• Amanda Seyfried ha revelado que quiere explorar la maternidad de Sophie en Mamma Mia 3, repitiendo el ciclo narrativo que vivió Donna en la primera película.
• La productora Judy Craymer confirma que ya existe un guión para la tercera entrega, demostrando que el proyecto va en serio y no son solo rumores de Hollywood.
• Como alguien que ha visto cómo Marvel maneja sus sagas multigeneracionales, me parece brillante esta apuesta por la continuidad emocional frente a los reboots constantes.
¿Sabéis esa sensación cuando una franquicia anuncia una secuela y automáticamente pensáis «por favor, que no la fastidien»? Pues con Mamma Mia 3 me pasa justo lo contrario. Amanda Seyfried acaba de revelar sus planes para Sophie, y por primera vez en mucho tiempo, veo a una actriz que entiende perfectamente la evolución natural de su personaje.
La diferencia con otras sagas es brutal. Mientras algunos estudios se empeñan en reinventar constantemente sus universos (y sí, estoy pensando en ciertos reboots de superhéroes que no nombraré), aquí tenemos a alguien que respeta la continuidad narrativa y quiere construir sobre lo que ya funciona.
La maternidad como hilo conductor perfecto
Seyfried lo tiene clarísimo: quiere que Sophie sea madre y críe a sus hijos en una isla griega, exactamente como hizo Donna con ella. «Me encanta interpretar a una madre, y me encantaría sumergirme en las curiosidades de la maternidad y criar niños en una isla griega, justo como Donna hizo con Sophie», ha declarado.
Esta decisión me parece un masterclass en desarrollo de personajes. Es lo que en el mundo del cómic llamaríamos una «evolución orgánica»: el personaje crece de forma natural, sin forzar giros argumentales absurdos. Sophie pasando por las mismas experiencias que Donna no solo cierra un círculo narrativo perfecto, sino que le da profundidad emocional a toda la saga.
Además, pensadlo desde el punto de vista de construcción de universo. Estamos viendo cómo se perpetúan las tradiciones familiares, cómo se transmiten los valores de una generación a otra. Es storytelling inteligente disfrazado de musical alegre.
Un proyecto que va en serio
Lo que más me tranquiliza es que esto no son castillos en el aire. Judy Craymer, la productora que ha estado detrás de toda la franquicia desde el musical original, ha confirmado que Mamma Mia 3 está en desarrollo activo con guión ya escrito.
Esto es importante porque demuestra planificación real. No estamos ante uno de esos anuncios prematuros que luego se quedan en nada. Hay estructura, hay visión, y hay gente que sabe lo que está haciendo.
Incluso se baraja incorporar a Sabrina Carpenter al reparto, lo que podría ser una jugada inteligente para conectar con audiencias más jóvenes sin alienar a los fans originales. Es el tipo de casting que funciona cuando se hace bien: sangre nueva que respeta el ADN de la franquicia.
La fórmula que no hay que tocar
Una de las cosas que más valoro de las declaraciones de Seyfried es que no intenta reinventar la rueda. Admite abiertamente que no sabe hacia dónde irá exactamente la trama, pero está segura de que «va a haber mucho canto y baile».
Y eso es exactamente lo que necesitamos escuchar. Mamma Mia funciona porque es escapismo puro, porque nos transporta a un mundo donde los problemas se resuelven cantando y donde el Mediterráneo siempre está bañado por una luz dorada perfecta.
He visto demasiadas secuelas que intentan ser «más maduras» o «más realistas» que sus predecesoras, y casi siempre es un error. Aquí tenemos a una actriz que entiende que puedes explorar temas profundos como la maternidad sin perder la esencia alegre que hace especial a esta saga.
La perspectiva de ver a Sophie enfrentándose a las inseguridades de ser madre primeriza, cuestionándose sus decisiones mientras las canciones de ABBA nos recuerdan que el amor siempre encuentra su camino, me parece narrativamente sólida y emocionalmente satisfactoria.
El timing perfecto
Aunque no tenemos fecha de estreno confirmada, el hecho de que ya exista un guión me da esperanzas de que no tendremos que esperar una eternidad. Y sinceramente, el timing no podría ser mejor.
Después de años de contenido cada vez más complejo y a menudo pesimista, creo que el público está preparado para volver a esa alegría descarada que solo Mamma Mia sabe ofrecer. No todo tiene que ser multiverso y consecuencias cósmicas. A veces solo necesitamos ver a Sophie cantando nanas de ABBA a sus bebés bajo el sol griego.
La idea de regresar a esas islas, de reencontrarnos con personajes que se sienten como viejos amigos y de descubrir nuevas formas de emocionarnos con canciones que conocemos de memoria tiene todo el sentido del mundo. Porque al final, el mejor cine es el que nos hace sentir que, por un par de horas, todo va a salir bien.

