Peacemaker 2 planta el DCU que Warner no supo hacer

Gunn usa el final de Peacemaker T2 para presentar Checkmate y Salvation, secuestra a Chris y rediseña el DCU con personajes humanos y una visión coherente.

✍🏻 Por Iván Salcedo

octubre 12, 2025

• James Gunn revela cómo el final de Peacemaker Temporada 2 introduce Checkmate y Salvation, dos elementos clave que darán forma al futuro del DCU.

• Una vez más, vemos cómo un creador con visión real construye un universo cinematográfico de verdad, no como el desastre que nos dejó Warner tras cargarse el Snyderverso.

• El futuro de una tercera temporada queda en el aire, pero la historia de Chris Smith continuará en otros proyectos del DCU.

¿Recordáis cuando Warner Bros tenía un plan coherente para DC? Yo sí. Se llamaba Snyderverso y lo destrozaron por cobardía.

Ahora, James Gunn intenta recoger los pedazos y construir algo nuevo desde cero. Y joder, al menos parece que sabe lo que está haciendo.

El final de la segunda temporada de Peacemaker no es solo el cierre de una serie: es la semilla de algo mucho más grande. Mientras otros estudios se dedican a hacer contenido de usar y tirar, Gunn está plantando las bases de un universo que promete tener la coherencia narrativa que tanto echamos de menos.

Cada decisión parece meditada, cada elemento introducido tiene un propósito. Es lo que pasa cuando dejas que un autor de verdad haga su trabajo sin interferencias corporativas.

El nacimiento de Checkmate: cuando los secundarios se convierten en protagonistas

El final de la segunda temporada nos presenta Checkmate, una nueva agencia de lucha contra el crimen formada por los «11th Street Kids». Esos personajes que empezaron siendo poco más que comparsas de Chris Smith.

Gunn ha conseguido algo que pocos directores logran: hacer que nos importe cada uno de estos personajes. Verlos formar su propia organización se siente como una progresión natural, no como un spin-off forzado.

Judomaster y los antiguos operativos de A.R.G.U.S. se unen a esta nueva formación que promete ser mucho más que un simple derivado. Es la evolución lógica de personajes que han crecido ante nuestros ojos.

No es casualidad que Gunn haya elegido este camino: conoce los cómics, respeta el material original y entiende que los mejores universos cinematográficos se construyen desde los cimientos. No desde arriba, como intentó hacer Warner después de destrozar lo que ya funcionaba.

Esta decisión demuestra algo que ya sabíamos: Gunn no está aquí para hacer contenido rápido y olvidable. Está construyendo algo que durará, algo con peso narrativo real.

Salvation: el infierno hecho realidad

Pero si Checkmate es esperanza, Salvation es pura pesadilla.

Una Tierra paralela convertida en prisión para metahumanos peligrosos. Un concepto que suena a ciencia ficción pero que Gunn presenta con la seriedad que merece.

No es solo un MacGuffin para crear tensión: es una amenaza real, tangible, que cambia las reglas del juego. Aquí se nota la mano de alguien que entiende la narrativa visual y sabe cómo construir tensión sin recurrir a explosiones vacías.

El cliffhanger que cierra la temporada es brutal en su simplicidad: Peacemaker es secuestrado y enviado a Salvation como venganza por haber matado a Rick Flag Jr.

Es el tipo de giro que te deja con la boca abierta, no por ser rebuscado o sorprendente por sorprender, sino porque se siente inevitable. Todo el arco narrativo de Chris Smith ha llevado a este momento.

Rick Flag Sr. no busca justicia: busca venganza pura y dura. Y qué mejor venganza que enviar a Chris al lugar más horrible que puede imaginar.

Es storytelling de verdad, no los giros aleatorios que tanto abundan en el cine actual.

El futuro incierto de Peacemaker

Aquí viene lo que más me jode: no hay planes inmediatos para una tercera temporada.

Gunn asegura que la historia de Chris Smith continuará en otros proyectos del DCU, pero después de ver cómo Warner se cargó todo lo que tocaba, uno no puede evitar estar nervioso.

Sin embargo, hay algo diferente en la forma en que Gunn habla de sus planes. No suena a ejecutivo vendiendo humo: suena a autor que sabe exactamente dónde quiere llevar su historia.

«Chris es increíblemente humano», dice Gunn, y se nota que lo dice en serio. No es marketing corporativo: es pasión real por el personaje.

La diferencia con lo que pasó antes es abismal. Allí teníamos a un estudio que no entendía la visión de sus directores y la saboteaba constantemente.

Aquí parece que Gunn tiene carta blanca para desarrollar su universo como considera oportuno. Al menos por ahora.

La filosofía detrás del caos

Lo que más me llama la atención de las declaraciones de Gunn es su enfoque en los personajes menos conocidos y las historias emocionalmente complejas.

«Vivimos en un mundo donde todo el mundo piensa que la forma de tratar con gente que piensa diferente es tratarlos como demonios», dice. Y joder, qué razón tiene.

Es exactamente lo que necesita DC ahora mismo: historias que promuevan el entendimiento entre perspectivas diferentes. No el maniqueísmo simplón que tanto abunda, sino narrativas que reconozcan que la realidad es compleja.

Que incluso los villanos tienen sus razones. Que los héroes pueden estar equivocados.

Peacemaker es el ejemplo perfecto: un personaje que podría ser fácilmente un fascista de cartón, pero que Gunn ha convertido en alguien profundamente humano. Con traumas reales y una evolución creíble.

Es lo que pasa cuando un guionista de verdad se pone a trabajar. Cuando entiende que los mejores personajes son los que nos incomodan, los que nos obligan a cuestionarnos nuestras propias certezas.

El contraste con lo que pudo ser

No puedo evitar pensar en lo que podríamos haber tenido si las cosas hubieran sido diferentes.

Dos enfoques distintos pero igualmente válidos: la épica mitológica que conocemos y el humanismo irreverente de Gunn. En lugar de eso, nos quedamos con años de indecisión corporativa y proyectos a medias.

Pero al menos ahora parece que tenemos a alguien al mando que sabe lo que quiere hacer.

Gunn no está intentando arreglar los errores del pasado: está construyendo algo completamente nuevo desde cero. Y por primera vez en años, eso me da esperanza.

Su manejo de la cámara, su comprensión del ritmo narrativo, su capacidad para equilibrar el humor con la emoción genuina… Todo apunta a que estamos ante alguien que entiende el medio.


James Gunn está haciendo algo que parecía imposible: construir un universo DC coherente desde los cimientos.

El final de Peacemaker no es solo el cierre de una temporada, es la promesa de que alguien con visión real está al mando. Checkmate y Salvation no son solo nombres cool sacados de los cómics: son piezas de un puzzle mucho más grande que por fin empieza a tomar forma.

Después de años viendo cómo Warner destrozaba todo lo que tocaba, por fin tenemos a alguien que parece entender que los mejores universos cinematográficos se construyen con paciencia. Con respeto por el material original y, sobre todo, con una visión clara de hacia dónde se quiere ir.

Gunn no está vendiendo humo: está plantando semillas que prometen dar frutos espectaculares. Y joder, ya era hora.


Soy un apasionado del cine de autor y creo firmemente en las visiones arriesgadas, no en los productos hechos por comité. Sí, pienso que Zack Snyder fue incomprendido. Sí, Batman v Superman es una obra mayor. Si eso te molesta… probablemente no te guste lo que escribo. Pero si te intriga, quédate. Prometo argumentos, no gritos.

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