• James Gunn confirma que Constantine 2 sigue en desarrollo activo, aunque el proyecto avanza con cautela mientras esperan el guión definitivo.
• La decisión de convertirlo en una película «Elseworlds» es brillante, permitiendo que la secuela explore territorios más oscuros sin ataduras de continuidad.
• El regreso del equipo original (Lawrence, Goldsman y Reeves) sugiere una comprensión profunda de lo que hizo especial a la película de 2005.
Hay algo hipnótico en la posibilidad de que Keanu Reeves vuelva a enfundarse la gabardina de John Constantine. Quizás sea porque la película de 2005, pese a sus libertades con el material de Hellblazer, consiguió crear algo genuinamente único en el panorama de adaptaciones de Vertigo. O tal vez porque, casi dos décadas después, el mundo parece más preparado para abrazar esa oscuridad sobrenatural que Francis Lawrence plasmó con tanto acierto.
La confirmación de James Gunn sobre el estado de Constantine 2 llega en un momento fascinante para DC. Mientras el nuevo DCU toma forma bajo su dirección, proyectos como éste demuestran que hay espacio para múltiples visiones del universo DC, algo que como seguidor de estos personajes me resulta tremendamente esperanzador.
El estado actual del proyecto
Las declaraciones de Gunn son cautelosas pero alentadoras. «He hablado del tema de vez en cuando. Lo he comentado con Keanu. Creo que es un grupo estupendo de gente. Me caen bien todos y pienso que tienen talento, pero aún no he leído ningún guión», declaraba el co-director de DC Studios.
Esta aproximación me parece sensata. Constantine no es un personaje que se pueda tratar a la ligera, y menos después de casi veinte años. El hecho de que Gunn esté involucrado en las conversaciones, sin prisas pero con interés genuino, sugiere que entiende la importancia de hacerlo bien.
La etiqueta «Elseworlds» es particularmente inteligente. Permite que la película exista en su propio universo, libre de las ataduras de continuidad que a veces lastran estos proyectos. Es una decisión que recuerda a los mejores cómics de la línea Vertigo: historias que podían ser más adultas, más experimentales, más arriesgadas.
Esto me recuerda a joyas como «Sandman» o «The Books of Magic», donde los límites del universo DC se difuminaban para dar paso a narrativas más maduras.
La vuelta del equipo original
El regreso de Francis Lawrence como director es, probablemente, la mejor noticia del proyecto. Lawrence entendió desde el primer momento que Constantine no era un superhéroe al uso. Su Los Ángeles era sucio, desesperanzado, lleno de ángeles y demonios que se movían entre las sombras de una ciudad ya de por sí infernal.
Akiva Goldsman como guionista también tiene sentido. Aunque su carrera ha tenido altibajos, su trabajo en la Constantine original capturó algo esencial del personaje: ese cinismo mordaz, esa relación tóxica con lo divino, esa sensación de estar condenado pero seguir luchando de todas formas.
Y luego está Keanu. Su promesa de que Constantine estará «aún más atormentado» en la secuela me genera una curiosidad inmensa. El Constantine de 2005 ya era un hombre roto, alguien que había visto demasiado y perdido más de lo que podía permitirse. ¿Hacia dónde puede evolucionar ese personaje?
El momento perfecto para una secuela
Curiosamente, creo que 2024 es el momento ideal para Constantine 2. El público está más familiarizado con el terror sobrenatural, las audiencias han madurado, y hay una apreciación renovada por películas que se atreven a ser diferentes.
La Constantine original llegó en una época en la que las adaptaciones de cómic seguían fórmulas muy rígidas. Hoy, después de haber visto desde Logan hasta Joker, hay más espacio para la experimentación. Una secuela podría aprovechar esa libertad creativa.
Además, el personaje ha ganado popularidad gracias a series como la de NBC y su aparición en el Arrowverso. Hay una base de seguidores más amplia que entiende y aprecia las complejidades del ocultista de Liverpool.
El éxito de proyectos como «The Sandman» de Netflix también demuestra que existe apetito por adaptaciones más maduras del material de Vertigo.
Los retos por delante
Por supuesto, no todo son buenas noticias. Los cambios de régimen en Warner Bros. han complicado el desarrollo, y el proyecto ha sufrido retrasos. Pero estos obstáculos también pueden ser oportunidades para refinar la visión y asegurarse de que la película sea exactamente lo que debe ser.
El mayor desafío será mantener la identidad única de la primera película mientras se cuenta una historia que justifique la espera de casi dos décadas. No es tarea fácil, pero el equipo involucrado tiene el talento y la experiencia necesarios.
La paciencia que está mostrando James Gunn con Constantine 2 me da esperanza. En una industria obsesionada con los plazos de estreno, tomarse el tiempo necesario para desarrollar adecuadamente un proyecto tan especial es casi revolucionario.
Al final, lo que más me emociona de esta secuela es la posibilidad de volver a ver a Keanu Reeves interpretando a un personaje que parecía hecho para él. Si logran capturar aunque sea una fracción de la magia oscura de la original, Constantine 2 podría ser una de esas raras secuelas que no sólo justifican su existencia, sino que enriquecen el legado de su predecesora.

