• La segunda temporada de Ahsoka ha terminado su rodaje con pistas que apuntan hacia los dioses de Mortis, esas entidades cósmicas que representan el equilibrio fundamental de la Fuerza.
• El regreso de Hayden Christensen como Anakin y la incorporación de Rory McCann como Baylan Skoll prometen profundizar en la mitología más esotérica de Star Wars.
• Esta temporada parece dispuesta a explorar preguntas filosóficas sobre el destino, el equilibrio y la naturaleza misma de la Fuerza que trascienden la típica narrativa de bien contra mal.
Hay algo fascinante en cómo Star Wars, en sus mejores momentos, logra transformar una saga espacial en una reflexión sobre fuerzas primordiales. La segunda temporada de Ahsoka, que acaba de concluir su rodaje, parece estar preparándose para adentrarse en territorio inexplorado.
Cuando Natasha Liu Bordizzo comparte una imagen aparentemente inocente desde el set y los fans inmediatamente detectan ecos de los dioses de Mortis, no estamos ante simple especulación. Estamos viendo cómo una franquicia madura hacia preguntas más profundas sobre la naturaleza de la existencia.
El misterio de Mortis: cuando la ciencia ficción abraza lo trascendental
La conclusión del rodaje llega cargada de simbolismo. Esa fotografía compartida por Liu Bordizzo refleja la iconografía de los dioses de Mortis con una precisión que sugiere intencionalidad narrativa.
Los dioses de Mortis representan algo más que simples antagonistas. Son la personificación de conceptos abstractos: el Padre como equilibrio, la Hija como luz, el Hijo como oscuridad. Una mitología que trasciende la típica dicotomía Jedi-Sith.
Dave Filoni ha dejado caer pistas sobre este misterio: «El Hijo está ahí, el Padre está ahí, la mayor parte de la Hija está ahí. Así que sí, lo resolveremos.» Hay algo deliberadamente pausado en esa declaración, como si fuera consciente del peso filosófico de lo que está construyendo.
El final de la primera temporada ya nos mostró a Baylan Skoll contemplando las estatuas de estos seres en Peridea. Era un momento que invitaba a la reflexión, no a la acción. Un personaje enfrentándose a fuerzas que trascienden su comprensión inmediata.
Regresos que importan: Anakin y el peso del legado
El regreso confirmado de Hayden Christensen como Anakin Skywalker añade otra capa de complejidad. No estamos hablando de nostalgia vacía, sino de la exploración continua de un personaje que encarna la dualidad fundamental de Star Wars.
Anakin, en su forma espectral, representa la posibilidad de redención y la persistencia del trauma. Su presencia no es decorativa; es la manifestación visual de cómo el pasado continúa moldeando el presente.
La incorporación de Rory McCann como Baylan Skoll, tras el fallecimiento de Ray Stevenson, presenta un desafío narrativo interesante. Baylan era un personaje definido por su búsqueda de algo más allá del conflicto eterno entre Jedi y Sith.
Incluso el regreso del Almirante Ackbar para enfrentarse a Thrawn sugiere una escalada que va más allá de lo militar hacia lo simbólico. Thrawn no es solo un estratega; es la representación del orden impuesto a través de la comprensión fría y calculada.
La promesa de lo épico: cuando grande significa profundo
Natasha Liu Bordizzo ha prometido que «solo se vuelve más épico», pero en el contexto de Ahsoka, épico no significa necesariamente más explosiones. Significa profundizar en preguntas que resuenan más allá de la pantalla.
La serie parece estar construyendo hacia algo que trasciende la narrativa tradicional de Star Wars. Los dioses de Mortis no son villanos que derrotar; son fuerzas que comprender.
Esta aproximación recuerda a esos momentos en Arrival donde cada revelación sobre el lenguaje alienígena era también una revelación sobre la naturaleza del tiempo. O esas secuencias en Blade Runner 2049 donde la búsqueda de identidad se convierte en una meditación sobre qué significa ser real.
Dave Filoni parece entender que Star Wars, en su mejor versión, funciona como mitología moderna. No solo nos entretiene; nos ofrece marcos para pensar sobre conceptos que de otra manera serían demasiado abstractos.
La ausencia de una fecha de estreno oficial solo añade a la sensación de que estamos ante algo que se está cocinando a fuego lento, con la paciencia que requieren las grandes preguntas.
Cuando finalmente llegue esta temporada, no estaremos solo viendo el siguiente capítulo de una saga. Estaremos participando en una conversación sobre equilibrio, destino y la eterna tensión entre luz y oscuridad que define no solo a una galaxia muy, muy lejana, sino también a la nuestra.