Cómo Demon Slayer ha ganado $648M con $20M (y One Piece aún no lo entiende)

Demon Slayer triunfa con películas canónicas y FOMO brutal: 648M con 20M. One Piece pierde impacto por films opcionales; su final podría romper taquilla.

✍🏻 Por Lucas Ferrer

octubre 14, 2025

• Demon Slayer ha demostrado que crear películas canónicas esenciales para la trama genera un éxito de taquilla masivo, recaudando 648 millones de dólares con un presupuesto de apenas 20 millones.

• One Piece, pese a ser el manga más vendido de la historia con 516,6 millones de copias, no ha logrado el mismo impacto cinematográfico al apostar por películas no canónicas que funcionan como aventuras opcionales.

• La clave del éxito está en generar FOMO (miedo a perderse algo) entre los fans, algo que One Piece podría conseguir si convirtiera su arco final en una película canónica.

¿Qué tienen en común un demonio cazador y un pirata de goma? Aparentemente, no mucho cuando hablamos de taquilla.

Mientras que One Piece lleva décadas siendo el rey indiscutible del manga con cifras que marean, Demon Slayer ha llegado pisando fuerte al cine y le está dando una lección magistral sobre cómo convertir una franquicia en oro puro en las salas oscuras.

Los números no mienten, y cuando veo que una película puede recaudar más de 600 millones con un presupuesto ridículamente bajo, mi radar de analista se dispara.

Pero aquí viene lo interesante: no se trata solo de popularidad o calidad. Se trata de estrategia, de entender qué mueve realmente a los fans a sacar la cartera y correr al cine.

El fenómeno Demon Slayer: cuando cada entrada cuenta

Vamos a poner las cifras sobre la mesa, que es donde mejor se ven las cosas. Demon Slayer: Infinity Castle ha conseguido algo que en la industria del entretenimiento llamamos «el santo grial»: recaudar aproximadamente 648 millones de dólares con un presupuesto de tan solo 20 millones.

Eso es una rentabilidad del 3.140%. Para que os hagáis una idea, es como invertir 100 euros y sacar 3.140. No está mal para un fin de semana, ¿verdad?

Pero el truco no está solo en los números. La genialidad de Demon Slayer reside en haber convertido sus películas en episodios imprescindibles de la serie principal.

Mugen Train no era una aventura paralela chula para pasar el rato; era LA continuación de la historia que todos los fans necesitaban ver para entender qué pasaba después.

Esta estrategia genera lo que en marketing llamamos FOMO (Fear of Missing Out), pero aplicado de forma brutal. No es que te pierdas una historia bonita; es que te pierdes un trozo fundamental de la narrativa principal.

Y eso, amigos, es lo que hace que la gente haga cola en los cines.

One Piece: el gigante que no termina de despertar en el cine

Ahora hablemos del elefante en la habitación. One Piece es, objetivamente, una bestia comercial.

Con 516,6 millones de copias vendidas, es el manga más exitoso de la historia. Su universo es tan rico y sus personajes tan queridos que podría generar contenido cinematográfico durante décadas.

Sin embargo, cuando miramos su rendimiento en taquilla, la cosa cambia. One Piece Film: Red, su película más exitosa, recaudó entre 170 y 200 millones de dólares.

Nada despreciable, pero lejos de los números estratosféricos de Demon Slayer.

¿El problema? La estrategia. Las películas de One Piece han funcionado tradicionalmente como aventuras no canónicas.

Son como esos especiales de Navidad que están bien, pero que sabes que no van a afectar a la serie principal. Puedes verlas o no verlas, y tu experiencia como fan seguirá siendo completa.

La lección que está sobre la mesa

Pero aquí es donde los números me susurran al oído que hay una oportunidad perdida gigantesca. Imaginaos por un momento que One Piece decidiera convertir su arco final en una película canónica.

La batalla definitiva contra los Cinco Ancianos, el enfrentamiento con Barbanegra, o el misterioso Imu.

Con el presupuesto cinematográfico adecuado, la animación de Toei podría alcanzar cotas espectaculares. Y con la base de fans que tiene One Piece, estamos hablando de un potencial de taquilla que podría hacer que los 648 millones de Demon Slayer parezcan calderilla.

El FOMO sería brutal. Después de seguir a Luffy durante más de dos décadas, ¿quién se perdería su batalla final en pantalla grande?

La respuesta es simple: nadie.

El dilema de la tradición vs. la innovación

Claro, aquí entra en juego algo que va más allá de los números: la tradición. One Piece lleva más de 25 años contando su historia de una manera específica.

Cambiar eso para el clímax podría sentirse como una traición para algunos fans.

Es el eterno dilema entre mantener lo que funciona y arriesgar para conseguir algo potencialmente mucho mejor. Desde mi perspectiva de analista, veo una oportunidad de oro.

Pero los datos son tozudos. Demon Slayer ha demostrado que cuando haces que cada entrada de cine cuente narrativamente, los fans responden de forma masiva.

En un mercado global cada vez más competitivo, ignorar esta lección podría ser un error costoso.

Más allá de la taquilla: el ecosistema completo

Por supuesto, sería injusto juzgar el éxito de One Piece únicamente por su rendimiento cinematográfico. La franquicia sigue siendo una máquina de hacer dinero impresionante a través de múltiples canales.

El merchandising, las licencias, el anime semanal, los videojuegos… One Piece ha construido un ecosistema que genera ingresos constantes desde múltiples frentes.

Pero eso no significa que deba conformarse con ser el número 10 en la lista de películas de anime más taquilleras cuando tiene el potencial de estar en el número 1.


Al final, esta comparación entre Demon Slayer y One Piece nos enseña algo fundamental sobre la industria del entretenimiento actual: la importancia de la narrativa integrada.

En un mundo donde los fans tienen infinitas opciones de entretenimiento, hacer que cada experiencia sea imprescindible se ha convertido en la clave del éxito.

La pelota está en el tejado de Toei Animation. Tienen en sus manos una de las propiedades intelectuales más valiosas del mundo y una base de fans que haría cualquier cosa por ver a Luffy convertirse en el Rey de los Piratas en pantalla grande.

La pregunta no es si pueden igualar el éxito de Demon Slayer, sino si se atreverán a intentarlo. Y como analista que lleva años viendo cómo los números cuentan historias, tengo la sensación de que esta historia aún no ha llegado a su capítulo más emocionante.


Apasionado por los números que cuentan historias, llevo más de 12 años desentrañando qué hay detrás del éxito (o fracaso) en taquilla. Para mí, cada cifra es un reflejo del público y la industria, y me encanta traducir esos datos en análisis claros y sorprendentes.

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