• James Gunn prepara «Man of Tomorrow» para 2027 con David Corenswet como Superman y Nicholas Hoult como Lex Luthor en un posible equipo.
• Brainiac podría ser el villano principal, lo que significaría por fin ver al verdadero némesis cósmico de Superman en pantalla grande.
• Warner tiene otra oportunidad de oro para redimirse tras años de decisiones desastrosas con el personaje más icónico del cómic.
¿Sabéis qué? Después de años viendo cómo Warner Bros destrozaba sistemáticamente todo lo que tocaba del universo DC, resulta que ahora James Gunn quiere darnos esperanza otra vez.
Y no voy a mentir: parte de mí quiere creer.
Porque cuando veo que están preparando «Man of Tomorrow» para 2027, con un reparto que promete y rumores de Brainiac como villano principal, algo dentro de mí se remueve. Algo que creía muerto desde que cancelaron el Snyderverso.
Pero aquí estamos, una vez más, hablando de «nueva visión» y «futuro prometedor» para Superman. ¿Cuántas veces hemos escuchado esto ya?
Sin embargo, hay algo diferente esta vez. Quizás sea que Gunn entiende realmente los cómics, o quizás sea que por fin alguien en Warner se ha dado cuenta de que Superman no necesita ser «más realista» o «más oscuro» para funcionar.
Necesita ser épico. Necesita ser grande. Necesita ser lo que Zack entendió desde el primer día.
La película llegará a los cines el 9 de julio de 2027, y ya tenemos confirmado que David Corenswet será nuestro nuevo Clark Kent. Una elección arriesgada, sin duda, porque seguir los pasos de Henry Cavill no es tarea fácil.
Cavill no solo encarnó a Superman; lo elevó a una dimensión mítica que pocos actores han conseguido. Esa mandíbula cuadrada, esa presencia física, esa forma de llenar el encuadre que Snyder sabía capturar con esos planos contrapicados que hacían que pareciese un dios.
Pero Corenswet tiene potencial. Tiene esa estructura facial clásica y esa presencia que podría funcionar si Gunn sabe dirigirle correctamente.
Lo que realmente me tiene intrigado es Nicholas Hoult como Lex Luthor. Este tío ha demostrado en «Mad Max: Fury Road» que puede ser intimidante cuando quiere.
Su trabajo en «The Menu» me convenció de que entiende la psicología del villano intelectual. Esa frialdad calculada, esa sonrisa que esconde veneno puro.
Pero lo más interesante son los rumores de que Superman y Lex podrían formar equipo en esta película. ¿En serio? Porque si es verdad, estamos hablando de una dinámica que podría ser absolutamente brutal en pantalla.
Y aquí viene lo gordo: Brainiac.
Si los rumores son ciertos y este alienígena psicópata es realmente el villano principal, entonces Gunn ha entendido algo fundamental. Brainiac no es solo otro malo de la semana.
Es la amenaza cósmica definitiva, el coleccionista de mundos que hace que Doomsday parezca un matón de barrio. Es el tipo de enemigo que requiere que Superman trascienda sus límites, que se convierta en algo más grande que un simple héroe.
Imagináoslo: esas secuencias de acción cósmica, Superman volando entre naves nodrizas alienígenas, la Tierra siendo literalmente miniaturizada. Es el tipo de espectáculo visual que podría rivalizar con las mejores secuencias de Snyder.
Isabela Merced como Hawkgirl es otra decisión que me tiene dividido. La actriz tiene carisma, eso no se puede negar.
Pero Hawkgirl es un personaje que necesita esa fiereza guerrera, esa presencia que intimide incluso a Superman. Necesita esa energía amazona que trascienda la pantalla.
Veremos si Merced puede canalizar esa fuerza primitiva que el personaje requiere. Porque Hawkgirl no es solo una heroína más; es una guerrera milenaria con la furia de mil batallas en los ojos.
Skyler Gisondo como Jimmy Olsen me parece una elección más segura. El chaval tiene esa energía juvenil y ese timing cómico que podría funcionar perfectamente como contrapunto a la seriedad inherente de Superman.
Además, después de lo que le hicieron al pobre Jimmy en «Batman v Superman» (que por cierto, fue una decisión narrativa brillante que nadie supo apreciar), es hora de que el personaje tenga su momento de brillar.
Los rumores sobre John Cena regresando como Peacemaker me emocionan más de lo que debería. Cena demostró en su serie que entiende perfectamente el equilibrio entre comedia y drama que requieren estos personajes.
