Demon Slayer arrasa con 100% en Rotten Tomatoes (y los críticos no dan crédito)

Demon Slayer: Infinity Castle logra un 100% de audiencia y 95% de críticos en Rotten Tomatoes, revolucionando el anime con emoción, técnica y fidelidad al manga.

✍🏻 Por Aiko Tanaka

septiembre 11, 2025

• Demon Slayer: Infinity Castle ha arrasado en Rotten Tomatoes con un 95% de críticos y un perfecto 100% de audiencia, demostrando que el anime puede competir con cualquier producción cinematográfica mundial.

• Personalmente, creo que este film marca un antes y un después en cómo se adaptan los arcos más dramáticos del manga al cine, superando incluso las expectativas más altas que tenía puestas en Ufotable.

• La película equilibra de forma magistral la espectacularidad visual con la profundidad emocional que caracteriza al anime japonés, algo que pocos estudios consiguen sin que se note forzado.

¿Habéis sentido alguna vez esa sensación de mariposas en el estómago cuando sabéis que vuestra serie favorita está a punto de alcanzar su clímax?

Pues eso es exactamente lo que me pasó cuando vi las puntuaciones de Demon Slayer: Infinity Castle en Rotten Tomatoes. Y no, no es clickbait ni exageración: estamos hablando de números que hacen que incluso los críticos más duros se quiten el sombrero ante Ufotable.

Desde que empecé a seguir el trabajo de este estudio, sabía que algo especial se estaba cocinando. Después de ver cómo transformaron las batallas de Tanjiro en auténticas sinfonías visuales, tenía las expectativas por las nubes. Pero lo que ha conseguido Infinity Castle va más allá de lo que cualquiera podríamos haber imaginado, y las puntuaciones lo demuestran de forma contundente.

Las puntuaciones que nos han dejado sin palabras

Cuando vi ese 95% de los críticos en Rotten Tomatoes, casi se me cae el móvil. Pero es que luego vi el 100% de la audiencia y directamente tuve que sentarme. No es que sea raro ver buenas puntuaciones en anime – películas como las de Ghibli nos tienen acostumbrados a la excelencia – pero conseguir estos números con una adaptación de shonen es algo que merece toda nuestra atención.

Me recuerda a cuando vi por primera vez El Viaje de Chihiro en cines y pensé «esto va a cambiar la percepción del anime para siempre». Pero claro, Miyazaki ya tenía ese reconocimiento internacional. Ver cómo Ufotable consigue el mismo respeto con una serie que empezó siendo «otro shonen más» me emociona de una forma que no sabría explicar.

Los críticos han sido especialmente generosos con los elogios hacia el trabajo de animación de Ufotable. Y es que, seamos sinceros, este estudio lleva años demostrando que entiende el anime de una forma casi espiritual. Desde Fate/Zero hasta las temporadas anteriores de Demon Slayer, cada proyecto parece superar al anterior en términos técnicos. Es como ver evolucionar a MAPPA con Jujutsu Kaisen o a Madhouse en sus mejores años.

Lo que más me emociona es leer cómo los críticos destacan que la película no se conforma solo con ser un espectáculo visual. Hablan de profundidad emocional, de storytelling excepcional, de esa capacidad única que tiene el anime para hacerte llorar en una escena y dejarte con la boca abierta en la siguiente. Sugoi, de verdad.

La respuesta del público: amor puro

Ese 100% de audiencia no es casualidad, ¿eh? Los fans han tomado las redes sociales por asalto, y no es para menos. Muchos están diciendo que es la mejor experiencia cinematográfica anime que han tenido jamás. Y mira que es fácil exagerar en redes, pero cuando ves la consistencia en los comentarios, sabes que algo especial está pasando.

Me encanta leer cómo la gente describe la fidelidad al manga. Adaptar el arco del Castillo Infinito no era tarea fácil – es uno de los momentos más intensos y emotivos de toda la obra de Gotouge. Pero por lo que cuentan, Haruo Sotozaki y Hikaru Kondo han conseguido no solo mantener la esencia, sino elevarla a otro nivel.

Es curioso cómo el público occidental está empezando a entender conceptos como el mono no aware – esa melancolía hermosa que impregna muchas historias japonesas. Demon Slayer siempre ha tenido esa sensibilidad, esa forma de encontrar belleza incluso en la tragedia, y parece que la película lo ha potenciado aún más.

Los 155 minutos de duración inicialmente me dieron un poco de respeto. No porque no me gusten las películas largas – que me he tragado las tres horas de muchas pelis sin pestañear – sino porque mantener la tensión y el ritmo durante tanto tiempo en una adaptación de anime es complicadísimo.

