• Spider-Man: Brand New Day promete el regreso de Jon Bernthal como Punisher en julio de 2026, enfrentándose a Tombstone en un crossover masivo del UCM.
• Espero que Marvel tenga los cojones de mantener la brutalidad de Frank Castle sin domesticarlo para encajar en el mundo edulcorado de Disney.
• Esta película podría marcar el regreso de la oscuridad real al UCM, algo que necesita desesperadamente después de años de comedia forzada.
¿Recordáis cuando el cine de superhéroes tenía pelotas? Cuando los personajes sangraban de verdad y las consecuencias importaban de verdad. Pues bien, parece que Marvel está intentando recuperar algo de esa esencia perdida con Spider-Man: Brand New Day.
Y joder, era hora.
Después de años viendo cómo Disney convertía todo en un parque temático familiar, la noticia de que Jon Bernthal vuelve como Punisher me ha devuelto algo de esperanza. Este universo cinematográfico se había vuelto más predecible que una secuela de Fast & Furious.
Pero aquí viene lo interesante: ¿cómo coño van a meter al Punisher en una película de Spider-Man sin castrar completamente al personaje?
Porque seamos claros, Frank Castle no es precisamente conocido por sus chistes y su moralidad de boy scout. Este tío es pura violencia justificada, es la respuesta definitiva a la pregunta «¿qué pasa cuando el sistema falla?».
Spider-Man: Brand New Day se perfila como el crossover más ambicioso desde que Zack nos regaló esa obra maestra que fue Justice League (la versión real, no el bodrio de Whedon). La película, programada para el 31 de julio de 2026, promete reunir a Tom Holland, Mark Ruffalo como Hulk, y posiblemente a Florence Pugh y Charlie Cox.
Pero el plato fuerte es Bernthal cazando a Tombstone.
El rumor sugiere que Frank Castle estará persiguiendo a Tombstone, interpretado por Marvin Jones III en su primera aparición en acción real. Y aquí es donde la cosa se pone interesante de verdad.
Tombstone no es un villano cualquiera; es un cabrón duro como una roca, literalmente. Su piel es prácticamente impenetrable, y su fuerza sobrehumana lo convierte en una amenaza seria incluso para Spider-Man.
La trama parece centrarse en el submundo criminal de Nueva York, con Wilson Fisk ejerciendo su influencia como alcalde. Esto me recuerda a esas historias de los cómics donde la corrupción se extiende desde las calles hasta los despachos más altos del poder.
Es exactamente el tipo de narrativa que necesita el UCM: algo con peso, con consecuencias reales.
Lo que más me emociona es ver cómo van a manejar el choque de filosofías entre Spider-Man y Punisher. Peter Parker cree en la redención, en dar segundas oportunidades.
Frank Castle cree en las balas.
Es como poner a Gandhi en una habitación con Dirty Harry y esperar que lleguen a un acuerdo sobre política criminal. Cuando vi por primera vez a Bernthal en The Walking Dead, ya sabía que tenía esa intensidad que necesitaba Frank Castle.
Bernthal demostró en las series de Netflix que entendía perfectamente al personaje. Su Punisher no era solo un psicópata con armas; era un hombre roto que había encontrado un propósito en la violencia.
Tenía esa intensidad que te hacía creer que realmente había perdido todo. Esa mirada que Snyder capturó tan bien en sus héroes: la carga del peso del mundo en sus hombros.
Pero aquí viene mi preocupación: ¿van a mantener esa intensidad en una película clasificada para todos los públicos?
Porque el Punisher sin violencia es como hacer una película de Zack Snyder sin cámara lenta: técnicamente posible, pero completamente inútil. La esencia del personaje está en su brutalidad, en su disposición a cruzar líneas que otros héroes no cruzan.
Me acuerdo de ver Watchmen por primera vez y entender que los superhéroes podían ser algo más que entretenimiento familiar. Podían ser una reflexión sobre la moralidad, sobre el precio de la justicia.
La inclusión de Hulk añade otra capa interesante. Mark Ruffalo ha estado interpretando al gigante verde durante años, pero siempre en un contexto más controlado.
Ver cómo interactúa con la violencia desatada de Punisher podría ser fascinante. ¿Se pondrá del lado de Spider-Man o entenderá la necesidad de métodos más extremos?
Y luego está Tombstone, que promete ser el tipo de villano físico que el UCM necesita desesperadamente. Estoy harto de villanos que son básicamente versiones malvadas del héroe principal.
Tombstone es diferente: es una fuerza de la naturaleza, un obstáculo que no se puede razonar o convencer. Es el tipo de antagonista que requiere que los héroes trabajen juntos, que los empuja más allá de sus límites.
La película también marca el regreso de elementos más oscuros al UCM. Después de años de comedia forzada y quips constantes, parece que Marvel está recordando que sus mejores historias siempre han tenido un componente serio.
Consecuencias reales para las acciones de los personajes.
Cuando Snyder dirigía el universo DC, entendía esto perfectamente. Sus héroes sangraban, dudaban, pagaban precios reales por sus decisiones. No todo se resolvía con un chiste y una sonrisa.
Si Spider-Man: Brand New Day logra equilibrar todos estos elementos – la brutalidad de Punisher, la responsabilidad de Spider-Man, la fuerza bruta de Hulk y la amenaza implacable de Tombstone – podríamos estar ante algo especial.
Algo que nos recuerde por qué nos enamoramos de estos personajes en primer lugar: no por sus chistes, sino por su humanidad en situaciones imposibles.
Al final, lo que realmente espero de esta película es que tenga el valor de sus convicciones. Que no dulcifique a Punisher para hacerlo más «familiar», que no convierta a Tombstone en otro villano genérico.
Y que permita que Spider-Man crezca enfrentándose a dilemas morales reales.
Porque si hay algo que he aprendido viendo cine durante años, es que las mejores historias de superhéroes son las que no tienen miedo de explorar la oscuridad. Y joder, ya era hora de que Marvel recordara eso.