De tablero a pantalla: Catán será el próximo universo Netflix

Netflix adquiere los derechos globales de Catán para crear películas, series y animación. Con 45M de copias vendidas, busca un universo transmedia con ambición.

✍🏻 Por Lucas Ferrer

octubre 23, 2025

• Netflix ha adquirido los derechos globales de Catán para desarrollar múltiples proyectos audiovisuales que incluyen películas, series y contenido animado.

• Esta adaptación representa una apuesta arriesgada pero inteligente de Netflix por explorar nuevas fuentes de contenido en un mercado cada vez más competitivo.

• Con 45 millones de copias vendidas mundialmente, Catán tiene una base de fans establecida que podría traducirse en audiencias fieles para la plataforma.

¿Quién iba a decir que esas tardes interminables jugando al Catán con los colegas acabarían siendo material para Netflix? La plataforma de streaming acaba de anunciar algo que suena tan loco como brillante: van a convertir uno de los juegos de mesa más exitosos de la historia en una franquicia audiovisual completa.

Estamos ante un movimiento que dice mucho sobre hacia dónde se dirige la industria del entretenimiento. Cuando las fuentes tradicionales de contenido empiezan a agotarse y la competencia por los derechos se vuelve feroz, las plataformas buscan territorios inexplorados.

Los números que respaldan la apuesta

Hablemos de cifras, porque aquí es donde la cosa se pone interesante. Catán no es precisamente un juego de nicho: desde su lanzamiento en 1995 ha vendido más de 45 millones de copias en todo el mundo. Para ponerlo en perspectiva, eso supera las entradas vendidas de muchas franquicias cinematográficas exitosas.

La traducción a más de 40 idiomas nos habla de algo que Netflix entiende perfectamente: el alcance global. En un mercado donde el contenido local es rey pero la distribución internacional es la reina, tener una propiedad intelectual que ya funciona en prácticamente todos los mercados es oro puro.

Thomas Koegler, CEO de Asmodee, lo resume perfectamente: «Millones de personas disfrutan de Catán desde que fue creado». Esa base de fans no es solo numerosa, es apasionada. Y los fans apasionados, como bien sabe Netflix, se convierten en suscriptores fieles.

La estrategia detrás de la jugada

Lo que más me llama la atención es la ambición del proyecto. Netflix ha adquirido los derechos para desarrollar contenido en múltiples formatos: películas, series con guión, reality shows, animación y acción real. Van a por todas.

Esta estrategia de «universo expandido» no es nueva para Netflix, pero aplicarla a un juego de mesa sí que es innovador. La plataforma ha aprendido que crear ecosistemas de contenido alrededor de una propiedad intelectual es más rentable que apostar por proyectos aislados.

Jinny Howe, de Netflix, ha dado en el clavo: «La estrategia intensa que está en el núcleo del juego tiene infinitas oportunidades para crear drama serio». Quien haya vivido la tensión de ver cómo te bloquean la carretera más larga entiende que ahí hay material dramático de sobra.

El desafío de la adaptación

Pero aquí viene la pregunta del millón: ¿cómo narras una historia basada en un juego donde lo importante es la mecánica, no la narrativa? Catán es estrategia pura: recoger recursos, construir asentamientos, expandirse por la isla.

La clave estará en crear un mundo creíble alrededor de esa mecánica. Los productores, que incluyen a los hijos del creador original Klaus Teuber junto con veteranos como Roy Lee de Vertigo Entertainment, tendrán que construir desde cero un universo narrativo que mantenga la esencia estratégica del juego.

Es un reto similar al que enfrentaron las adaptaciones de videojuegos, pero con una diferencia crucial: Catán no tiene una estética visual predefinida. Esto puede ser una ventaja creativa, pero también una responsabilidad enorme.

El contexto del mercado

Esta jugada hay que entenderla en el contexto actual del streaming. La competencia es feroz, los costes de producción se han disparado, y conseguir contenido diferenciador es cada vez más difícil.

Apostar por propiedades intelectuales con base de fans establecida pero sin explotar audiovisualmente es una estrategia inteligente. Además, estamos en pleno boom de los juegos de mesa. La pandemia disparó las ventas del sector, y hay toda una generación que ha redescubierto el placer de jugar en analógico.

Netflix está surfeando esa ola en el momento perfecto. La pregunta es si sabrán ejecutar la idea. Una cosa es tener una propiedad intelectual exitosa y otra muy distinta es convertirla en contenido audiovisual que funcione.

La apuesta final

Al final, esta noticia me parece un síntoma de algo más grande: la industria del entretenimiento está expandiendo sus horizontes de formas impensables hace unos años.

Si consiguen capturar aunque sea una fracción de la tensión que genera una partida de Catán bien jugada, pueden tener entre las manos algo realmente especial.

Los números están de su parte: 45 millones de jugadores son una base sólida para construir una audiencia. Ahora solo queda ver si Netflix puede traducir esa pasión por el juego en cifras de visualización igual de impresionantes.


Apasionado por los números que cuentan historias, llevo más de 12 años desentrañando qué hay detrás del éxito (o fracaso) en taquilla. Para mí, cada cifra es un reflejo del público y la industria, y me encanta traducir esos datos en análisis claros y sorprendentes.

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