouse produciendo obras maestras constantemente. Series como Jujutsu Kaisen, Demon Slayer o Chainsaw Man han capturado la atención de esa audiencia joven que antes seguía religiosamente a My Hero Academia.

El puesto 24 en Crunchyroll no miente. Para una serie que una vez dominó las listas de popularidad, es un golpe duro. Pero también es comprensible cuando tienes en cuenta que el panorama del anime ha cambiado radicalmente desde 2016.

Me pasa un poco como cuando descubrí que había anime más allá de los grandes shounen – de repente, series más intimistas o experimentales empezaron a llamarme más la atención. El público ha evolucionado, y quizás MHA se ha quedado un poco anclada en su fórmula.

¿Dónde está la emoción?

Lo que más me entristece como fan es esa falta de buzz, de emoción colectiva que solía generar cada episodio nuevo. Antes, los lunes eran sagrados porque sabíamos que tendríamos un nuevo episodio de MHA del que hablar durante toda la semana. Las redes sociales se llenaban de teorías, fanarts, discusiones acaloradas.

Ahora, aunque cada episodio sigue siendo técnicamente sólido y la narrativa está bien construida, falta esa chispa que nos hacía sentir que estábamos presenciando algo especial. Es como ver a un viejo amigo que ya no tiene las mismas ganas de contarte sus aventuras.

Y no me malinterpretéis – no soy de esas personas que lloran por cualquier cosa (bueno, vale, sí lloro con los slice of life más tontos), pero MHA solía tener esos momentos que te pillaban desprevenida y te dejaban hecha un mar de lágrimas.

El legado permanece

A pesar de todo lo que he dicho, no quiero que se malinterprete mi mensaje. My Hero Academia sigue siendo una serie importante, una que ha marcado a toda una generación de fans del anime. El hecho de que su temporada final no esté generando la misma emoción no borra todo lo bueno que nos ha dado.

Deku seguirá siendo ese símbolo de perseverancia que inspiró a millones de personas. All Might continuará siendo uno de los mentores más queridos del anime, al nivel de un Jiraiya o un Kamina. Y momentos como «You’re next» o la pelea contra Overhaul permanecerán grabados en nuestros corazones para siempre.

Al final del día, quizás lo que estamos viviendo con My Hero Academia es simplemente el ciclo natural de las grandes series. Llegan, nos enamoran, alcanzan su pico, y luego, inevitablemente, llega el momento de decir sayonara.

Y aunque este adiós no sea tan épico como esperábamos, eso no significa que el viaje no haya valido la pena. A veces, las despedidas más silenciosas son las que más duelen, pero también las que más nos hacen valorar todo lo que vivimos juntos. Plus Ultra, Deku. Gracias por todo.


Nunca sé si el próximo anime me romperá el corazón o me hará reír como una loca. Aunque no lo parezca, soy española y crecí devorando mangas y soñando con Japón mientras preparaba ramen en casa. Maratones de Miyazaki y juegos de mesa con amigos son mi combustible diario.

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