Estas 4 películas de superhéroes HUMILLAN a Marvel y DC (y nadie habla de ello)

Explora películas de superhéroes fuera de Marvel y DC con historias únicas y audaces. Descubre nuevos horizontes en el cine heroico.

✍🏻 Por Mario Ortega

julio 26, 2025
Tres personajes de películas, animado y acción.

• Las mejores películas de superhéroes independientes demuestran que el género puede florecer más allá de los universos Marvel y DC, ofreciendo narrativas más arriesgadas y personales.

• Como especialista en DC, reconozco que estas obras a menudo logran lo que las grandes franquicias no se atreven: experimentar sin las limitaciones comerciales de los estudios.

• Desde Los Increíbles hasta Chronicle, estas películas nos recuerdan por qué el cine de superhéroes puede ser arte además de entretenimiento.

Cuando reflexiono sobre el cine de superhéroes actual, es inevitable pensar en el dominio absoluto de Marvel y DC. Como alguien que ha seguido de cerca la evolución del DCEU desde sus inicios con Snyder hasta la nueva era de Gunn, entiendo perfectamente por qué estos universos capturan tanto la atención. Pero hay una pregunta que me fascina: ¿qué ocurre cuando el género se libera completamente de estas ataduras corporativas?

La respuesta es sorprendentemente rica. Mientras los gigantes luchan por mantener la coherencia de sus multiversos, existe un territorio fértil de películas que han explorado el heroísmo desde ángulos completamente diferentes. Estas obras no solo merecen reconocimiento, sino que a menudo nos muestran caminos que las grandes franquicias no pueden permitirse tomar.

Pixar y la revolución familiar: Los Increíbles

Los Increíbles logró algo que muchas adaptaciones de cómics no consiguen: crear una mitología superheroica original que se siente tan auténtica como cualquier clásico de DC. Brad Bird entendió algo fundamental que a veces se pierde en las grandes producciones: los mejores superhéroes funcionan cuando sus poderes sirven a la historia, no al revés.

La genialidad radica en su enfoque familiar. Mientras que en DC hemos visto cómo la dinámica familiar puede ser compleja —pensemos en la relación entre Bruce Wayne y sus protegidos, o en la familia Kent—, Bird puso esta relación en el centro absoluto. Los Parr no son una familia que tiene superpoderes; son una familia porque los tienen.

La película funciona en múltiples niveles narrativos. Para los niños es aventura pura, para los adultos una reflexión sobre la crisis de la mediana edad y la presión social. Para los aficionados al género, es un homenaje inteligente a los Cuatro Fantásticos, pero también una lección sobre cómo construir personajes creíbles.

Lo que más me llama la atención es cómo aborda temas que las grandes productoras evitan. La idea de que reprimir nuestros talentos por presión social nos convierte en versiones disminuidas de nosotros mismos resuena especialmente cuando pienso en personajes como Clark Kent y su constante lucha por encajar.

El realismo sobrenatural de Shyamalan: Unbreakable

Mucho antes de que los universos cinematográficos se convirtieran en obsesión, Shyamalan construía discretamente una trilogía que redefinía las reglas del género. Unbreakable llegó en 2000, y su aproximación me recuerda inevitablemente a lo que Nolan haría después con Batman: encontrar lo extraordinario en lo verosímil.

La diferencia es que donde Nolan ancló a Batman en un Gotham reconocible, Shyamalan fue más lejos. David Dunn no patrulla las calles; las camina, descubriendo gradualmente que es prácticamente indestructible. Es una deconstrucción psicológica del mito superheroico que funciona como estudio de personaje.

Esta película plantea preguntas fascinantes: ¿qué pasaría si descubrieras que eres especial pero nadie te lo hubiera dicho? Es una exploración que me recuerda a los mejores momentos de Superman cuando Clark descubre sus habilidades, pero llevada a un terreno mucho más introspectivo.

El hecho de que la trilogía se completara años después con Split y Glass demuestra una visión a largo plazo que, aunque Glass dividiera opiniones, representa uno de los experimentos más ambiciosos del género: una saga construida desde la psicología y el suspense.

La juventud y el poder: Chronicle

Chronicle llegó con una propuesta arriesgada: contar una historia de origen a través del found footage. Josh Trank logró algo genuinamente perturbador y fresco que me hizo reflexionar sobre cómo el poder corrompe, especialmente en manos inmaduras.

Andrew, el protagonista, es un adolescente problemático que canaliza su frustración a través de sus nuevos poderes telequinéticos. La película no romantiza esta transformación; la presenta como lo que realmente sería: peligrosa e impredecible. Es una reflexión honesta que contrasta con las típicas historias de «gran poder, gran responsabilidad».

Lo más inquietante es su realismo emocional. Estos no son héroes destinados a salvar el mundo; son chavales normales con poderes extraordinarios. Las consecuencias son exactamente las esperables: experimentación, diversión, abuso y tragedia.

Como alguien familiarizado con las múltiples versiones de personajes como Robin o los Teen Titans, encuentro en Chronicle una exploración más cruda de lo que significa ser joven y poderoso sin la guía adecuada.

La sátira violenta: Kick-Ass

Matthew Vaughn demostró que aún quedaba espacio para la subversión genuina. Kick-Ass hace una pregunta aparentemente simple: ¿qué pasaría si alguien normal decidiera convertirse en superhéroe en el mundo real?

La respuesta es brutalmente honesta. Dave Lizewski no es Peter Parker ni Tim Drake; es un adolescente normal sin habilidades especiales que acaba recibiendo una paliza monumental. Pero ahí no termina la cosa.

La película funciona como sátira sangrienta y celebración simultánea del género. Hit-Girl se convirtió en uno de los personajes más controvertidos: una niña entrenada como máquina de matar eficiente. Es provocativo, pero también efectivo.

Kick-Ass camina entre la comedia y la violencia extrema, entre la parodia y el homenaje. No es para todos los gustos, pero sacude las expectativas del público de manera memorable.

El valor de la experimentación

Estas cuatro películas representan la punta del iceberg de lo que el género puede ofrecer cuando se libera de las limitaciones de los universos establecidos. Como seguidor de DC, reconozco que incluso las mejores franquicias tienen restricciones comerciales que limitan la experimentación.

Lo que todas comparten es voluntad de explorar aspectos del heroísmo que las grandes franquicias no pueden permitirse tocar. Son películas que nos recuerdan que los mejores superhéroes no siempre necesitan logotipos reconocibles.

En un panorama dominado por secuelas y spin-offs, estas obras destacan por su originalidad. Demuestran que el género es mucho más amplio de lo que las taquillas sugieren, y que las mejores sorpresas llegan de donde menos las esperamos.

El futuro del cine de superhéroes no depende únicamente de lo que hagan Marvel y DC. También reside en la capacidad de cineastas visionarios para seguir reinventando el género, para encontrar nuevas formas de explorar el heroísmo. Y si estas películas nos han enseñado algo, es que esas historias están esperando a ser contadas por quienes se atrevan a volar sin red.


Valenciano de corazón, fan de DC y de los desayunos largos. Me gusta el cine que emociona, pero más aún el que te deja pensando.

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