¿Cuándo fue la última vez que visteis a Mark Ruffalo transformándose realmente en Hulk? No aparecer ya verde, sino esa secuencia épica donde Banner pierde el control ante nuestros ojos. Pues bien, llevamos 13 años sin verlo.
• Mark Ruffalo no ha tenido una transformación completa a Hulk desde Los Vengadores de 2012, hace ya 13 años.
• Esta ausencia se debe tanto a decisiones presupuestarias como a la evolución hacia Smart Hulk, pero Marvel se está perdiendo la esencia del personaje.
• Con Spider-Man: Brand New Day en rodaje, es la oportunidad perfecta para recuperar esas secuencias viscerales que tanto echamos de menos.
Desde Los Vengadores de 2012, para ser exactos. Y ahora que Ruffalo está rodando Spider-Man: Brand New Day, los fans empezamos a darnos cuenta de esta ausencia tan llamativa.
Al principio pensé que era imposible. Pero repasé todas sus apariciones: La Era de Ultrón, Infinity War, Endgame, She-Hulk. En todas o aparece ya transformado o vemos directamente a Smart Hulk, esa versión híbrida que combina la inteligencia de Banner con la fuerza de Hulk.
El problema de Smart Hulk
La evolución hacia Smart Hulk tiene sentido narrativo, no me malinterpretéis. Banner pasó años intentando controlar su ira. Desde el desarrollo del personaje, es lógico. Pero como fan que conoció a Hulk en los cómics mucho antes del MCU, tengo que ser clara: echo de menos esas transformaciones viscerales.
En los cómics de Peter David o los clásicos de Stan Lee, la transformación siempre fue el momento cumbre. Es cuando la humanidad de Banner choca con la fuerza primordial de Hulk. Sin eso, perdemos parte de la magia del personaje.
Las razones detrás de la ausencia
Hay varias teorías, pero seamos realistas: es principalmente presupuesto. Los efectos para una transformación completa son carísimos. Si conseguís el mismo impacto narrativo mostrando el resultado final, tiene sentido económico.
Pero también hay un componente creativo. El MCU ha madurado, y Banner ya no es ese hombre atormentado de 2012. Ha encontrado la paz con su otra mitad, y eso se refleja en pantalla.
El problema es que Marvel se está olvidando de que Hulk no es solo Banner con músculos verdes. Es la representación de la ira descontrolada, del monstruo que todos llevamos dentro. Smart Hulk puede ser narrativamente satisfactorio, pero pierde esa tensión primordial que hace único al personaje.
La oportunidad de Brand New Day
Con Spider-Man: Brand New Day estrenándose el 31 de julio de 2026, tenemos la oportunidad perfecta. El hecho de que Ruffalo no esté confirmado para Vengadores: Doomsday hace esta película aún más importante.
Una transformación completa tendría mucho sentido aquí. Si van a explorar nuevos territorios para Spider-Man, ¿qué mejor que mostrar a Banner perdiendo el control otra vez? Sería perfecto para recordarnos por qué Hulk sigue siendo icónico.
Además, la dinámica entre la experiencia de Banner y la juventud de Peter Parker promete ser fascinante. Imagináos a Spider-Man enfrentándose por primera vez a un Hulk descontrolado, no al Smart Hulk domesticado que conoce.
Lo que Marvel debe entender
Como fans que hemos seguido estos personajes desde los cómics, nos hemos ganado el derecho a exigir más. Las transformaciones de Hulk no son solo efectos especiales caros; son el corazón emocional del personaje.
Marvel ha demostrado que puede permitirse secuencias espectaculares cuando quiere. Las batallas de Endgame, los multiversos de Doctor Strange. Si pueden gastarse millones en cameos nostálgicos, pueden invertir en recuperar la esencia de uno de sus personajes más emblemáticos.
La esperanza sigue viva
Después de 13 años, creo que nos lo hemos ganado. Spider-Man: Brand New Day podría ser el momento perfecto para que Marvel nos devuelva esa magia. No solo por nostalgia, sino porque es fundamental para mantener vivo lo que hace especial a Hulk.
Si no lo hacen, al menos tendremos la interacción Banner-Parker, que por sí sola ya promete. Pero seamos honestos: todos estaremos esperando ese momento donde Bruce Banner vuelva a perder los papeles como en los viejos tiempos.
Porque al final, Hulk sin transformación es como Spider-Man sin telarañas. Técnicamente sigue siendo el personaje, pero le falta esa chispa que lo hace verdaderamente especial.