• Channing Tatum reveló que no consiguió ser Thor en 2011 porque no podía quedarse quieto durante la audición con Kenneth Branagh.
• Después de años desarrollando Gambito en solitario, Disney canceló el proyecto tras comprar Fox, lo que le dolió tanto que dejó de ver pelis de Marvel.
• Gracias a Ryan Reynolds finalmente pudo interpretar a Gambito en Deadpool y Lobezno, y ahora compartirá pantalla con Thor en Vengadores: Día del Juicio Final.
¿Os imagináis un universo alternativo donde Channing Tatum fuese el Dios del Trueno? Pues estuvo a punto de ocurrir, aunque el propio actor reconoce que no tenía muchas ganas de ser Thor. Lo que sí quería era trabajar con Kenneth Branagh, y esa audición de 2011 se convirtió en una anécdota que ahora cobra un significado especial.
Porque el destino tenía otros planes para Tatum en el MCU. Después de años de lucha y decepciones, el actor ha conseguido por fin su lugar en este universo. Y no como el rubio martillero, sino como el carismático mutante cajún que siempre quiso interpretar.
El día que Tatum no pudo quedarse quieto
La audición de Tatum para Thor es una de esas anécdotas que demuestran lo caprichoso que puede ser el casting en Hollywood. El actor ha contado que, aunque no tenía especial interés en Thor, sí quería trabajar con Kenneth Branagh, el prestigioso director shakespeariano.
Durante la audición, Branagh le pidió algo aparentemente sencillo: quedarse completamente inmóvil. Pero Tatum, conocido por su energía y físico expresivo, no conseguía seguir esa dirección. «No podía quedarme quieto», ha reconocido.
Al final, Chris Hemsworth se llevó el martillo de Mjolnir y se convirtió en uno de los pilares del MCU. Y la verdad es que, viendo la química que Hemsworth tiene con Thor y cómo ha evolucionado el personaje, es difícil imaginar a otro actor en el papel.
La dolorosa espera de Gambito
Pero la verdadera pasión de Tatum siempre estuvo en Remy LeBeau. Durante años trabajó incansablemente desarrollando una película en solitario del mutante cajún en Fox. Era un proyecto personal en el que había invertido tiempo, esfuerzo e ilusión.
Para los que conocemos a Gambito de los cómics, sabemos que es un personaje con muchísimo potencial. Su energía cinética, su pasado turbio con los Merodeadores, su romance con Pícara… Hay material de sobra para una gran película.
La compra de Fox por Disney en 2019 supuso un mazazo para muchos proyectos, y el Gambito de Tatum fue una víctima. La cancelación dejó al actor tan tocado que dejó de ver películas de Marvel. «Pensé que había perdido a Gambito para siempre», ha declarado.
Es comprensible esa reacción. Cuando llevas años soñando con un personaje, cuando has trabajado en el guión, perderlo así tiene que doler. Y más cuando el MCU estaba en plena expansión.
Ryan Reynolds al rescate
Pero si algo hemos aprendido del MCU es que nunca hay que dar nada por perdido. Y fue Ryan Reynolds quien tendió la mano a Tatum para que pudiese cumplir su sueño de interpretar a Gambito.
La aparición de Tatum en «Deadpool y Lobezno» ha sido uno de los momentos más celebrados. El actor no ha escatimado en elogios hacia Reynolds, agradeciéndole que «luchase» por él. Ha llegado a calificar la película como una «obra maestra».
Lo mejor es que no va a ser una aparición puntual. Tanto Gambito como Thor están confirmados para «Vengadores: Día del Juicio Final» en 2026. Veremos a Tatum y Hemsworth compartir pantalla: dos actores que compitieron por el mismo papel, ahora unidos en la gran batalla final.
El timing lo es todo
Esta historia es un perfecto ejemplo de cómo funciona Hollywood y el MCU. A veces las cosas no salen como esperamos, pero eso no significa que no vayan a salir nunca. El timing es crucial.
Además, es una muestra más de cómo el multiverso ha abierto puertas a posibilidades que parecían imposibles. Personajes que se daban por perdidos, actores que parecían haber perdido su oportunidad… todo puede tener una segunda vida.
La paciencia de Tatum y su pasión por Gambito han sido finalmente recompensadas. Y nosotros, como fans, nos beneficiamos de esa perseverancia. Porque cuando un actor lleva tanto tiempo soñando con un personaje, esa emoción se transmite a la pantalla de una manera imposible de fingir.
Ahora solo queda esperar a ver cómo funciona la química entre todos estos personajes en Día del Juicio Final. Algo me dice que va a ser épico.