• Demon Slayer: Infinity Castle no llegará a plataformas de streaming hasta 2026, manteniéndose exclusivamente en cines durante todo 2025.
• La película ha recaudado más de 474 millones de dólares a nivel mundial y batió récords de taquilla en Estados Unidos con 70 millones en su fin de semana de estreno.
• Esta estrategia me parece brillante: nos obliga a vivir el anime como debe ser, en pantalla grande donde cada técnica de respiración te hace vibrar hasta los huesos.
¿Os acordáis de cuando ir al cine era un evento especial? Esa sensación de expectación, las palomitas, la pantalla gigante que te envolvía por completo…
Pues resulta que los responsables de Demon Slayer: Infinity Castle han decidido recuperar esa magia de la forma más radical posible. Mientras el resto de la industria se pelea por acortar las ventanas teatrales y llevar todo al streaming lo antes posible, Crunchyroll ha tomado una decisión que ha dejado a medio mundo con la boca abierta.
La película que está arrasando taquillas en todo el planeta no llegará a nuestras pantallas caseras hasta 2026. Sí, habéis leído bien: dos años completos en exclusiva cinematográfica.
Es una apuesta arriesgada que me recuerda a esos momentos en los que Miyazaki se plantaba ante las presiones comerciales para defender su visión artística. Pero cuando los números hablan tan claro como lo están haciendo, quizás sea el momento perfecto para esta revolución silenciosa.
Una apuesta que está dando sus frutos
Mitchel Berger, ejecutivo de Crunchyroll, lo ha dejado clarísimo: «Ve a ver Demon Slayer: Infinity Castle al cine porque el cine es el único lugar donde vas a poder ver esta película en 2025».
Y vaya si la gente le está haciendo caso.
Los números son absolutamente demenciales. Más de 474 millones de dólares recaudados a nivel mundial, con un fin de semana de estreno en Estados Unidos que rozó los 70 millones.
Para que os hagáis una idea de lo bestial que es esto: ha batido el récord de mayor estreno de una película internacional en Estados Unidos. También se ha llevado por delante el récord de mayor apertura para una película de animación clasificada para mayores.
Como alguien que ha visto crecer el anime desde los márgenes hasta convertirse en un fenómeno mainstream, estos números me emocionan tanto como me sorprenden.
Recuerdo cuando conseguir una copia decente de Akira era toda una odisea, y ahora tenemos a Tanjiro conquistando las taquillas mundiales como si fuera lo más normal del mundo. Es sugoi en el mejor sentido de la palabra.
La experiencia cinematográfica que se está perdiendo
Pero más allá de los números, hay algo profundamente hermoso en esta decisión.
Demon Slayer siempre ha sido una serie que entiende el poder de la espectacularidad visual. Ufotable, el estudio detrás de la adaptación, ha creado algunas de las secuencias de acción más impresionantes que he visto jamás en anime.
Esas técnicas de respiración convertidas en efectos visuales que te quitan el aliento, los combates que mezclan animación tradicional con CGI de una forma que debería ser imposible pero funciona a la perfección…
Todo eso está pensado para vivirse en una pantalla gigante, con un sistema de sonido que haga que sientas cada golpe de katana en el pecho.
Recuerdo la primera vez que vi una película de Makoto Shinkai en cines. Era Your Name, y cuando empezaron a caer las lágrimas de Mitsuha, yo también estaba llorando sin poder evitarlo. Esa conexión emocional, esa inmersión total, es algo que simplemente no se puede replicar en casa.
Es cierto que vivimos en la era del streaming, donde la comodidad manda. Pero hay algo que se pierde cuando reduces una experiencia pensada para el cine a la pantalla del móvil o incluso del televisor de casa.
Es como intentar explicar la sensación de estar en un concierto de tu banda favorita a través de un audio de WhatsApp.
Una trilogía que marca el futuro
Lo que hace aún más interesante esta estrategia es que Infinity Castle es solo el comienzo.
Estamos hablando de una trilogía planificada, con las siguientes entregas programadas para 2027 y 2029. Es una apuesta a largo plazo que me recuerda a la paciencia con la que Ghibli construía sus proyectos.
Esta planificación nos dice mucho sobre la confianza que tienen en el material original. El arco del Castillo Infinito es, sin duda, uno de los momentos más intensos y emocionalmente devastadores del manga de Koyoharu Gotouge.
Si habéis leído el manga, sabéis de qué hablo. Si no lo habéis hecho… bueno, preparaos para sufrir de la mejor manera posible.
La decisión de dividir este arco en múltiples películas también habla de un respeto hacia la obra original que no siempre vemos en las adaptaciones. En lugar de comprimir todo en una sola película que podría sentirse apresurada, están dándole el espacio que merece cada momento crucial.
Me recuerda a cómo MAPPA se tomó su tiempo con Jujutsu Kaisen 0, dándole el tratamiento cinematográfico que merecía en lugar de convertirla en unos episodios más de la serie.
El mensaje detrás de la estrategia
Hay algo casi nostálgico en esta decisión que me llega al alma.
En una época donde todo tiene que ser inmediato, donde la paciencia parece una virtud perdida, Crunchyroll está diciendo: «Si queréis vivir esta historia como debe ser vivida, tendréis que esperar y tendréis que salir de casa».
Es una lección que podríamos aplicar a muchas otras cosas en la vida. A veces, las mejores experiencias no pueden ser replicadas en casa, por muy cómodo que sea el sofá.
A veces, hay que hacer el esfuerzo, comprar la entrada, apagar el móvil y dejarse llevar por completo.
Y sinceramente, después de ver cómo la pandemia nos robó tantos momentos de comunidad, hay algo profundamente sanador en la idea de volver a compartir emociones con desconocidos en una sala oscura.
Llorar juntos cuando Tanjiro sufre, contener la respiración durante las peleas, salir del cine con esa sensación de haber vivido algo especial.
No me avergüenzo de admitir que algunas de mis experiencias más emotivas con el anime han sido en salas de cine. Hay algo mágico en escuchar a toda una sala suspirar al unísono, o en sentir esa energía colectiva cuando aparece tu personaje favorito en pantalla.
Al final, esta decisión de Crunchyroll es mucho más que una estrategia comercial. Es una declaración de principios sobre el valor de la experiencia cinematográfica y una apuesta por recuperar la magia de ir al cine.
En un mundo donde todo se consume rápido y se olvida más rápido aún, Demon Slayer: Infinity Castle nos está pidiendo que vayamos más despacio, que saboreemos el momento.
Y honestamente, creo que todos necesitamos un poco de esa filosofía en nuestras vidas. Así que ya sabéis: si queréis vivir esta historia como Tanjiro se merece, tendréis que hacer como él y mostrar un poco de determinación.
Coged las entradas, buscad la mejor sala de vuestra ciudad, y preparaos para una experiencia que, literalmente, no podréis tener en ningún otro sitio durante los próximos dos años.
A veces, las mejores cosas de la vida merecen la pena esperar… y merecen la pena vivirlas como deben ser vividas. Como diría cualquier fan del anime que se precie: esta película va a ser una experiencia sugoi, pero solo si tenéis el valor de vivirla como debe ser.