The Conjuring evoluciona: adiós Warren, hola imperio en TV

“Last Rites” clausura a los Warren. Safran expande Conjuring con nuevos rostros y series, maximizando ingresos sin perder el terror clásico que funciona.

✍🏻 Por Lucas Ferrer

diciembre 16, 2025

The Conjuring: Last Rites cierra la saga principal de los Warren tras generar cientos de millones globalmente, pero el universo se prepara para una evolución estratégica hacia nuevos personajes y formatos.

• Los números no mienten: cuando una franquicia mantiene su rentabilidad durante más de una década sin fatiga del público, la clave está en evolucionar sin perder la esencia que la hizo exitosa.

• Mi análisis: Safran está ejecutando una masterclass en gestión de franquicias, sabiendo cuándo cerrar una historia y cuándo abrir nuevas vías comerciales.

Después de más de diez años analizando taquillas, puedo afirmar que pocas franquicias logran lo que The Conjuring ha conseguido: mantenerse relevante, rentable y querida por el público durante tanto tiempo. Y ahora, con The Conjuring: Last Rites cerrando oficialmente la historia de Ed y Lorraine Warren, estamos ante un caso de estudio fascinante sobre cómo gestionar el final de una era sin matar la gallina de los huevos de oro.

Las declaraciones del productor Peter Safran no podrían ser más claras: esto es el final de un capítulo, no del libro completo. Y desde mi perspectiva como analista, es la decisión más inteligente que podían tomar.

Los números que respaldan la continuidad

Hablemos de cifras, porque al final del día, Hollywood es un negocio. The Conjuring original recaudó 319 millones de dólares mundialmente con un presupuesto de apenas 20 millones. The Conjuring 2 alcanzó los 320 millones. The Conjuring: The Devil Made Me Do It sumó 206 millones en plena pandemia, cuando los cines estaban medio cerrados.

Estos números no son casualidad. Representan una consistencia que la mayoría de franquicias envidiarían. Mientras otras sagas de terror ven declinar sus recaudaciones película tras película (mirad lo que pasó con Saw o Paranormal Activity), The Conjuring ha demostrado una resistencia notable a la fatiga del público.

La clave, y aquí viene lo interesante, está en que Safran entiende perfectamente cuándo parar. «Creo que Last Rites demuestra que aún queda mucho combustible en el depósito», declaró, y tiene razón. Pero ese combustible hay que usarlo sabiamente.

La apuesta por los nuevos rostros

Lo que más me llama la atención es la estrategia con personajes como Judy Warren y Tony Spera. Desde una perspectiva comercial, es brillante. En lugar de forzar más historias con los Warren originales (algo que habría olido a desesperación), están construyendo sobre cimientos sólidos.

He visto demasiadas franquicias morir por no saber cuándo pasar el testigo. Terminator, Alien, Predator… todas han sufrido por intentar exprimir personajes y tramas más allá de su vida útil natural. Safran parece haber aprendido de esos errores.

La recepción de estos nuevos protagonistas ha sido positiva, y eso se traduce en confianza del estudio para futuras inversiones. Cuando el público conecta con personajes secundarios lo suficiente como para querer verlos protagonizar sus propias historias, tienes oro en las manos.

El modelo de expansión inteligente

«Hay mucho más en lo que no hemos profundizado», añadió Safran, mencionando tanto cine como televisión. Esta diversificación es exactamente lo que necesita una franquicia moderna para sobrevivir.

El salto a la televisión es particularmente astuto desde el punto de vista económico. Los costes de producción son más manejables, el formato permite explorar la mitología en profundidad, y las plataformas están hambrientas de contenido de género con marca reconocida. Netflix pagó 465 millones por Stranger Things, y eso es solo una serie. Imaginad el potencial de The Conjuring en formato seriado.

Además, la televisión permite experimentar con tonos y enfoques diferentes sin arriesgar el presupuesto de una película de 50 millones. Es una forma inteligente de testear qué funciona antes de apostar fuerte en el cine.

La evolución del terror y el factor generacional

Una de las razones del éxito continuado de la franquicia ha sido su capacidad para mantenerse fiel a sus raíces mientras el género evolucionaba a su alrededor. Mientras otros apostaban por el found footage o el «horror elevado», The Conjuring defendió el terror clásico y funcionó.

Pero ahora enfrentan un desafío generacional. Los fans originales han crecido, y necesitan atraer nuevas audiencias sin alienar a las existentes. Personajes como Judy Warren son perfectos para esto: conectan con la nostalgia de los fans veteranos mientras ofrecen un punto de entrada fresco para los nuevos espectadores.

Es una estrategia que he visto funcionar en otras franquicias. Star Wars lo intentó con los secuelas (con resultados mixtos), Jurassic World lo consiguió parcialmente, y Top Gun: Maverick lo clavó completamente.

El timing perfecto

Lo que no tenemos son fechas concretas, y eso me parece positivo. Demasiadas franquicias han fracasado por precipitarse. Dark Universe de Universal es el ejemplo perfecto de cómo no hacerlo: anunciaron cinco películas antes de estrenar la primera.

Safran parece entender que la planificación es clave. Están en fase de desarrollo, evaluando qué funciona y qué no, construyendo una estrategia sólida antes de hacer anuncios grandilocuentes.

Desde mi experiencia analizando el comportamiento de las franquicias, este enfoque pausado suele dar mejores resultados a largo plazo. La paciencia en Hollywood es rara, pero cuando se aplica correctamente, los números lo reflejan.


La decisión de cerrar la saga principal mientras se abren nuevas vías es un ejemplo perfecto de gestión inteligente de franquicias. Los números respaldan la confianza en el universo, los nuevos personajes han conectado con el público, y la estrategia de expansión está bien pensada.

¿Funcionará? Los datos sugieren que sí. The Conjuring ha demostrado una consistencia comercial envidiable, y Safran ha mostrado entender tanto las cifras como las expectativas del público. Si ejecutan esta transición con la misma maestría que han demostrado hasta ahora, estamos ante el comienzo de una nueva era dorada para el universo Warren.

Una cosa es segura: seguiré muy de cerca los números de taquilla cuando lleguen estos nuevos proyectos. Porque al final, las cifras nunca mienten.


Apasionado por los números que cuentan historias, llevo más de 12 años desentrañando qué hay detrás del éxito (o fracaso) en taquilla. Para mí, cada cifra es un reflejo del público y la industria, y me encanta traducir esos datos en análisis claros y sorprendentes.

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