• La trilogía de Star Wars de Rian Johnson, anunciada en 2017, ha sido oficialmente declarada «efectivamente muerta» según nuevos informes.
• Johnson ha priorizado su exitosa franquicia Knives Out sobre el regreso a una galaxia muy, muy lejana, demostrando cómo el éxito creativo puede redefinir las trayectorias profesionales.
• Esta decisión refleja un momento fascinante donde un cineasta elige la libertad creativa personal sobre el peso institucional de una de las franquicias más grandes del cine.
Hay algo profundamente revelador cuando un artista decide alejarse del universo más grande del entretenimiento para perseguir su propia visión. Rian Johnson ha elegido ser el capitán de su propia nave en lugar de navegar por las aguas turbulentas de una galaxia que ya no reconoce como suya.
La noticia de que su trilogía de Star Wars está «efectivamente muerta» no es solo el final de un proyecto, sino una declaración sobre lo que significa la autonomía creativa en la era moderna del cine de franquicias.
Johnson, después del torbellino que siguió a The Last Jedi, ha encontrado en Knives Out algo que Star Wars quizás ya no podía ofrecerle: la libertad de contar historias sin el peso de décadas de expectativas y mitología preestablecida.
El Camino No Tomado
Cuando Lucasfilm anunció en 2017 que Johnson desarrollaría una nueva trilogía tras The Last Jedi, parecía el movimiento lógico. Un director que había demostrado capacidad para deconstruir y reconstruir narrativas dentro del universo Star Wars, liberado para crear algo completamente nuevo.
Pero el universo tenía otros planes. «La versión corta es que pasó Knives Out», explicó Johnson. «Me fui e hice Knives Out, y salí disparado, ocupado haciendo misterios de asesinatos.»
Hay una ironía poética en esta declaración. Johnson encontró su propia fuerza en un género completamente diferente. Los misterios de asesinatos le ofrecieron algo que Star Wars, con toda su grandeza, no podía: un lienzo en blanco.
La Libertad de Crear Universos Propios
Knives Out no es solo una película de misterio; es un estudio sobre clase, privilegio y la naturaleza performativa de la bondad. En muchos sentidos, aborda temas similares a los que Johnson exploró en The Last Jedi: la deconstrucción de mitos, el cuestionamiento de legados, la importancia de forjar tu propio camino.
La diferencia crucial es que en Knives Out, Johnson no tenía que navegar las expectativas de generaciones de fans. No tenía que equilibrar la nostalgia con la innovación, o justificar cada decisión creativa ante un tribunal de puristas.
El éxito de la franquicia ha sido rotundo. Wake Up Dead Man: A Knives Out Mystery llegará a los cines el 26 de noviembre de 2025, y a Netflix el 12 de diciembre. Es una saga que Johnson puede llamar completamente suya.
El Futuro de las Galaxias
Mientras tanto, Lucasfilm continúa con sus planes para la gran pantalla. The Mandalorian and Grogu llegará el 22 de mayo de 2024, y Star Wars: Starfighter está programada para 2027. La maquinaria sigue funcionando, pero sin Johnson al timón de su propia esquina del universo.
«Es el tipo de cosa que, más adelante, si hay una oportunidad de hacerlo, o hacer algo más en Star Wars, estaría encantado», dice Johnson, manteniendo la puerta abierta pero sin prisa por cruzarla.
Esta actitud refleja una madurez creativa fascinante. Johnson no está quemando puentes; simplemente está eligiendo qué batallas librar y qué mundos construir.
Reflexiones Sobre el Control Creativo
Lo que me resulta más intrigante de esta situación es lo que dice sobre el estado actual del cine de franquicias. Johnson ha demostrado que es posible crear algo igualmente exitoso y culturalmente relevante fuera de los grandes universos establecidos.
En una era donde parece que todo debe ser parte de un universo cinematográfico más amplio, Knives Out representa algo refrescante: una historia autocontenida que genera su propia mitología, sus propios fans, su propia identidad cultural.
La decisión de Johnson nos recuerda que a veces el acto más rebelde no es subvertir un sistema desde dentro, sino crear algo completamente nuevo desde cero. En el fondo, tanto Star Wars como Knives Out tratan sobre elegir tu propio destino, pero Johnson ha decidido que prefiere ser el arquitecto de ese destino en lugar de su intérprete.
Al final, la «muerte» de la trilogía de Johnson no es una pérdida, sino una transformación. Como en las mejores historias de ciencia ficción, lo que parecía un final se revela como un nuevo comienzo, uno donde el creador tiene el control total sobre su universo narrativo.

