Randy Havens estalla: no hay Snyder Cut de Stranger Things

Randy Havens niega el “Snyder Cut”. Crítica 84% vs audiencia 56%: datos, expectativas y teorías sin pruebas que explican la polémica de Stranger Things 5.

✍🏻 Por Lucas Ferrer

diciembre 30, 2025

• Randy Havens ha desmentido categóricamente los rumores sobre un «Snyder Cut» de Stranger Things temporada 5, dejando claro que no existe ningún metraje secreto escondido en las oficinas de Netflix.

• La temporada 5 tiene un 84% de aprobación crítica pero solo un 56% de audiencia en Rotten Tomatoes, la puntuación más baja de toda la serie y una caída brutal de entre 30 y 40 puntos respecto a temporadas anteriores.

• Una petición en Change.org exige el lanzamiento de supuesto material inédito sin aportar ni una sola prueba, demostrando cómo las teorías conspirativas pueden ganar tracción en redes sociales sin fundamento alguno.


Un 56% en Rotten Tomatoes. Ese es el número que lo explica todo.

No hay conspiración de Netflix, ni montaje secreto, ni metraje oculto. Solo hay una temporada que no ha gustado a casi la mitad del público, y fans que prefieren inventarse teorías antes que aceptarlo.

Los números no mienten, pero internet sí. Y lo que está pasando con Stranger Things es un caso de manual: fans descontentos que, en lugar de aceptar que quizás la temporada simplemente no cumplió sus expectativas, prefieren creer en una conspiración de Netflix y los hermanos Duffer.

Como alguien que lleva años analizando cifras de audiencia, os digo que los datos cuentan una historia mucho más simple y creíble. Vamos a desentrañar qué hay detrás de esta polémica y, sobre todo, qué nos dicen realmente los números.


El actor que tuvo que salir a desmentir teorías conspirativas

Randy Havens, conocido por interpretar al profesor Scott Clarke en Stranger Things, probablemente no esperaba tener que hacer de portavoz oficioso de la producción. Sin embargo, la avalancha de rumores sobre supuestas escenas eliminadas de la temporada 5 le llevó a pronunciarse públicamente en su cuenta de Instagram.

Su mensaje fue directo y sin rodeos: «No existe ningún Snyder Cut secreto de la serie. Por favor, no os creáis todo lo que os cuenta cualquier gilipollas en Internet».

La referencia al famoso caso de Justice League no es casual. Havens eligió deliberadamente ese ejemplo para ilustrar lo absurdo de la comparación.

Y es que el contexto importa, y mucho. El «Snyder Cut» de Justice League existía porque Zack Snyder tuvo que abandonar el proyecto por motivos personales y Joss Whedon refilmó y reeditó sustancialmente la película. Había literalmente horas de metraje filmado por Snyder que nunca vio la luz hasta 2021.

Era una situación real, documentada, con pruebas tangibles.

¿Qué tenemos en el caso de Stranger Things? Absolutamente nada comparable. Los hermanos Duffer han mantenido el control creativo total de la serie desde el primer episodio hasta el último. No ha habido cambios de dirección, despidos, refilmaciones de emergencia ni nada que se le parezca.

Los números que realmente importan

Dejémonos de conspiraciones y vayamos a lo que los datos nos cuentan de verdad.

Stranger Things temporada 5 tiene un 84% de aprobación crítica en Rotten Tomatoes. Es una puntuación sólida, que la sitúa como «Certified Fresh». Los críticos profesionales, en general, han recibido bien esta temporada final.

Pero aquí viene el dato revelador: la audiencia le ha dado solo un 56% de aprobación.

Es la puntuación más baja de toda la serie, y por un margen considerable. Las temporadas anteriores oscilaban entre el 86% y el 96% de aprobación del público. Estamos hablando de una caída de entre 30 y 40 puntos porcentuales.

Mirad estos números, porque son brutales: un 56% frente al 84% de la crítica. Esa brecha de 28 puntos no es una diferencia de opiniones, es un abismo.

Y os voy a decir lo que significa: hay una desconexión significativa entre lo que los críticos valoraron y lo que el público esperaba. No es inusual que exista cierta diferencia entre ambas métricas, pero una brecha así es notable.

Sugiere que la temporada tomó decisiones narrativas que, aunque técnicamente competentes (de ahí la aprobación crítica), no satisficieron emocionalmente a una parte sustancial de la audiencia.

¿Significa esto que la temporada es objetivamente mala? No. Los números no funcionan así.

Lo que nos dicen es que no conectó con las expectativas que la propia serie había generado durante cuatro temporadas previas. Y eso, amigos, no se arregla con un montaje alternativo.

La petición sin fundamento que ganó tracción

Como suele ocurrir cuando los rumores alcanzan masa crítica en redes sociales, alguien decidió llevar la cosa un paso más allá.

Tras el estreno del segundo volumen de la temporada 5 el 25 de diciembre, apareció una petición en Change.org exigiendo que Netflix y los hermanos Duffer liberasen el supuesto «metraje inédito».

