• La nueva serie «It: Welcome to Derry» promete conectar magistralmente el universo de Stephen King integrando a Dick Hallorann de «El Resplandor» en la mitología de Derry.
• Esta aproximación narrativa demuestra cómo la televisión puede expandir universos literarios sin traicionar la esencia original, algo que escasea en las adaptaciones contemporáneas.
• La participación directa de King en la supervisión de cada guión garantiza una autenticidad que recuerda a las mejores colaboraciones entre autores y cineastas de la época dorada.
El universo cinematográfico de Stephen King ha sido durante décadas territorio fértil para exploraciones narrativas que trascienden las adaptaciones literales. Desde las primeras incursiones de Brian De Palma con «Carrie» hasta las recientes interpretaciones de Andy Muschietti, hemos sido testigos de cómo diferentes directores han intentado capturar la esencia del horror psicológico del maestro de Maine.
Sin embargo, pocas veces hemos visto un esfuerzo tan ambicioso como el que promete «It: Welcome to Derry». La propuesta de conectar personajes de diferentes obras del autor no es nueva en el ámbito literario —King lleva décadas tejiendo estas conexiones—, pero trasladarla al medio audiovisual requiere una delicadeza narrativa que recuerda a los mejores trabajos de adaptación.
Cuando Kubrick transformó «El Resplandor» en su propia visión cinematográfica, creó algo que trascendía la página impresa. Ahora, los showrunners Jason Fuchs y Brad Kane se enfrentan al desafío inverso: expandir lo que ya conocemos del celuloide hacia nuevos territorios narrativos.
La arquitectura de un universo interconectado
«It: Welcome to Derry» se presenta como una serie que explorará los orígenes siniestros de la ciudad que todos conocemos, situando su primera temporada en 1962. La decisión de incorporar a Dick Hallorann, interpretado por Chris Chalk, no es meramente un guiño nostálgico, sino una pieza fundamental en el engranaje narrativo.
Lo fascinante de esta aproximación reside en cómo los showrunners han decidido presentar una versión más joven y moralmente ambigua de Hallorann. Como explica Brad Kane, «en nuestra serie, Dick Hallorann está al servicio de nadie más que de sí mismo. Es un tipo mucho más egoísta».
Esta caracterización contrasta deliberadamente con el mentor sabio que conocimos en «El Resplandor», creando una evolución del personaje que añade profundidad a su arco narrativo. Es una decisión arriesgada que recuerda a las mejores precuelas cinematográficas, donde el pasado ilumina el presente sin contradecirlo.
El rigor de la adaptación
La participación directa de Stephen King en el desarrollo de cada guión es, sin duda, el elemento más tranquilizador de todo el proyecto. En una época donde las adaptaciones suelen alejarse peligrosamente del material original en busca de un supuesto atractivo comercial, contar con la supervisión del autor original se convierte en garantía de autenticidad.
Jason Fuchs lo expresa con claridad: «Queríamos usar tanto del canon como nos pareciese apropiado. Nos pusimos el sombrero de Mike Hanlon y abordamos esto de la manera en que lo hizo el personaje». Esta referencia al historiador amateur de Derry no es casual; refleja la meticulosidad con la que los creadores han abordado la expansión del universo.
La conexión entre Hallorann y los Hanlon
El encuentro entre Dick Hallorann y Leroy Hanlon durante su servicio en las Fuerzas Aéreas promete ser uno de los elementos más intrigantes de la serie. Esta conexión no sólo enriquece la mitología familiar de los Hanlon, sino que establece vínculos generacionales que resonarán a lo largo de las diferentes épocas que la serie planea explorar.
La decisión de mostrar las temporadas futuras en 1935 y 1908 revela una ambición narrativa que recuerda a las mejores sagas cinematográficas. Como en «El Padrino II» de Coppola, donde el pasado y el presente se entrelazan para crear una narrativa más rica, «Welcome to Derry» promete utilizar la estructura temporal para profundizar en los orígenes del mal que acecha la ciudad.
El desafío de la continuidad
Mantener la coherencia en un universo tan extenso como el de King requiere una precisión casi quirúrgica. Los showrunners han demostrado su comprensión de esta responsabilidad al utilizar referencias sutiles que expanden el universo interconectado sin caer en la autocomplacencia.
Esta aproximación respetuosa hacia el material original contrasta favorablemente con otras adaptaciones recientes que han priorizado el espectáculo sobre la sustancia narrativa. La promesa de explorar los orígenes siniestros de Derry con la profundidad que merece el material original sugiere que estamos ante un proyecto que comprende la diferencia entre adaptar y simplemente explotar una propiedad intelectual.
Si los showrunners logran mantener el nivel de rigor y autenticidad que prometen, «Welcome to Derry» podría convertirse en el estándar de cómo expandir universos literarios al medio audiovisual. La participación de King como supervisor creativo y la evidente reverencia de Fuchs y Kane hacia el material original sugieren que estamos ante algo más que otra adaptación: una verdadera exploración cinematográfica de uno de los universos de horror más ricos de la literatura contemporánea.