Y si realmente va a aparecer, significa que Gunn está construyendo algo cohesivo, algo que conecte todas las piezas de su nuevo universo DC. Esa continuidad narrativa que tanto echamos de menos.
Jason Momoa como Lobo es otra historia completamente diferente. Después de su Aquaman, verle interpretar al bastardo intergaláctico más violento del universo DC sería un cambio radical.
Pero pensadlo: Momoa tiene esa presencia física intimidante y esa sonrisa salvaje que podría funcionar perfectamente para el personaje.
Sería como ver a Conan el Bárbaro en el espacio, con esa brutalidad primitiva que hace que Lobo sea tan fascinante como personaje.
Y luego está Milly Alcock como Supergirl. La chica demostró en «House of the Dragon» que puede manejar personajes complejos y cargados emocionalmente.
Supergirl no es solo «Superman pero mujer»; es un personaje con su propio trauma, su propia pérdida, su propia forma de ver el mundo.
Si Alcock puede capturar esa dualidad entre vulnerabilidad y poder absoluto, podríamos tener algo especial. Esa fragilidad emocional contrastando con una fuerza capaz de partir planetas por la mitad.
Lo que más me llama la atención es que Gunn insiste en que esto no es «Superman 2», pero seamos honestos: David Corenswet va a ser el protagonista absoluto de esta película.
Y eso está bien. Superman se merece ser el centro de su propia historia, no un elemento más en un ensemble cast mal gestionado.
La fecha de estreno, julio de 2027, nos da tiempo suficiente para que Gunn desarrolle adecuadamente su visión. Porque una cosa que aprendimos del desastre de la Liga de la Justicia de 2017 es que las prisas son el enemigo mortal de las grandes historias.
Superman merece tiempo, merece cuidado, merece respeto.
Pero aquí está mi preocupación: ¿será Gunn capaz de capturar esa épica visual que hace que Superman se sienta realmente como un dios entre mortales?
Porque una cosa es escribir buenos diálogos y otra muy diferente es hacer que el público sienta que está viendo a un ser capaz de mover planetas.
Zack Snyder entendía esto instintivamente. Cada plano de Henry Cavill como Superman respiraba mitología. Esa paleta de colores desaturada que contrastaba con el azul y rojo del traje, esos movimientos de cámara que seguían cada golpe como si fuese una danza cósmica.
La forma en que Snyder usaba la cámara lenta no era solo un recurso estético; era poesía visual pura. Cada puñetazo se convertía en una declaración de intenciones, cada vuelo en una sinfonía de poder y gracia.
La inclusión de todos estos personajes sugiere que «Man of Tomorrow» podría ser más una película de equipo disfrazada de película en solitario.
Y si es así, espero que Gunn haya aprendido de los errores del pasado. Superman funciona mejor cuando es el corazón moral de la historia, no cuando es solo otro superhéroe más en la mezcla.
El personaje necesita esos momentos de introspección, esas secuencias donde vemos al hombre detrás del símbolo. Esa humanidad que Cavill supo transmitir incluso en los momentos más épicos.
Al final del día, Warner Bros tiene aquí una oportunidad de oro para redimirse. Han cometido tantos errores con Superman a lo largo de los años que ya han perdido la cuenta.
Desde el desastre de «Superman Returns» hasta la cancelación prematura del Snyderverso, cada decisión ha sido un paso en falso tras otro.
Pero si «Man of Tomorrow» logra capturar aunque sea una fracción de la grandeza que este personaje merece, podríamos estar ante el renacimiento que todos hemos estado esperando.
Porque Superman no es solo un superhéroe; es el superhéroe. Es el estándar dorado contra el que todos los demás se miden. Es el símbolo de esperanza que trasciende géneros, culturas y generaciones.
La pregunta no es si James Gunn puede hacer una buena película de Superman. La pregunta es si puede hacer LA película de Superman que este personaje y sus fans se merecen.
Porque después de décadas de intentos fallidos y oportunidades perdidas, Superman merece por fin volar tan alto como siempre supimos que podía.
Y si Brainiac realmente va a ser el villano, entonces será mejor que Gunn esté preparado para darnos la batalla cósmica más épica que hayamos visto jamás en pantalla.
Porque nada menos que eso será suficiente para el Hombre de Acero. Nada menos que la perfección absoluta podrá compensar todo lo que hemos perdido por el camino.