La petición afirmaba, sin aportar ni una sola prueba, que se habían eliminado escenas significativas de la temporada. También alegaba que las entrevistas con el reparto no coincidían con lo que finalmente apareció en pantalla.

Suena convincente, ¿verdad? El problema es que son afirmaciones completamente infundadas.

Me encanta cuando la gente cita «entrevistas que no coinciden» sin especificar cuáles, dónde o en qué contexto. Es el clásico argumento de «he leído por ahí» que no resiste el más mínimo escrutinio.

Los actores hablan constantemente sobre sus personajes, a veces de forma vaga para evitar spoilers, otras veces sobre escenas que efectivamente se rodaron pero se editaron por ritmo narrativo. Algo completamente normal en cualquier producción.

Lo fascinante desde el punto de vista del análisis de audiencias es cómo estas teorías ganan tracción. La serie llegó a ser trending topic en redes sociales no por su contenido, sino por una controversia fabricada.

Es un fenómeno que hemos visto repetirse: cuando una franquicia querida no cumple las expectativas, parte del fandom prefiere creer en sabotajes o versiones alternativas antes que aceptar que simplemente no les gustó.

Comparaciones inevitables con otros finales polémicos

Lost y Juego de Tronos. La comparación es inevitable.

Ambas series fueron fenómenos culturales que generaron finales divisivos que todavía se debaten años después. Lost terminó en 2010 y aún hay gente discutiendo si su final tuvo sentido. Juego de Tronos… bueno, todos sabemos lo que pasó ahí.

Lo interesante es que en ninguno de esos casos surgieron teorías conspirativas sobre versiones alternativas ocultas. La gente simplemente aceptó (con mayor o menor disgusto) que ese era el final que los creadores habían elegido.

¿Por qué ahora con Stranger Things sí? Quizás porque vivimos en una era donde el «Snyder Cut» demostró que a veces las campañas de fans pueden conseguir resultados.

Warner Bros. invirtió millones en completar y lanzar esa versión alternativa de Justice League. Fue un precedente peligroso en cierto sentido, porque alimentó la idea de que si gritas lo suficientemente fuerte, conseguirás la versión de la historia que quieres.

Pero ese caso fue genuinamente excepcional. Había material filmado real, un director apartado del proyecto, y una situación corporativa compleja.

Nada de eso aplica a Stranger Things. Los hermanos Duffer han tenido carta blanca creativa desde el principio. Esta es su visión, para bien o para mal.

El episodio final como última oportunidad

Los finales de serie son complicadísimos de ejecutar. Tienen que cerrar arcos narrativos de múltiples personajes, satisfacer expectativas acumuladas durante años, y ofrecer un cierre emocional satisfactorio.

Todo ello mientras mantienen la coherencia tonal y temática de lo que vino antes. Es un equilibrio casi imposible.

Desde el punto de vista de análisis de audiencias, será fascinante ver cómo evoluciona esa puntuación del 56% tras el final. ¿Subirá si el episodio final aterriza bien? ¿Bajará aún más si decepciona?

Lo que está claro es que, independientemente de la calidad del final, los hermanos Duffer habrán contado la historia que querían contar. Y eso, en una industria donde la interferencia ejecutiva es la norma, tiene su valor.


Al final del día, lo que tenemos aquí es una lección sobre expectativas, nostalgia y la dificultad de cerrar historias que han significado tanto para tanta gente.

Stranger Things no es solo una serie de televisión. Para muchos fans es un pedazo de su adolescencia, un refugio nostálgico hacia los ochenta que nunca vivieron, o simplemente un fenómeno cultural compartido que les conectó con amigos y comunidades online.

Cuando algo significa tanto, es casi imposible que cualquier final satisfaga a todos.

Los números nos cuentan que esta temporada ha dividido a la audiencia más que ninguna anterior. Pero los números también nos dicen que no hay ninguna conspiración, ningún montaje secreto, ninguna versión alternativa esperando en las bóvedas de Netflix.

A veces la explicación más simple es la correcta: los creadores tomaron decisiones narrativas que no resonaron con parte del público. Ocurre. Es parte del riesgo creativo.

Y honestamente, prefiero vivir en un mundo donde los creadores puedan tomar esos riesgos y contar sus historias, aunque no siempre acierten, que en uno donde todo esté calculado algorítmicamente para complacer al máximo común denominador.


Apasionado por los números que cuentan historias, llevo más de 12 años desentrañando qué hay detrás del éxito (o fracaso) en taquilla. Para mí, cada cifra es un reflejo del público y la industria, y me encanta traducir esos datos en análisis claros y sorprendentes.

Document

Ediciones Especiales

AL MEJOR PRECIO

books

SOLO EN

Ediciones Especiales

AL MEJOR PRECIO

SOLO EN

{"email":"Email address invalid","url":"Website address invalid","required":"Required field missing"}
>