El trabajo técnico que nos tiene enamorados

Cuando los críticos dicen que es «lo más técnicamente impresionante que se ha visto en el medio», no lo dicen a la ligera. Ufotable tiene esa capacidad casi mágica de combinar animación tradicional con CGI de una forma que parece natural, orgánica. No es como otros estudios que meten efectos digitales porque sí.

Me acuerdo de la primera vez que vi una batalla de Demon Slayer y pensé: «Joder, esto es como ver respirar al fuego». Esa sensación de que los elementos cobran vida propia, de que cada técnica de respiración tiene su propia personalidad visual. Y por lo que leo, en Infinity Castle han llevado esto a un nivel completamente nuevo.

La técnica de Ufotable me recuerda a los mejores momentos de Production I.G. en Ghost in the Shell, pero con una sensibilidad más cálida, más humana. Es esa mezcla perfecta entre innovación técnica y corazón japonés que hace que el anime sea tan especial.

Natsuki Hanae y Akari Kito vuelven a dar vida a Tanjiro y Nezuko, y sinceramente, no puedo imaginar a otros seiyuu en estos papeles. Hanae especialmente tiene esa capacidad de transmitir la determinación y la bondad de Tanjiro sin que suene forzado o empalagoso. Es de esos trabajos de voz que te hacen entender por qué el doblaje japonés es considerado un arte.

Más allá de la acción: el corazón de la historia

Lo que más me gusta de estas reseñas es cómo destacan el equilibrio entre espectáculo y emoción. Porque sí, todos queremos ver a Tanjiro partiendo demonios con animaciones que nos dejen ciegos, pero lo que realmente nos engancha de esta serie es su corazón.

Demon Slayer siempre ha sabido encontrar la humanidad en sus personajes, incluso en los antagonistas. Esa capacidad de hacerte empatizar con un demonio justo antes de que sea derrotado es algo que pocos mangakas consiguen. Me recuerda a Naoki Urasawa en Monster, esa habilidad para mostrar que incluso los «villanos» tienen sus razones, sus tragedias.

Y trasladar eso al cine, mantener esa sensibilidad emocional mientras todo explota a tu alrededor, es un arte. No voy a mentir: hay momentos en Demon Slayer que me han hecho llorar como una magdalena, y no me da ninguna vergüenza admitirlo. Es esa catarsis emocional que solo el buen anime sabe provocar.

El arco del Castillo Infinito es especialmente emotivo porque es donde muchos hilos narrativos llegan a su clímax. Sin hacer spoilers, es un momento donde los personajes se enfrentan no solo a enemigos externos, sino a sus propios demonios internos. Y por lo que dicen las reseñas, la película ha sabido capturar esa dualidad perfectamente.

La forma en que la cultura japonesa entiende el sacrificio y la redención se refleja de manera brutal en este arco. Es ese concepto de giri – el deber moral – llevado al extremo, donde los personajes deben elegir entre lo que quieren y lo que deben hacer.


Estas puntuaciones de Rotten Tomatoes no son solo números en una pantalla; son el reconocimiento a años de trabajo excepcional por parte de todo el equipo de Demon Slayer. Desde Koyoharu Gotouge creando esta historia tan humana y emocionante, hasta Ufotable llevándola a la pantalla con una maestría técnica que nos deja sin aliento cada vez.

Lo que más me emociona es pensar en cómo películas como esta están elevando la percepción del anime a nivel mundial. Ya no es «esa cosa rara de dibujos japoneses» – es cine de la más alta calidad, storytelling que puede competir con cualquier producción occidental, y una forma de arte que merece todo el reconocimiento que está recibiendo.

Infinity Castle no es solo una gran película de anime; es una gran película, punto. Y esas puntuaciones lo demuestran de sobra. Cuando veo estos números, pienso en todos esos años defendiendo que el anime podía ser tan profundo y cinematográfico como cualquier otra forma de arte. Por fin, el mundo entero lo está viendo.


Nunca sé si el próximo anime me romperá el corazón o me hará reír como una loca. Aunque no lo parezca, soy española y crecí devorando mangas y soñando con Japón mientras preparaba ramen en casa. Maratones de Miyazaki y juegos de mesa con amigos son mi combustible diario.

Document

Ediciones Especiales

AL MEJOR PRECIO

books

SOLO EN

Ediciones Especiales

AL MEJOR PRECIO

SOLO EN

{"email":"Email address invalid","url":"Website address invalid","required":"Required field missing"}
>