• Guy Williams, supervisor de efectos visuales de Superman, sugiere que un director talentoso podría crear un crossover entre el Batman de Reeves y el Superman de Gunn.
• Esta idea refleja perfectamente la naturaleza experimental de DC, que siempre ha sido más cómoda con la multiplicidad tonal que Marvel.
• Con The Batman Part II llegando en 2027, el timing podría ser perfecto para explorar esta posibilidad creativa.
¿Os acordáis cuando pensábamos que era imposible que el Batman de Burton conviviera con el Superman de Donner? Pues resulta que los tiempos cambian más rápido que un batarang en vuelo. Guy Williams, supervisor de efectos visuales del próximo Superman de James Gunn, acaba de sugerir algo que hace unos años habría sonado a herejía: un crossover entre el Batman de Matt Reeves y el Superman del nuevo DCU.
Y no lo dice por decir. Williams entiende algo fundamental: «Te garantizo que hay un puñado de directores ahí fuera que podrían encontrar la manera de unir esos dos mundos y hacer que funcione». No es ingenuidad; es experiencia hablando.
La magia está en los contrastes
La comparación que hace Williams es brillante. Habla de películas que logran momentos de belleza dentro de narrativas oscuras, como cuando «un personaje mira hacia el agua y ve un momento de belleza que le recuerda que el mundo es hermoso». Es la metáfora perfecta para un encuentro entre el Gotham noir de Reeves y el Metrópolis luminoso de Gunn.
Porque pensadlo: DC siempre ha sido más experimental que Marvel en cuanto a tonos. Desde los años 80, diferentes visiones de los mismos personajes han coexistido en los cómics. ¿Por qué no en el cine?
El contexto perfecto
El timing actual es fascinante. The Batman Part II llega en octubre de 2027, con Robert Pattinson y Colin Farrell regresando. Para entonces, el DCU de Gunn ya habrá establecido su tono y mundo. Dos filosofías diferentes pero no incompatibles.
El retraso desde 2025 hasta 2027 podría ser una bendición disfrazada. Le da tiempo al DCU para asentarse y crear el contexto perfecto para cualquier tipo de interacción entre universos.
La diferencia como fortaleza
Mientras el MCU se construyó sobre la cohesión, DC siempre ha sido más cómodo con la multiplicidad. El Batman de Reeves funciona en un Gotham sin superpoderes, centrado en crimen organizado. El Superman de Gunn promete ser más fantástico, más clásico.
Esa diferencia no es un obstáculo; es precisamente lo que haría interesante un eventual encuentro. La historia del cine de superhéroes está llena de «imposibles» que se hicieron realidad.
Madurez creativa
Williams toca algo fundamental sobre el estado actual del género: estamos en un momento de madurez donde las reglas pueden reescribirse. No se trata de forzar conexiones, sino de reconocer que la creatividad puede encontrar maneras elegantes de hacer que mundos diferentes se encuentren sin perder su esencia.
La reflexión no es tanto una predicción como una invitación a pensar en grande. En un momento donde DC redefine su identidad cinematográfica, la coexistencia de diferentes visiones podría ser exactamente lo que la diferencie de la competencia.
El futuro es múltiple
La belleza de esta posibilidad es que no requiere sacrificar la integridad artística de ninguna visión. El Gotham de Reeves puede seguir siendo ese noir urbano que nos fascina, mientras el DCU de Gunn mantiene su espíritu esperanzador.
Y quizás, solo quizás, algún día un director visionario encuentre la manera de crear ese momento de belleza que Williams imagina. Cuando dos mundos se encuentren y nos recuerden por qué estos personajes han perdurado tantas décadas en nuestra imaginación colectiva.
Porque si algo hemos aprendido de décadas de cómics y películas de superhéroes, es que las mejores historias surgen cuando los creadores se atreven a soñar más allá de las limitaciones aparentes. Y eso, amigos, es puro DC.