• Pluribus, lo nuevo de Vince Gilligan, reinventa La invasión de los ladrones de cuerpos con una mente colmena que llega vía señal espacial y virus.
• La serie plantea algo flipante: ¿merece la pena perder nuestra individualidad a cambio de paz mundial y armonía total?
• A diferencia de otras adaptaciones, la amenaza surge desde dentro de nosotros mismos, convirtiéndose en una metáfora brutal de nuestros miedos actuales.
¿Y si os dijera que el creador de Breaking Bad ha vuelto con una serie que podría haceros replantear si realmente queréis que la humanidad se lleve bien? Porque eso es exactamente lo que hace Vince Gilligan con Pluribus, su nueva propuesta de ciencia ficción que coge uno de los conceptos más aterradores del género y le da una vuelta de tuerca que te va a dejar flipando durante días.
Como fan de toda la vida de las historias de invasiones alienígenas y mente colmena (desde los clásicos de los 50 hasta conceptos como la Falange de Marvel o el Purple Man controlando mentes), puedo decir que hacía tiempo que no veía una aproximación tan inteligente y perturbadora a este subgénero. Gilligan no se conforma con darnos otra historia de «los aliens nos invaden», sino que nos pregunta algo mucho más incómodo: ¿y si la invasión fuera en realidad una mejora?
Una invasión diferente a todo lo que hemos visto
Pluribus nos presenta una premisa que, sobre el papel, suena casi utópica. Una señal procedente del planeta Kepler 22b llega a la Tierra acompañada de un virus que transforma a los humanos en parte de una mente colmena. Pero aquí viene lo verdaderamente perturbador: los infectados no se convierten en zombis babosos ni en aliens terroríficos. Se vuelven… felices. Colaborativos. Perfectamente armoniosos.
Me recuerda un poco a cuando Emma Frost usa sus poderes telepáticos para el «bien común» en los X-Men, pero llevado al extremo. La diferencia es que aquí no hay un villano claro manipulando las mentes.
La protagonista, Carol Sturka (interpretada por Rhea Seehorn, que ya nos demostró en Better Call Saul que puede cargar con el peso dramático de una serie), es una novelista romántica que permanece inmune a esta transformación. Y aquí es donde la serie se vuelve realmente inteligente: Carol no lucha contra monstruos, sino contra la presión de unirse a algo que, objetivamente, parece mejor que lo que teníamos antes.
El horror de la perfección
Lo que más me fascina de esta propuesta es cómo Gilligan ha conseguido darle la vuelta al concepto clásico de La invasión de los ladrones de cuerpos. En las versiones anteriores, desde la película de Don Siegel de 1956 hasta la de Philip Kaufman de 1978, el horror venía de la pérdida de la humanidad a manos de algo claramente alienígena y malévolo.
Aquí, en cambio, la amenaza es mucho más sutil y, por tanto, más aterradora. ¿Cómo luchas contra algo que promete acabar con las guerras, el odio y el sufrimiento? ¿Cómo defiendes tu derecho a ser imperfecto cuando la alternativa es la paz mundial?
Es como si Thanos hubiera tenido razón desde el principio, pero en lugar de eliminar a la mitad del universo, simplemente nos hubiera «mejorado» a todos. Brutal, ¿verdad?
Vince Gilligan vuelve a demostrar su maestría
Después de Breaking Bad y Better Call Saul, Gilligan ha demostrado que tiene un don especial para crear personajes complejos atrapados en situaciones moralmente ambiguas. Con Pluribus, aplica esa misma sensibilidad a la ciencia ficción, creando una serie que promete ser tanto un thriller de supervivencia como una profunda reflexión filosófica.
La elección de Rhea Seehorn como protagonista es especialmente acertada. Después de ver su trabajo como Kim Wexler, sabemos que puede transmitir esa mezcla de vulnerabilidad y determinación que necesita un personaje que debe resistirse a algo que todo el mundo a su alrededor considera una bendición.
La serie, que constará de nueve episodios, promete mezclar horror, thriller, ciencia ficción y comedia negra. Conociendo el trabajo previo de Gilligan, podemos esperar que cada uno de estos elementos esté perfectamente equilibrado.
Una metáfora para nuestro tiempo
Lo que hace que Pluribus sea especialmente relevante es cómo funciona como metáfora de nuestros miedos contemporáneos. En una época donde los algoritmos nos agrupan en burbujas de filtro, donde las redes sociales nos empujan hacia la conformidad y donde el pensamiento crítico parece estar en peligro de extinción, la idea de una mente colmena benevolente resulta especialmente inquietante.
Me recuerda a esos momentos en los cómics de Marvel cuando los héroes se enfrentan a amenazas que no son malvadas per se, sino que representan un orden diferente. Como cuando los Celestiales juzgan a la humanidad: no son villanos, pero su visión del «bien» puede no coincidir con la nuestra.
La serie nos pregunta: «¿Lucharías por seguir siendo imperfecto si todos los demás eligen la perfección?» Es una pregunta que va al corazón de lo que significa ser humano en el siglo XXI.
Pluribus se perfila como una de esas series que no solo nos van a entretener, sino que van a generar conversaciones y debates. En un panorama televisivo saturado de contenido, es refrescante encontrar una propuesta que se atreve a hacer preguntas incómodas y que confía en la inteligencia de su audiencia.
Si algo hemos aprendido del trabajo previo de Vince Gilligan es que nunca subestima a sus espectadores. Con Pluribus, parece dispuesto a llevarnos por un viaje que promete ser tan inquietante como fascinante. Y sinceramente, después de años de secuelas y reboots sin alma, es exactamente el tipo de ciencia ficción inteligente y provocadora que necesitábamos.

