• Schwarzschild, creado para reemplazar a Cíclope, ahora lucha a su lado demostrando una vez más por qué Scott Summers es el líder que los X-Men necesitan.
• Los 3K X-Men eran humanos convertidos a la fuerza en mutantes para sustituir al equipo original, pero Marvel nos recuerda que la humanidad no se puede fabricar.
• Esta historia en «Age of Revelation» es puro Marvel clásico: redención, segundas oportunidades y liderazgo auténtico sin necesidad de grandes discursos.
¿Sabéis lo que más me gusta de esta nueva saga de los X-Men? Que Marvel ha vuelto a recordar qué hace especial a Scott Summers sin necesidad de matarle y resucitarle por enésima vez.
«Age of Revelation» nos trae una de esas historias que te hacen pensar: «Joder, por esto sigo leyendo cómics después de tantos años». Y es que ver a Schwarzschild, literalmente diseñado para ser la versión «mejorada» de Cíclope, convertirse en uno de sus aliados más leales es puro Marvel en su mejor versión.
Cuando tu reemplazo se convierte en tu aliado
Los 3K X-Men son uno de esos conceptos que te hacen preguntarte qué pasa por la cabeza de los guionistas de Marvel. Humanos reclutados y transformados a la fuerza en mutantes para crear un equipo de «recambio». Es como si alguien hubiera dicho: «¿Y si hacemos una versión más oscura de los X-Men pero sin entender realmente qué los hace especiales?»
Schwarzschild era el Cíclope de este grupo. Y aquí viene lo bueno: en lugar de darnos el típico arco de «el malo se hace bueno después de una pelea épica», Marvel ha optado por algo mucho más inteligente. Nos presenta directamente el resultado: Schwarzschild ya está del lado de Scott.
Me recuerda un poco a lo que hicieron con Loki en el MCU. No necesitamos ver cada paso de su redención porque conocemos lo suficiente al personaje para entender cómo ha llegado hasta ahí.
Scott Summers: el líder que no necesita gritar
Una cosa que siempre me ha molestado de cómo tratan a Cíclope en las películas es que nunca han entendido su tipo de liderazgo. En los cómics, Scott no es el típico líder carismático que da discursos motivacionales. Es el tipo que está ahí cuando todo se va al carajo, tomando las decisiones que nadie más quiere tomar.
Y eso es exactamente lo que vemos aquí con Schwarzschild. No hay grandes momentos de revelación ni conversaciones dramáticas. Scott simplemente hace lo que siempre hace: ve el potencial en alguien y le da la oportunidad de ser mejor.
Es como cuando Emma Frost pasó de villana a ser una de las figuras más importantes de los X-Men. O cuando Magneto ha oscilado entre enemigo y aliado tantas veces que ya hemos perdido la cuenta. Scott tiene esta habilidad de ver más allá del origen de una persona.
Los X-Men que necesitábamos
«Age of Revelation» llega en un momento perfecto. Después de años de historias cada vez más complicadas sobre política mutante y guerras interdimensionales, volver a los fundamentos se siente como un respiro.
La inclusión de Schwarzschild en el equipo no es solo una decisión narrativa inteligente, es una declaración de principios. Los X-Men siguen siendo lo que siempre fueron: un refugio para los que no encajan en ningún sitio.
Y me encanta que Marvel no esté sobreexplicando todo. A veces la mejor narrativa es la que confía en que los lectores conocemos a estos personajes lo suficiente como para llenar los huecos nosotros mismos.
Por qué funciona esta historia
Lo que más me emociona de todo esto es que demuestra que Marvel puede seguir sorprendiéndonos con estos personajes después de décadas. Sería facilísimo mantener a Scott en una zona de confort, repitiendo las mismas dinámicas una y otra vez.
Pero aquí vemos a un Cíclope que ha aprendido que el verdadero liderazgo no se trata de ser irreemplazable, sino de hacer que todos a tu alrededor sean mejores versiones de sí mismos. Incluso si esa persona fue diseñada para ocupar tu lugar.
Esta evolución me recuerda por qué Scott sigue siendo uno de mis personajes favoritos del universo Marvel, a pesar de todas las críticas que ha recibido por ser «aburrido».
El futuro de los X-Men
Si Marvel Studios está prestando atención (y espero que lo estén haciendo), esta es la clase de historia que deberían adaptar cuando finalmente traigan a los X-Men al MCU. No necesitamos otra película de origen explicando por qué los mutantes son diferentes. Necesitamos historias que muestren por qué son especiales.
Historias como esta nos recuerdan que los X-Men han perdurado tanto tiempo no solo por los poderes mutantes o las batallas espectaculares, sino por estas pequeñas victorias humanas que nos hacen creer que todos podemos ser mejores.
Y si Scott Summers puede convertir a su propio reemplazo en un aliado leal, quizás haya esperanza para todos nosotros. Porque al final, ¿no es eso lo que siempre han representado los X-Men? La idea de que no importa de dónde vengas, siempre puedes elegir ser un héroe.