• Los fans de Star Wars han lanzado una campaña con vallas publicitarias en Times Square para rescatar una película secreta de Ben Solo que Disney canceló.
• Steven Soderbergh y Adam Driver desarrollaron «The Hunt for Ben Solo» con el apoyo inicial de Lucasfilm, pero los ejecutivos de Disney la rechazaron por problemas narrativos.
• Esta campaña demuestra el poder de los fans para influir en las decisiones corporativas, aunque las cifras de taquilla recientes sugieren que Disney necesita arriesgar más con proyectos creativos.
Cuando los números de taquilla hablan, las grandes corporaciones suelen escuchar. Pero a veces, son los fans quienes tienen que alzar la voz para que se oigan sus demandas.
Y vaya si lo han hecho los seguidores de Star Wars, que han decidido llevar su pasión hasta las alturas de Times Square con una campaña publicitaria que ha puesto en el punto de mira una película que Disney prefería mantener en secreto.
La historia que ha salido a la luz es fascinante desde el punto de vista de la industria: un proyecto con potencial comercial real, respaldado por talentos de primer nivel, que se estrelló contra la maquinaria ejecutiva de una de las mayores productoras del mundo.
Los datos no mienten: cuando tienes a Adam Driver (que recaudó más de 4.400 millones de dólares con la trilogía secuela) y a Steven Soderbergh (con un historial que incluye éxitos como la saga Ocean’s) trabajando juntos, normalmente los estudios hacen cola para financiar el proyecto.
El proyecto que Disney no quiso ver
«The Hunt for Ben Solo» no era una idea descabellada surgida de la nada. Adam Driver, que llevaba desde 2021 interesado en retomar su papel en el universo Star Wars, había desarrollado junto a Steven Soderbergh y el guionista Scott Z. Burns un concepto que inicialmente contó con el apoyo de Lucasfilm.
El problema llegó cuando el proyecto subió en la cadena de mando hasta Bob Iger y Alan Bergman, los ejecutivos de Disney que tienen la última palabra en estos temas. Su veredicto fue claro: no veían la manera de resucitar a Ben Solo después de su muerte en «El ascenso de Skywalker» sin crear problemas narrativos.
Desde mi perspectiva, esta decisión refleja uno de los mayores problemas actuales de Disney con Star Wars: el miedo a arriesgar. Las series recientes como «The Acolyte» fueron canceladas tras una temporada, y «Solo» apenas recuperó sus 275 millones de presupuesto en taquilla.
Eso ha creado una mentalidad conservadora que puede estar limitando el potencial creativo de la franquicia.
La respuesta de los fans: marketing de guerrilla
Lo que más me llama la atención de esta historia es la respuesta de los fans. No se han limitado a protestar en redes sociales; han montado una campaña publicitaria en toda regla.
Vallas publicitarias en Times Square cuestan entre 300.000 y 700.000 dólares al mes. Avionetas sobrevolando los estudios Disney… esto es marketing de guerrilla de manual, y no precisamente barato.
Una campaña publicitaria de este tipo representa una inversión de miles de euros que los fans han puesto de su propio bolsillo para presionar a una corporación multimillonaria. Eso habla del nivel de compromiso y, más importante, del potencial comercial que ven en este proyecto.
Steven Soderbergh confirmó la existencia del proyecto en su cuenta de Bluesky, admitiendo que «no disfruté mintiendo sobre la existencia de ‘THE HUNT FOR BEN SOLO’, pero realmente necesitaba mantenerse en secreto».
Esta transparencia del director es inusual en Hollywood y demuestra su frustración con la decisión de Disney.
El dilema narrativo de las resurrecciones
Desde el punto de vista del análisis de taquilla, entiendo la preocupación de Disney. Las resurrecciones de personajes son un arma de doble filo en el cine.
Cuando funcionan, pueden generar momentos épicos que se convierten en fenómenos culturales. Cuando fallan, pueden arruinar la credibilidad narrativa de toda una saga.
El caso de Ben Solo es particularmente complejo porque su muerte en «El ascenso de Skywalker» fue uno de los pocos elementos de esa película que funcionó emocionalmente para muchos fans.
Sin embargo, los datos de merchandising muestran que Ben Solo sigue siendo uno de los personajes más populares de la trilogía secuela. Adam Driver demostró su carisma en pantalla, y su arco de redención conectó con el público de una manera que pocos personajes de Star Wars han conseguido en los últimos años.
El poder de los fans en la era digital
Esta campaña es un ejemplo perfecto de cómo ha cambiado la relación entre fans y estudios en la era digital. Ya no basta con que los ejecutivos tomen decisiones en salas de juntas; los fans tienen herramientas para hacer oír su voz de manera masiva y coordinada.
La pregunta del millón es si Disney escuchará. Históricamente, la compañía ha mostrado cierta receptividad a las campañas de fans cuando los números les acompañan.
El caso más famoso fue la campaña para que James Gunn volviera a dirigir «Guardianes de la Galaxia Vol. 3», que finalmente tuvo éxito.
La diferencia aquí es que «The Hunt for Ben Solo» no es un proyecto que ya estuviera en marcha públicamente. Es más difícil rescatar algo que oficialmente nunca existió.
Pero si hay algo que he aprendido analizando la industria durante años, es que nunca hay que subestimar el poder de una campaña de fans bien organizada cuando hay dinero real en juego.
Al final, esta historia nos recuerda que detrás de cada decisión ejecutiva hay cifras, proyecciones y análisis de riesgo. Pero también nos enseña que los fans, cuando se organizan, pueden convertirse en una fuerza económica imposible de ignorar.
La campaña de «The Hunt for Ben Solo» podría marcar un precedente en la industria sobre cómo los fans pueden influir en las decisiones corporativas. Será interesante ver si Disney decide apostar por la pasión de los seguidores o mantiene su postura conservadora.

