• Meghan Markle regresa a la actuación con un cameo en «Close Personal Friends», abriendo la puerta a una posible secuela de Suits con el reparto original.
• El streaming ha demostrado ser una máquina del tiempo que resucita narrativas que creíamos clausuradas, revelando nuestra necesidad de refugiarnos en universos familiares.
• Como en las mejores sagas de ciencia ficción, algunas historias merecen continuar explorando cómo sus personajes evolucionan en un mundo transformado.
¿Qué ocurre cuando una historia que dábamos por cerrada regresa desde el limbo digital? Suits, esa elegante exploración del poder corporativo que concluyó en 2019, experimentó una resurrección inesperada en Netflix durante 2023. De repente, millones de espectadores redescubrían los pasillos de Pearson Hardman, como si hubieran encontrado una nave espacial abandonada que aún conservaba toda su energía.
Hay algo profundamente humano en cómo el streaming funciona como una máquina temporal, resucitando no solo audiencias, sino posibilidades narrativas que parecían selladas para siempre. Me recuerda a cómo en Blade Runner 2049 se retomaba una historia décadas después, no para repetir fórmulas, sino para preguntarse qué significa la continuidad en un mundo que ha cambiado por completo.
La barrera más significativa para cualquier continuación de Suits siempre fue la ausencia de Meghan Markle. Pero los vientos están cambiando, y con ellos, las expectativas de quienes nunca dejaron de preguntarse qué habría sido de estos personajes en sus vidas post-bufete.
El regreso de una narrativa interrumpida
Meghan Markle ha dado el primer paso hacia su regreso con un cameo en «Close Personal Friends», compartiendo escena con Brie Larson y Lily Collins. Este movimiento, aparentemente menor, tiene implicaciones enormes para el futuro de Suits.
Durante nueve temporadas, la serie construyó algo más complejo que un drama legal: un ecosistema donde las relaciones humanas se entrelazaban con sistemas de poder. Como en las mejores distopías, nunca fue realmente sobre las reglas del juego, sino sobre cómo las personas navegan por estructuras que constantemente ponen a prueba su humanidad.
La ausencia de Markle había creado un vacío narrativo imposible de llenar. Rachel Zane no era simplemente otro personaje; era el ancla emocional que demostraba que era posible mantener la integridad en un mundo diseñado para corromperla.
La viabilidad de continuar historias
Aaron Korsh se enfrenta ahora a una oportunidad única. Con Markle mostrando disposición a regresar, la posibilidad de una secuela cobra nueva vida. Una serie limitada podría ser la fórmula perfecta, permitiendo explorar dónde están estos personajes años después.
Esta aproximación me recuerda a cómo funciona el universo expandido de Star Wars: no se trata de repetir la fórmula original, sino de usar esos cimientos para explorar cómo el tiempo y la experiencia transforman a las personas. ¿Cómo navega Harvey Specter un mundo transformado por la inteligencia artificial? ¿Qué significa para Mike Ross trabajar en una realidad donde su falta de título formal podría ser menos relevante que su capacidad de adaptación?
El fenómeno de la nostalgia como refugio
El éxito de Suits en Netflix no fue casualidad. En una época de incertidumbre global, la serie ofreció algo que muchas producciones actuales han perdido: personajes que, a pesar de sus defectos, mantienen códigos de honor claros.
La nostalgia, cuando se maneja correctamente, puede ser una herramienta narrativa poderosa. No se trata de recrear lo que funcionó antes, sino de usar esos cimientos para examinar temas contemporáneos a través de personajes en los que ya confiamos.
Como en Her, donde la tecnología amplifica nuestras necesidades emocionales más básicas, una secuela de Suits tendría la oportunidad de explorar cómo la digitalización ha transformado no solo el derecho, sino las relaciones humanas que lo sustentan.
Más allá del simple revival
Lo emocionante de esta posibilidad no es ver rostros familiares otra vez. Es la oportunidad de continuar conversaciones sobre poder, lealtad y la constante tensión entre hacer lo correcto y hacer lo necesario.
El regreso de Markle representa algo más grande: la posibilidad de cerrar círculos narrativos de manera satisfactoria. En un panorama saturado de reboots que a menudo decepcionan, Suits tiene la oportunidad única de demostrar que algunas historias merecen una segunda oportunidad.
La pregunta no es si sería exitosa; el fenómeno Netflix ya lo demostró. La pregunta es si tendrán la valentía de crear algo que honre tanto el legado original como las expectativas de una audiencia que ha madurado junto con estos personajes.
Como las mejores continuaciones en ciencia ficción, el verdadero desafío será usar el reencuentro para explorar qué hemos aprendido sobre nosotros mismos en el tiempo transcurrido.

